El Banco Central comenzó noviembre con compras por 56 millones de dólares en el mercado de cambios. En la jornada hubo una nueva caída del dólar ilegal de 5 pesos, para ubicarse en 915 pesos por unidad. La bolsa porteña registró un fuerte rebote y llegó a incrementarse más del 6 por ciento. Los bonos soberanos también marcaron subas de hasta casi 5 por ciento. A nivel internacional, se destacó la decisión de la Reserva Federal de mantener la tasa de interés en un rango de entre 5,25 y 5,50 por ciento.

Los dólares financieros se movieron en direcciones opuestas. El contado con liquidación registró un incremento del 2,1 por ciento hasta los 883 pesos, en tanto que la cotización del MEP bajó 1,5 por ciento a 840 pesos. El dólar ilegal, mientras tanto, siguió cayendo, y ya se ubica casi 250 pesos por debajo del pico de 1150 pesos anotado en octubre, cuando hubo pánico financiero por el riesgo Milei antes de la primera vuelta de las elecciones.

Durante la jornada, se destacó un importante avance de las acciones de la bolsa porteña, que venían de marcar un desplome en las últimas semanas, debido a un cambio en la composición de cartera de los inversores y el fuerte retroceso de las cotizaciones de los dólares financieros.

El índice Merval anotó un avance del 6,4 por ciento, y algunas acciones llegaron a subir hasta 12 por ciento. Los bancos fueron algunos de los más beneficiados. También hubo importantes saltos de cotización en empresas de energía y vinculadas a la telecomunicación. En Nueva York, las compañías argentinas también marcaron rebotes. La que más subió fue Supervielle, con un alza de 7,8 por ciento. Se trata de una acción que venía siendo fuertemente castigada durante el último mes.

Por el lado de los bonos soberanos, también hubo recuperación de precios, luego de la caída de las últimas semanas. Se destacó el avance del 4,8 por ciento del Global 2030, y del 2,5 por ciento del Bonar 2041.Los títulos en moneda local ajustados por inflación volvieron a subir.

En el plano internacional, la Reserva Federal decidió no modificar la tasa de interés, que actualmente se ubica por encima del 5 por ciento, una cifra que es la más elevada de los últimos 22 años. El presidente del Banco Central estadounidense, Jerome Powell, afirmó que "la inflación aún es elevada" y que "se necesitará un crecimiento más moderado y debilitamiento del mercado laboral", para poder alcanzar la meta fijada por el organismo, de una inflación en torno al 2 por ciento anual.

El funcionario agregó que “el proceso para reducir la inflación de manera sostenible al 2% tiene un largo camino por recorrer", al tiempo que descartó por el momento la posibilidad de que se dé "un recorte de tasas de interés".

Al describir la situación económico financiera de los Estados Unidos, el organismo monetario norteamericano sostuvo que "el sistema bancario estadounidense es sólido y resistente. Es probable que las condiciones financieras y crediticias más estrictas para los hogares y las empresas afecten a la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos sigue siendo incierto. Por ello el comité sigue muy atento a los riesgos de inflación".