Canal 13 negó ante la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual toda responsabilidad en la vulneración de la intimidad del niño de 11 años que fue filmado por el programa Periodismo para todos (PPT), de Jorge Lanata, mientras se atribuía diversos delitos. Además, se negaron a implementar alguno de los mecanismos de reparación simbólica de los derechos de la niñez propuestos por la Defensoría, porque consideraron que era suficiente con el programa Un sol para los chicos, apadrinado por Unicef y emitido el Día del Niño. Frente a la negativa, la titular del organismo, María José Guembe, informó al Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) –encargado de multar– para que tenga en cuenta la actitud “al momento de graduar la sanción que corresponda a la vulneración de los derechos”. La abogada Gabriela Carpineti, integrante del equipo que representa a la mamá del niño, dijo a PáginaI12 que “vamos a iniciar una acción civil por daños, por haber difundido la imagen sin el consentimiento de la madre, y por la afirmación de hechos falsos, calumniosos, por parte del programa”.

Carpineti explicó que, además de la investigación contra el programa y los que lo realizaron, “queremos que avance la causa penal contra los funcionarios de Lanús. Tenemos esperanza de que se pueda avanzar a pesar del entramado de corrupción policial y judicial que se manifiesta en contradicciones como ésta: la hija del actual subsecretario de Seguridad de Lanús y mano derecha de Diego Kravetz (secretario de Seguridad), Daniel Alberto Villoldo, trabaja en el juzgado 4 de Lomas de Zamora donde tramita la causa. Esperamos que no haya presión política a funcionarios judiciales y en breve se pueda indagar a Villoldo”.

La Defensoría del Público informó a quienes presentaron denuncias contra el programa PPT en el organismo, entre ellos a la madre del niño y sus abogados y a Gustavo Moreno, titular de la Asesoría Tutelar 1 ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, la posición asumida por Artear en el encuentro realizado el 7 de agosto, para conversar sobre los numerosos reclamos que el organismo había recibido.

La nota, que lleva la firma de su titular, cuestiona “la negación de toda responsabilidad” por parte del canal y le advierte de la actitud al Enacom.

Según la Defensoría, las conclusiones a las que llegaron las Direcciones de Análisis, Investigaciones y Monitoreo y de Protección de Derechos y Asuntos Jurídicos la cobertura periodística “propiciaba el reconocimiento indirecto de la identidad del niño al comunicar” datos de su intimidad: apodo, barrio donde vive, situación familiar. También, sostienen que “aunque el rostro del niño se exhibe con un efecto de blureo (que por momentos se desliza hacia al costado del rostro), su voz no presenta ningún tipo de distorsión sonora, lo que contribuye a su identificación”.

Agregaron que la difusión de datos de niños o niñas relacionados con delitos y consumos problemáticos, además de generar “estigmatización y discriminación”, pueden poner en riesgo a los niños al dar lugar a represalias.

Con las conclusiones de los análisis semióticos y legales sobre el programa emitido el 16 de julio, el organismo planteó al canal la necesidad de algún mecanismo de reparación simbólico de los derechos vulnerados que  contemplan las leyes de: Protección Integral de la Niñez, de Servicios Audiovisuales y la Convención de los derechos del Niño. También le propuso una actividad de capacitación, sobre temas vinculados a niñez con “una perspectiva de protección de sus derechos”, para los periodistas encargados del informe televisivo.

La respuesta de Artear fue que cumplieron con la ley y que resguardaron la “dignidad, intimidad y vida privada” del niño. Sostuvo que el programa “se realizó en el marco del ejercicio de la libertad de prensa”. Y argumentó que Un sol para los chicos era reparación suficiente.

Al respecto, el asesor Tutelar dijo a este diario que “es inadmisible la argumentación jurídica. Por un lado me llama poderosamente la atención que no admitan que su programa violó los derechos a la intimidad de un niño basados en el derecho a la libertad de prensa. No hay derechos absolutos, hay tensión entre ambos derechos, pero debe primar el derecho del niño. Por otra lado, es una paradoja admitir que un Sol para los chicos, programa que se realiza hace 26 años, es suficiente reparación, porque es admitir una cierta responsabilidad, pero no el alcance ni lo que deben hacer”, y remarcó “si uno no tiene responsabilidad niega todo”.