En septiembre la canasta básica total (CBT) aumentó 12,2 por ciento respecto a agosto mientras la canasta básica alimentaria (CBA) creció 13,2 por ciento en igual comparación, según informó Indec el miércoles. La inflación fue 12,7 por ciento en igual mes, de modo que ambas canastas asemejaron su comportamiento al del nivel general de precios sufriendo una aceleración importante en el último bimestre.

En septiembre la brecha entre la variación de las canastas y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tendió a converger, a diferencia de lo observado durante agosto cuando la CBA rebotó 17 por ciento, en lo que fue el mayor aumento desde la crisis de la salida de la Convertibilidad en mayo de 2002. 

La CBT y CBA desaceleraron levemente en septiembre, lo cual es un indicador de relativa menor presión sobre los sectores populares. La CBT se utiliza para medir el nivel de pobreza en el país y la CBA para estimar la indigencia.

Asimismo cabe notar que ambas canastas crecieron por debajo del aumento del item general de Alimentos y Bebidas, que en septiembre trepó 14,3 por ciento mensual acusando todavía el impacto de la devaluación del peso luego de las PASO. Los alimentos que más aumentaron en septiembre fueron la carne (incluyendo el pollo), las frutas y las verduras: con aumentos del 20 por ciento (y 18,4 por ciento en las aves), 21 por ciento y 4,2 por ciento en promedio, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

En tanto, en octubre la inflación en alimentos desaceleró en la primera semana para tomar fuerza en la segunda, luego de las subas sucesivas del dólar blue, y en la tercera semana del mes impactarán las elecciones. Las consultoras privadas esperan que el IPC se ubique en un rango entre 8 a 10 por ciento mensual.

En lo que va del año la CBT creció 21 puntos por encima del aumento de la inflación, mientras que la CBA subió 26 puntos por arriba de esta última. Las variaciones acumuladas fueron 123,9 por ciento para la estimación que sirve a la pobreza y 129,5 por ciento para la que indica el nivel de indigencia versus 103,2 por ciento de aumento acumulado de la inflación general.

En los últimos doce meses, en tanto, la diferencia se achica, pues la CBT subió 149,1 por ciento, mientras la CBA trepó 160,7 por ciento y la inflación ascendió 138,3 por ciento.

El valor de las canastas

De acuerdo a la información difundida por Indec la CBT de una familia tipo de 4 integrantes alcanzó 319.422 pesos durante septiembre: es decir que una familia necesitó reunir ingresos por dicha suma para no ser pobre en el mes. En tanto, en el caso de un hogar monoambiental, un “adulto equivalente” precisó 103.373 pesos para evitar caer en la pobreza. La CBT se compone del valor de la CBA ampliado con otros bienes y servicios no alimentarios (como vestimenta, transporte, educación, salud, etc.) que surgen del seguimiento de los hábitos de consumo de la población.

Por su parte, la CBA de una familia de 4 integrantes ascendió a 147.881 pesos en septiembre, es decir que se debió reunir esa suma para no ser indigente. En el caso de un “adulto equivalente” la CBA fue de 47.858 pesos en septiembre. La CBA, en tanto, reúne los requerimientos energéticos y recomendaciones de nutrientes elementales que serán cubiertos a partir de la ingesta de dicha canasta, la misma contiene distintas cantidades de hidratos, verduras, frutas, carnes, lácteos, bebidas y condimentos establecidos por el Indec.

A modo comparativo resulta útil tener en mente que el valor de la Asignación Universal por Hijo (AUH) fue de 17.093 pesos en septiembre. Es decir, para una familia desempleada se necesitaron casi nueve AUH para no caer en la indigencia. Por otro lado, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) ascendió a 118.000 pesos en septiembre, es decir, que no fueron suficientes dos SMVM para evitar caer en la pobreza ya que se necesitaron tres.

Esas percepciones no fueron modificadas como parte del paquete de medidas lanzadas por el ministro y candidato, Sergio Massa, luego de la devaluación de agosto. Allí se incluyeron refuerzos para jubilados, trabajadores estatales y privados, amas de casa y beneficiarios de la Tarjeta Alimentar y el programa Potenciar Trabajo. Además del programa Compre sin IVA, ampliado para los trabajadores del sector informal que también recibieron un bono, y la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. El gobierno buscó morigerar el impacto del descalabro de precios registrado en agosto y septiembre.