Perdió San Lorenzo 3 a 0 contra Newell's y en el Nuevo Gasómetro, tronó el escarmiento. Durante el partido, mientras iba consumándose la derrota inapelable y después de consumada, las tribunas azulgranas volvieron a cantar contra los dirigentes y a reponer la crisis política y deportiva del club que sólo algunos buenos resultados habían logrado disimular. La mala actuación del equipo, acaso la más deficiente del ciclo de Rubén Insúa como director técnico, potenció el clima de nerviosismo que imperó toda la tarde en el estadio. Y ni siquiera el propio Insúa pudo sustraerse.

El entrenador tuvo un altercado durante el primer tiempo con su colega rosarino Gabriel Heinze y fue expulsado junto con Mariano Toedtli (asistente de Heinze) luego de haberse empujado y desafiado a pelear. Por entonces, San Lorenzo ya perdía 1 a 0 con un gol de Cristian Ferreira a los 21 minutos y no encontraba la manera de equilibrar el trámite. Insúa trató de agitar a su equipo en el entretiempo con los ingresos de Perruzzi y Maroni por Giai y Barrios. Pero no hubo reacción. Los cambios no cambiaron nada y ni siquiera quedó en pie la habitual solidez defensiva para ir a buscar el empate con las espaldas más o menos bien cubiertas.

Con línea de tres en el fondo (Elías y Braida jugaron más adelante sin hacer ningún aporte positivo) San Lorenzo quedó expuesto a la rapidez de los contraataques rosarinos que por las bandas, con Sordo, Aguirre y las subidas de los laterales Méendez y Martino, hicieron lo que quisieron. Ferreira siguió manejando los hilos y a los 12 minutos de la segunda etapa, con un remate colocado desde afuera del área puso el 2 a 0 y virtualmente liquidó el partido ante la impotencia del equipo azulgrana.

El gol de Ramiro Sordo a los 29 minutos y la inmediata expulsión de Gonzalo Luján cancelaron cualquier posibilidad de reacción sanlorencista. El último cuarto de hora estuvo de más y solo sirvió para que el público dejara en claro su disconformidad por la derrota, pero sin recargar las críticas contra insúa y los jugadores. Las voces en contra recayeron contra la dirigencia y esto será así hasta que sucedan las elecciones el próximo 17 de diciembre.

Newell's tomó ventaja de todo esto. Aprovechó las ventajas que le dieron y construyó una actuación sólida luego de tres derrotas consecutivas y haber perdido el clásico ante Central. Los rosarinos tratan de volver a meterse en la Copa Sudamericana 2024. San Lorenzo todavía está entrando a la Copa Libertadores del año venidero. Pero el objetivo puede llegar a complicarse si no levanta pronto la cabeza. Y juega mucho mejor.