El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, reflexionó acerca de la figura de Patricia Bullrich y cómo sus "incoherencias" la llevaron a una derrota electoral en los comicios del domingo. 

El editorial de Víctor Hugo Morales

Es conmovedora la humildad de Evo Morales. Pero el otro día conocí a Pablo Iglesias en una nota para lo que ahora es su canal de televisión, Red. Dejó la política y entró al periodismo y estaba con el flaco (Daniel) Tognetti y con Florencia Halfon haciendo un programa para España. La humildad de ese hombre. Lo que ocurre con los hombres que transforman o quieren transformar al mundo hay un detalle de humildad en esas personas. Y pensé en (Patricia) Bullrich.

El entorno la fue envalentonando de tal manera que se la creyó. Ella creía que haciendo el desastre de la Gendarmería, condenando a Gendarmería al oprobio de ser lo que decía para convertirse en un grupo de personajes absurdos al servicio de Patricia Bullrich y de los medios iba a ganar.

Un asesinato donde hay un suicidio por donde se lo mire. Estoy hablando de lo de Nisman. Haber dicho que a Rafael Nahuel lo mataron en combate, que estaban armados hasta los dientes. Defender un asesinato de esa naturaleza. Haber perseguido, hostigado y arrastrado a la muerte a Santiago Maldonado en la represión a los mapuches. Estar en defensa de Chocobar. Cada uno de esos gestos más las cosas que decía porque ella creía que con eso ganaba y ahí empezó con una agresión, una falta de respeto, una envidia, una locura por ejemplo con respecto a Cristina Kirchner, que le pasa a muchas mujeres de la política y de la no política también. Por ahí está la explicación del odio, en vez del orgullo por la condición de mujer, como primera medida que anida en algunas mujeres como Patricia Bullrich.

No se puede construir una buena política si no hay coherencia 

Y nunca se dio cuenta que, con esas locuras y con esas incoherencias, no estaba ganando.

Están muy mal rodeados. Milei que creyó que ganaba en primera vuelta. Lo decía el día anterior. ¿Quién les da las noticias?

Bullrich más o menos podía tener alguna sospecha porque Clarín la estaba dejando de lado. La mafia se retiró varios días antes y la dejaba en tercer lugar, decía Milei, Massa y Bullrich.

Siempre estaba nombrada tercera, como si este fuera un orden natural, y no había notas, ni destaque, ni tapas. Y cuando hicieron el acto de despedida a la tapa fue Milei con Marra mostrando un dólar de los que intercambiaban en el conurbano bonaerense.

No hubo nada del brillante acto que hizo Bullrich o que rodeo a Bullrich en Barrancas de Belgrano. Fue un acto político colorido, impresionante. No lo mencionaron hasta la página 8 del diario mafia. Y ahí puede ser que se haya dado cuenta de cómo venía la mano, pero nunca dejó de decir incoherencias que no tenían pies ni cabeza.

No se puede construir una buena política si no se tiene un mínimo de coherencia en lo que se hace y lo que se dice, así cueste disgustos. Bueno, no ha sido el caso de Patricia Bullrich que ahora probablemente empiece un retiro inevitable. ¿Qué lugar le pueden dar? ¿Qué quiere? ¿La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires? ¿Pretende ser candidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires? ¿Gobernación de la provincia de Buenos Aires? ¿A qué puede aspirar? ¿Liderazgo en el PRO? De ninguna manera.

Difícil que lo tenga Macri. Se candidatea Larreta que, de alguna manera, quiere ver si puede seguir, aunque está defenestrado políticamente en este momento. Gastó 35 millones de dólares y sacó en todo el país -dando vueltas por toda la Argentina- el 10%. Como si hubieran tomado nota del caradurismo de Larreta que iba a pedir el voto a las provincias que robaba en la coparticipación. Es increíble lo que ocurre a veces políticamente en Argentina, a lo que se animan los políticos.

Es aliviador que no siempre les vaya bien.