Uno de los acusados por el atentado contra Cristina Kirchner, el vendedor de copos de azúcar Gabriel Carrizo, había intentado anular judicialmente un allanamiento en el que se le encontraron documentos de otras personas. Ya el tribunal oral lo había desestimado, pero la defensa del imputado insistió y recurrió a la Cámara Federal de Casación Penal. Ahora la sala cuarta del tribunal, integrada por los jueces Gustavo Hornos, Javier Carbajo y Mariano Borinsky, declaró por unanimidad inadmisible el recurso de casación interpuesto.

Los principales acusados por el intento de magnicidio, perpetrado el 1º de septiembre de 2022, son Fernando Sabag Montiel -quien gatilló el arma junto a la cabeza de la vicepresidenta- y su pareja Brenda Uliarte. Carrizo era el jefe de ambos en la supuesta venta de copos de azúcar.

El líder de "los copitos" está preso desde entonces, acusado de ser partícipe secundario de intento de homicidio calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el empleo de un arma de fuego. Pero sumó otra imputación: en un allanamiento realizado en su domicilio en Morón, la policía encontró dos DNI ajenos, por lo que se lo acusa por la tenencia ilegal de esos documentos.

La defensa, mediante su recurso de casación, cuestionaba el rechazo de la nulidad de dos informes periciales y del acta de allanamiento.

Los jueces Borinsky, Carbajo y Hornos consideraron que la resolución atacada no era una sentencia definitiva ni equiparable a tal, y que la defensa de Carrizo no había logrado demostrar que la resolución cuestionada implicara un pronunciamiento de carácter definitivo y habilitara así la jurisdicción del máximo tribunal penal del país. Para los camaristas, la defensa tampoco acreditó la existencia de una cuestión federal suficiente fundada que justifique la intervención de Casación.

En ese sentido, los jueces de la sala cuarta de la Casación afirmaron que la defensa de Carrizo insistía en reeditar en igual forma los planteos de nulidad, sin haber brindado argumentos suficientes para rebatir los fundamentos que, en línea con lo dictaminado por la fiscalía, había expuesto el tribunal oral para desestimarlos.

Por último, concluyeron que el recurso de casación de la defensa de Carrizo era insuficiente, mientras que la resolución del tribunal oral que había descartado los planteos de nulidad contenía una fundamentación adecuada.