Desde Santa Fe.

El diputado del PRO Norberto Nicotra tuvo que dar explicaciones esta semana en pleno recinto de la Cámara por reciclar en democracia al genocida Juan Andrés Cabrera ("Barba"), a quien él designó en la plantilla de la Defensoría del Pueblo, en 1991, cuando estaba al frente del organismo. Cabrera era PCI del Ejército y "experto interrogador" en chupaderos de la dictadura que el Tribunal Oral de Rosario ya condenó en dos juicios: en febrero de 2014, a 25 años de cárcel por 41 crímenes aberrantes y asociación ilícita y en mayo de este año, a prisión perpetua por tres homicidios. "Estas cuestiones hay que blanquearlas" porque "cada uno es lo que piensa, lo que dice y lo que hace", lo interpeló el diputado Carlos Del Frade. Nicotra se escudó en un clásico: negó cualquier "trato" con Cabrera "ni frecuente ni nada", explicó que éste siguió en el cargo hasta el año 2000 como "funcionario" de la ex defensora del Pueblo y hoy jueza de la Corte Suprema, María Angélica Gastaldi y reveló que el "mismo modus operandi" de reciclar represores en el Estado se repitió en la Universidad Nacional de Rosario y en el Concejo Municipal de Rosario.

Nicotra quedó frente a su pasado en el fragor de un debate por la "desaparición forzada" de Santiago Maldonado. El proyecto en tratamiento era de la diputada del Frente Progresista Verónica Benas y de sus colegas del peronismo Leandro Busatto y Germán Bacarella, que ‑luego la Cámara aprobó‑ para pedir la aparición del militante que fue "visto por última vez el 1º de agosto tras ser brutalmente golpeado durante la represión de la Gendarmería en la lof de Cushamen, en Chubut".

Cuando le tocó el turno, Nicotra negó la "desaparición forzada" de Maldonado. "Se ha construido un relato. No hay ninguna prueba concreta", dijo. Acusó a la familia del desaparecido por no colaborar con la causa. Hasta que el enojo lo dejó al borde del insulto. "¡Que no nos agarren por...!", tiró sin completar la frase.

 

"Estas cuestiones hay que blanquearlas porque uno es lo que piensa, lo que dice y lo que hace", lo cruzó Del Frade.

 

"Han montado una estructura detrás de una causa noble que es encontrar a este chico", volvió a acusar Nicotra. Y sostuvo que ya había una sentencia pública. "Lo mataron, está con el gorro de gendarme, falta buscar el cuerpo, cuando todavía no hay ningún indicio serio que diga que es así". "Esta es una maniobra política. ¡Ojo!, que siga porque acá en el recinto mi posición es ultra minoritaria, pero afuera la gente no se come el relato", se jactó.

Del Frade le recordó a Nicotra que "en los '90" cuando era defensor del Pueblo designó en un cargo público al "Barba" Cabrera. Y le preguntó "si esta cuestión de ir en contra de quienes pedimos la aparición con vida de Santiago tiene que ver con una perspectiva política suya que le permitió convivir con un desaparecedor y torturador de personas durante tanto tiempo. Porque si es así, estas cuestiones hay que blanquearlas. Cada uno es lo que piensa, lo que dice y lo que hace", le planteó.

"Voy a decir la verdad", prometió Nicotra. Dijo que "armó" la Defensoría "en dos meses", "vino gente de todos lados". "Lo que cuenta" es que el "principal asesor" y responsable del "núcleo intelectual y ejecutivo" del organismo era "el doctor Héctor Superti, quien "después fue ministro de Justicia de (Hermes) Binner y del gobernador (Antonio) Bonfatti".

‑ No fue ministro mío ‑lo corrigió el presidente de la Cámara.

‑ ¿No? Bueno, fue ministro de Binner ‑aceptó Nicotra.

"Yo nunca tuve nunca trato" con Cabrera "ni frecuente ni nada. Lo mismo que me pasó a mi, le pasó a la Universidad Nacional de Rosario y a la Municipalidad de Rosario con otras personas de la misma calaña de este tipo. Tal es así que esta persona fue funcionario también de la doctora Gastaldi", se desligó.

 

"Han montado una estructura detrás de una causa noble que es encontrar a este chico (Santiago)", había acusado Nicotra.

 

En ningún momento, Nicotra llamó a Cabrera por su apellido ni por lo que es. "Nadie me dijo: 'Mirá Juan Pérez hizo esto'". Y le pidió a Del Frade que se quedara "tranquilo". "El tema es como yo le digo. Lo que me pasó a mi, desgraciadamente, le pasó también con otros personajes a la Universidad Nacional de Rosario y a la Municipalidad de Rosario. Y tal es así, que (Cabrera) siguió como funcionario otros cinco años más" en la gestión de Gastaldi. "Nadie me dijo nada. No es que a mi me presentaron una nota y yo lo dejé. No es así. Yo me enteré después que pasó todo".  Además, el represor "era uno entre cien. "Éramos 102 y yo me manejaba con un grupo de diez o doce que en su mayoría eran profesionales y la cabeza ejecutiva".

Cabrera quedó al descubierto por una investigación del periodista de Rosario/12 José Maggi, en febrero 2008 y cayó un año después, en Cosquín, en marzo de 2009. "Cuando apareció el tema yo lo hablé con el doctor Superti ‑relató Nicotra‑ y quedamos de acuerdo que había sido el mismo modus operandi" de reciclar represores en democracia. "Pasó en todos lados. En ese momento nadie se presentó a decir nada. Así que quédese tranquilo que por ahí no viene la cosa", le dijo a Del Frade.