Ya es lo suficientemente inquietante visitar el museo Madame Tussauds durante el día y caminar entre sus tantos personajes turbadoramente realistas; más aún, conociendo los orígenes de esta franquicia de galerías de cera, antaño creada por la francesa Marie Grosholtz (1761-1850), o sea, Madame Tussaud: una visionaria que se dedicó primero a las máscaras mortuorias de víctimas de la guillotina y, habiendo dominado ese oficio, procedió a hacer versiones de cera de famosos que, ya en el siglo XVIII, encantaban a las multitudes. Dicho lo dicho, la sede neoyorkina de este afamado museo se ha esmerado –y mucho- por poner los pelos de punta a sus visitantes con una macabra propuesta, ideada exclusivamente para el 31 de octubre, es decir, para Halloween. Propuesta macabra pero confortable, todo sea dicho: invitan a pasar una noche en el museo, en una habitación especialmente ambientada cual estación de subte embrujada de la Gran Manzana, aunque con todos los lujos de un hotel de primera, incluida -obvio es decirlo- la cama.

La letra no tan chica, escrita con hemoglobina, es que difícilmente la gente interesada podrá dormir esa noche cuando, a pocos metros, acecha un Pennywise de cera, y en altura, flota y vigila una réplica demasiado exacta de la demacrada Regan, la niña poseída de El Exorcista. Para más efecto, los cuartos están a pasitos de una de las áreas más populares y escalofriantes del museo: su zona “Íconos del Horror”, donde están exhibidas otras fieles reproducciones de cera de criaturas endemoniadas, como la muñeca Annabelle. “Preparate para una noche horrible, ¡no vas a poder pegar un ojo!”, avisa la invitación oficial, aclarando que el chiste sale 4 mil dólares y viene con: cocteles temáticos, una cena privada de tres platos -inspirados en films de terror-, fotografías tomadas por un profesional, ¡manos de cera hechas a medida!… También ofrecen un plan de contingencia para las personas que decidan bajar los brazos, demasiado espantadas para completar la experiencia: a disposición, una cama alternativa… en un hotel cercano. Por lo demás, el combo incluye desayuno completo, servido en la cama, siempre y cuando consigan llegar a la mañana siguiente.