No existe ningún país que adopte enteramente las políticas libertarias. Y los ejemplos que mencionan los mismos libertarios están lejos de llegar a buenos resultados. Si son tan buenas las políticas libertarias, ¿por qué no se adoptan?

Milei sostiene que los países más libres son los que más crecen, basándose en el Índice de Libertad Económica. El país que lidera ese ranking es Singapur, en donde gobierna el mismo partido desde hace más de 60 años y todavía existe la pena de muerte. El 20 por ciento del PBI de Singapur se explica por las empresas estatales y el Estado es el mayor propietario de tierras del país, que destina a la construcción de viviendas y al desarrollo industrial. Además, tiene la mayor deuda pública per cápita del mundo.

Modelos

Los libertarios toman fielmente al Índice de Libertad Económica, pero desestiman al puesto número 1, que es Singapur, y pasan rápidamente a decir que su modelo es Irlanda. Este país cobra más impuestos a los consumidores y trabajadores que los que se cobran en Argentina (rige un 23 por ciento de IVA, versus un 21 por ciento en Argentina) y los impuestos al trabajador superan el 50 por ciento de los ingresos, mientras que en Argentina una pequeña minoría tributa un 35 por ciento. En Irlanda, los empleados estatales ganan, en promedio, más que los privados.

Sin embargo, Irlanda cobra menos impuestos a las empresas, lo cual hace que muchas firmas establezcan sus sedes allí, aprovechando que es parte de la comunidad europea. Por ende, logra inversiones a costa del gran mercado europeo.

El Estado irlandés está presente y también está endeudado, con más de 43 mil euros por persona (apenas por debajo de Singapur), varias veces más que la deuda argentina. Pero no deja de interferir por medio de empresas públicas en el correo, la radio, televisión y el suministro de agua. Por más que les pese a los libertarios, en Irlanda el suministro de agua potable es totalmente gratuito.

A su vez, la educación y la salud son gratuitas, incluso para los habitantes de la comunidad europea. Esto lo logran con una razonable presión tributaria, ya que la recaudación de impuestos sobre PBI llega al 22 por ciento. Muy lejos están los países de menor presión tributaria, seguramente buenos ejemplos para los libertarios, como Nigeria, donde el ratio se ubica en el 5,5 por ciento. En el caso del gasto público, el gran demonio para los libertarios, el mejor ejemplo sería Somalia, que apenas tiene el 5,5 por ciento de gasto sobre el PBI.

Realidades

Lo cierto es que los países que se desarrollaron y que más crecen lo hacen con una intervención fuerte del Estado. El país con el PBI más grande del mundo es Estados Unidos, que tiene déficit fiscal (gasta más de lo que le ingresa) desde hace más de 20 años. Actualmente tiene en marcha el plan de infraestructura más grande de su historia y tiene una política proteccionista sobre su industria.

China, que es el país que más creció en las últimas décadas, tiene al Partido Comunista a la cabeza, planes industriales gestionados por el gobierno y empresas estatales en alimentos, comunicaciones y tantos otros rubros. La intervención del gobierno sobre la economía es enorme, pero así y todo, tiene menos gasto público sobre el PBI que Estados Unidos.

El continente donde mejor se vive es Europa y los países que más se destacan son los nórdicos, donde están las tasas de sindicalización más altas del mundo (Islandia supera el 90 por ciento). El Estado tiene empresas estatales en energías convencionales y renovables, llegando al punto de tener una empresa de bebidas alcohólicas de alta graduación en Suecia que monopoliza el mercado para hacer políticas públicas en ese sentido. Sumado a esto, los países nórdicos tienen alta presión impositiva, mayor gasto estatal que la media y gran cantidad de empleados públicos. Se genera bienestar social de la mano de un Estado benefactor.

Pero aún con todas estas experiencias uno podría decir que Argentina es distinta, que podría funcionar lo que no funciona en ninguna parte. Pero, ¿qué pasó en Argentina cuando se liberalizó la economía en la última dictadura? El país sufrió destrucción industrial, aumento del desempleo y del endeudamiento externo y la mayor caída del salario de toda su historia.

* Autor del libro Falacias Libertarias. Miembro de FUNDUS.