Como la detención por el acampe era insostenible y los cargos por defraudación no le parecían suficientes, Morales también acusó a Milagro Sala por tres homicidios. Lo hizo en la televisión porteña, ante la complacencia del vocero oficioso Luis Majul, quien en vez de pedirle pruebas o al menos alguna precisión sobre los hechos denunciados, se limitó a amplificar las afirmaciones de su invitado y subrayarlas con gestos de indignada aprobación. Los cargos de Morales son falsos: en ninguno de los tres casos está involucrada Milagro Sala.

Mientras Morales hablaba, a sus espaldas se veían párrafos de la Carta Abierta en la que Rodolfo J. Walsh investigó y denunció desde la clandestinidad los crímenes de la dictadura más poderosa de la historia argentina contra militantes populares indefensos. Emplear ese texto como imagen de fondo para la acusación falaz de un gobernador contra una militante popular privada en forma ilegal de su libertad agregó un costado obsceno a esa operación burda de propaganda política disfrazada de periodismo. 

 

En el mismo programa el presidente Maurizio Macrì también lanzó gravísimos cargos contra Sala y su organización. “No puede haber fuerzas paramilitares armadas distribuyendo dádivas, sometiendo gente”, dijo. Tampoco en este caso a Majul le interesó preguntar en qué se basaba el presidente para referirse a la Túpac Amaru como una fuerza paramilitar armada, lo que preanunciaba un incremento de la ofensiva oficial. 

Mientras Morales hablaba se sucedieron los zócalos que reforzaban el concepto. Algunos de ellos decían: Milagro Sala es una homicida, Milagro Sala participó de al menos tres homicidios, Milagro Sala ha dejado de ser una referente social y Milagro Sala es una gran delincuente. En cada bloque de la entrevista, el programa incluía avisos pagos del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La esposa del propagandista, María Elizabeth Conte Grand, era la principal colaboradora de la vicepresidente Gabriela Michetti en el Senado.

Cuando Morales dijo que había una orden de detención contra Sala por un intento de homicidio, se produjo este diálogo:

Majul: ¿Intento de homicidio?
Morales: Sí, intento de homicidio.
Majul: ¿Y usted cree que Milagro Sala pueda ser una homicida?
Morales: Sí, claro obviamente.
Majul: Perdón, ¿está diciendo que Milagro Sala puede participar materialmente de un homicidio?
Morales: Sí, puede participar materialmente, pero ha tenido responsabilidad en varios homicidios.
Majul: ¿Mató gente, dice usted?
Morales: Ha participado. En el caso del Pato Condorí, ella es la que da la orden de usurpar, toma las medidas, la policía deja pasar colectivos con gente armada, se da la revuelta en el pueblo y dos militantes de la Túpac terminan matando al Pato Condorí. Están presos ahora, con condena. El caso de Ariel Velázquez, en la campaña del año pasado, un militante radical obligado a afiliarse a la Túpac Amaru para poder estudiar en uno de los centros educativos. El caso de Luca Arias, también un hecho allí de una violencia importante, muere meses después pero en una situación muy compleja de mucha violencia.

Este es el elemental chequeo de la información que Majul omitió:

Luca Arias. El 24 de abril de 2007, la organización social jujeña Corriente del Pueblo informó en un comunicado la muerte de su líder, Cristian César Arias, de 35 años. Todos lo llamaban Luca, nombre que había adoptado en homenaje al cantante de Sumo. Según ese texto, en la tarde del 19 de abril de 2007, Luca ingresó a la Clínica Lavalle “con un cuadro del que luego se supo era leucemia aguda, que le provocó un derrame cerebral”. El día siguiente, “los neurólogos informaron que el compañero no presentaba actividad neuronal. El 24 de abril, su corazón dejó de latir. Luca vivirá siempre en su Corriente del Pueblo”. El certificado de defunción, firmado por la médica María Eugenia Fandiño consigna como causa de muerte “ACV hemorrágico”.

Luca tenía dos hijos con Luciana Santillán, la hija del Perro, cuyo lugar ocupó a partir de la crisis de relación del abuelo con la CCC y el PCR. Pero también Luca fue expulsado de la CCC y el PCR por diferencias políticas pero también de manejo de fondos. Entonces creó Corriente del Pueblo, que llegó a coordinar unas treinta cooperativas, desde San Salvador hasta La Quiaca. 

El ingeniero agrónomo Esteban Coronel, que fue uno de los profesores de Luca en la Facultad de Ciencias Agrarias a fines del siglo pasado, lo recuerda así:

–Era un tipo muy carismático, de lengua muy suelta, ni cerebral ni tranquilo. Extrovertido, corpulento, de pelo largo, siempre vestía bombachones y casaca militar, un estilo entre campestre y guerrillero. 

