Naciones Unidas adoptó ya siete series de sanciones, progresivamente severas, principalmente un embargo de armas, bloqueo de activos y prohibición de importar carbón, luego de que Pyongyang realizara su primer ensayo nuclear, en 2006. En octubre de ese año, el Consejo de Seguridad decretó un embargo de armas y prohibió la importación y exportación de algunos equipamientos y tecnología, con el fin de impedir que Pyongyang realizara ensayos nucleares. En junio de 2009, este embargo fue extendido a todos los equipamientos militares, a las transacciones financieras y a la formación técnica relacionada con el aprovisionamiento y utilización de armas y tecnología nuclear y balística. La ONU creó en 2006 un comité de sanciones encargado de confeccionar una lista negra de personalidades y entidades sospechosas de asistir a los programas militares prohibidos de Pyongyang. Esas sanciones precisas consisten en prohibición de viajes, que afectan también a familiares de personas sancionadas y bloqueo de activos. Ese régimen fue extendido en 2013 a individuos o entidades que ayudaran a Corea del Norte a eludir las sanciones. El 2 de marzo de 2016, el Consejo fortaleció las sanciones económicas e impuso un control sistemático de todas las cargas procedentes o con destino a las costas norcoreanas. La resolución prohíbe las exportaciones de carbón, hierro y mineral de hierro, salvo si los ingresos generados son utilizados para la “subsistencia” de la población norcoreana. El régimen comunista tiene prohibido también vender oro, titanio y minerales raros utilizados en la alta tecnología y ya no podrá obtener combustible para la aviación ni para sus misiles. El 5 de agosto de este año se aprobaron medidas más duras a fin de privar a Norcorea de los ingresos provenientes de sus exportaciones de carbón, hierro, mineral de hierro, plomo y de su pesca.