La histórica crecida del río Paraná, que provocó inundaciones que afectaron a cientos de familias en las provincias de Entre Ríos y Corrientes, comenzó a normalizarse, aunque continúa la alerta amarilla en algunas zonas, por lo que el gobierno bonaerense decidió monitorear las islas del Delta. En Misiones, el Parque Nacional Iguazú permanecerá cerrado por una nueva creciente.
Más de 600 personas fueron evacuadas en diversas localidades de la provincia de Corrientes, ubicadas en la ribera de los ríos Uruguay y Paraná, y muchas familias tuvieron que autoevacuarse debido a las inundaciones que provoca la crecida de ambos ríos, mientras se espera que la situación empeore en las próximas horas, informaron fuentes de la Dirección de Defensa Civil.
El último informe del organismo provincial da cuenta de unos 600 evacuados y gran cantidad de autoevacuados, que abandonaron sus viviendas ante el avance del agua y destaca a las localidades de Santo Tomé, Paso de los Libres y La Cruz como las más afectadas hasta el momento.
El reciente temporal también afectó unas 520 familias de la provincia de Entre Ríos, sobre todo en la ciudad de Concordia, que impactó en clubes, costaneras, viviendas, calles y zonas de varios municipios de la costa entrerriana.
Si bien la municipalidad continúa las recorridas en zonas de riesgo de inundación, la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande indicó hoy que el río "no superará los 13,70 metros los próximos días", ya que el caudal evacuado por la represa variará entre 23.000 y 24.500 metros cúbicos por segundo.
La crecida llegó hasta la provincia de Misiones, interrumpiendo las actividades dentro del Parque Nacional Iguazú. Las autoridades habían decidido ayer reabrir sus puertas ya que había habido una normalización en el cauce del río, pero una nueva creciente obligó a cerrar otra vez el parque.
Tras superar 10 veces el caudal promedio de las Cataratas del Iguazú, la atracción, que había sido habilitada en un 70% para su funcionamiento, debió cerrar por cuestiones de seguridad, según lo señaló Parques Nacionales. Durante el cese se realizarán tareas de mantenimiento de los sectores afectados.
Por su parte, el gobierno de la provincia de Buenos Aires está realizando un "monitoreo permanente" de la situación en las islas del Delta a raíz de la crecida en los distritos de Zárate, Campana, Tigre y San Fernando, entre otros, y da asistencia a los vecinos afcetados, según un informe oficial.
El director de Defensa Civil, Fabián García, detalló los alcances de las precipitaciones en la provincia: en La Plata cayeron 52 milímetros; en Punta Indio, 48; Morón, 37; Ezeiza, 36; San Fernando, 32, Azul, 30; Campo de Mayo, 28; Nueve de Julio, 27; Junín, 13; Villa Gesell, 13; en Pergamino, 75; en San Antonio de Areco, 65; en Carmen de Areco, 62; Las Flores, 58; Brandsen, 49; Ameghino, 44; Chivilcoy, 40 y en Olavarría, 22.
Debido a la situación del río Paraná, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) se vio obligada a abrir las dos compuertas de la represa argentino-paraguaya para mitigar posibles crecidas y desbordes. La entidad comunicó que el caudal de los ríos afluentes a Yacyretá se incrementó notablemente por las precipitaciones registradas en el territorio brasileño y en la cuenca de aporte directo al embalse.
Las compuertas del brazo vertedero Aña Cuá permanecen abiertas desde antes de las lluvias --la Central Hidroeléctrica decidió su apertura el pasado 12 de octubre--, mientras que las del brazo principal no lo han estado hasta el pasado domingo.
Desde entonces, las mediciones de caudal no han hecho más que aumentar, pasando de los 17.000 metros cúbicos de agua por segundo hace una semana a los 34.300 metros cúbicos de agua por segundo registrados el jueves.
En los puestos de Ituzaingó (Argentina) y Ayolas (Paraguay), el nivel del caudal del río superó los cuatro metros de altura. Según la EYP, la apertura de todos los brazos de la represa de Yacyretá sólo había tenido lugar en dos ocasiones, ambas en pleno verano.