También recuerda su capacidad organizativa en los pueblitos rurales. Esto le permitía convocar marchas de seis ó siete mil personas, en las que flameaban banderas bolivianas y venezolanas. En sus tiempos en la Universidad hizo mucho trabajo de extensión a comunidades aborígenes y grupos de la Quebrada de Humahuaca. Como trabajaba en los mismos sectores que Milagro, con herramientas similares, como mejora de viviendas y organización de sectores populares era inevitable que se disputaran el territorio. No fueron ajenas a esa pulseada las fuerzas políticas de la provincia. Los contactos de Luca en Buenos Aires, con el radicalismo y con el Movimiento Evita, le permitieron resistir los intentos de Milagro por subordinarlo, en un territorio donde los conflictos se dirimen con una lógica propia, que no descarta el cuerpo a cuerpo. 

A partir de cierto estadio de crecimiento, comenzaron a verlo como un contrapeso a la Túpac Amaru. Y quedó enredado también en las pugnas internas del gabinete de Fellner, entre el ministro de gobierno Eduardo Cavadini, quien lo apoyó con la idea de moderar el peso de Milagro, y el de Infraestructura, Luis Cosentini. Covadini quería traer a Jujuy el sistema constructivo de Sergio Shoklender y Hebe Bonafini, mientras Cosentini no simpatizaba con el ascenso de Luca. 

Cavadini puso a Luca en contacto con el gobierno nacional, pero sólo desarrollaron una relación táctica, porque a diferencia de la Túpac Amaru, la Corriente del Pueblo se definía como antikirchnerista. 

En julio de 2006, Luca y Juan Maidana visitaron a Consentini en el ministerio. Dentro del despacho ministerial fueron golpeados por un grupo de tupaqueros. Dos días después, Luca dio una conferencia de prensa en la que se expresó con total normalidad. Tenía un ojo morado y cinco puntos en la nariz por los golpes recibidos. Él y Maidana denunciaron a Milagro como responsable de los golpes.

No hay forma de asociar la muerte de Luca por leucemia, nueve meses después, con aquella trifulca en el ministerio. Y nadie lo hizo hasta 2016, cuando la madre de Luca y el Perro Santillán le hicieron ese servicio a Morales. La causa no avanzó porque nunca fueron identificados los agresores y en 2009 se declaró su prescripción.

El certificado de defunción dice que murió nueve meses después por un ACV hemorrágico.

 

Hasta que en febrero de 2016 ante una presentación del acompañante de Luca aquel día, Juan Maidana, quien estaba preso por otra causa, el juez Pablo Pullen Llermanos desarchivó el expediente, declaró nula la prescripción por lesiones leves contra personas a establecer, lo caratuló como “Lesiones graves calificadas por el concurso premeditado de dos o más personas” y el 1º de abril ordenó la detención de Milagro, como deseaba Morales. 

El 6 de junio de 2017 el diario Clarín recicló el tema con un título escandaloso: “Muerte tras la golpiza de Milagro Sala a un militante”. Cuatro veces la nota identifica a Luca como “militante de la CCC”. De inmediato se difundió la desmentida del juez. Pullen Llermanos admitió que luego de leer muchos libros, no encontró un médico en todo el mundo que estableciera un vínculo entre los golpes y la declinación que acabó con la vida de Luca.

–La causa por la que él muere, que es un cáncer de sangre, no tiene ninguna relación.

De paso, explicó que había dictado el procesamiento sobre el límite de la prescripción y que a Luca lo golpearon más de 20 personas pero que solo una fue identificada. Adivinen quién.

Luego lo desmintió Luciana Santillán, la viuda de Luca Aria. Su Organización para la Liberación Argentina (OLA) anunció que la hija del Perro Santillán presentaría una demanda civil contra Clarín por la nota, en la que además se afirmó que Milagro festejó con Nando Acosta la muerte de Luca. Según la OLA, Luciana es la única querellante en la causa “por la brutal golpiza a Luca Arias que le propinara en junio del 2006 Milagro Sala junto a militantes de la Túpac Amaru”. Pero la nota está “cargada de difamaciones y falsedades sobre las causas de la muerte de Luca”. Luciana sostiene que “Sala no mató al negro Luca, al negro se lo llevó una leucemia mieloide aguda. Jamás iremos tras los planes de incriminar o judicializar a quien sea bajo cualquier pretexto de la casta judicial y el gobierno feudal y entreguista de Morales”.

Por último, el secretario del PCR en Jujuy, Eduardo Bianchi, no dejó pasar más de un día antes de refutar que Luca fuera militante de la CCC. Un comunicado que firmó el 7 de junio informa que Luca fue expulsado de la CCC el 1° de junio de 2006 como consta en un acta firmada por los delegados de 23 localidades a la asamblea provincial, que es la instancia máxima de la organización. La expulsión fue ratificada por la conducción nacional de la CCC y por el PCR, con el que tenía diferencias desde 2002. Entre los motivos de la expulsión figuran las tentativas de “fraccionar y romper a la CCC”, negociar por su cuenta con el gobierno provincial y retirar a la CCC de la lucha en las calles. También le recrimina “actitudes agresivas, patoteras con delegados y golpear a algunas delegadas mujeres. La no rendición de dinero que se había recibido de la empresa jujeña de energía, EJESA, y del Banco Macro”. Para la CCC, Luca “ya no era un dirigente del pueblo sino del gobierno”. El comunicado le atribuye “relación directa con el gobierno de Fellner y que su interlocutor era el jefe de Gabinete Armando Berruezo, el mismo funcionario que se veía con Milagro Sala. De allí provienen sus disputas”, agrega. Juan Maidana “nunca perteneció a la CCC”.

El Pato Condorí - El 26 de agosto de 2015, el portal del Poder Judicial de Jujuy informó sobre la finalización del juicio oral y público por el homicidio de Luis Darío Condorí, ocurrido en Humahuaca durante una ocupación de tierras. El Tribunal en lo Criminal Nº 3, integrado por Laura Lamas, Raúl Enrique Burgos y Humberto Mario González condenó a Moisés Oscar Lavayén a 16 años de prisión como autor y a Marco Antonio Guerra a 7 años de prisión como partícipe secundario y absolvió por falta de acusación fiscal a Miguel Angel Guerra. Los condenados formaban parte de la organización Tití Guerra, no de la Túpac Amaru, y no hay en el expediente nada que vincule a Milagro Sala con el homicidio. Pero Majul no está solo: la rama vergonzante de la prensa canalla pretende que Guerra era “uno de los colaboradores más cercanos de Milagro” y reprocha a lo que llama “el progresismo” no haber reaccionado porque “Milagro es una de las nuestras” (Ernesto Tenembaum en El Cronista del 2 de julio de 2017). 

Jorge Ariel Velásquez - No era “un militante radical obligado a afiliarse a la Túpac Amaru para poder estudiar en uno de los centros educativos” como pretende Morales, sino a la inversa. El 17 de enero de 2013 se afilió al Partido por la Soberanía del Pueblo, el espacio partidario de la Túpac Amaru, y desde 2015 cursó estudios en el secundario Germán Abdala de San Pedro. 

Después de eso, en marzo de 2015, una tía le ofreció un trabajo rentado en la campaña del candidato de la UCR a la intendencia de San Pedro, Julio Bravo. Esto sólo importa para exponer la mentira de Morales. El 7 de agosto de 2015, en San Pedro, Velázquez fue alcanzado por un tiro en la espalda y murió once días después. El 25 de septiembre, la fiscal Silvina del Valle Farall, a cargo de la investigación, sostuvo en conferencia de prensa que “está absolutamente descartado el móvil político”. La fiscal dijo que al llegar al hospital el propio Ariel “manifestó que seis personas habían querido robarle el celular”, lo cual fue corroborado por la fiscal con el testimonio de la enfermera. Para Farall se trató de un ataque por error, en un lugar “donde hay una persona que vendía sustancias alucinógenas”. Luego de 17 allanamientos, se identificó y detuvo a cuatro hombres. Uno de ellos confesó haber sido el autor del disparo. En este link, suministrado por la oficina de prensa del Poder Judicial se puede escuchar la conferencia de prensa de la fiscal. http://www.elsubmarinojujuy.com.ar/policiales/14169-farall-el-movil-politico-no-ha-surgido-a-lo-largo-de-la-investigacion-del-crimen-de-ariel

En los tres episodios los muertos, los condenados y/o los imputados por el homicidio tenían militancia política o social, pero en ninguno de los expedientes hay elemento alguno que incrimine a Milagro Sala. Eso también queda claro en el informe de la Fiscalía de Estado de Jujuy al gobierno nacional, que le solicitó elementos para responder al pedido de informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ese texto identifica a los autores del homicidio de Condorí, en el que no intervino Milagro; dice que la UCR afirma que Velásquez había recibido amenazas de tupaqueros y reclama que se investigue su muerte y narra el incidente con Arias “frente al Ministerio de Obras Públicas”, nueve meses antes de su muerte debida a la leucemia, como reconocieron sus seguidores.

 

Jorge Ariel Velázquez era afiliado al partido de Milagro Sala, no a la UCR. Y estudiaba en uno de los colegios de la Túpac.