Esta vez, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable no quedó envuelto en una enredadera sino en una fuerte polémica. Sergio Bergman fue fotografiado anteanoche, al regresar de Chile, cargando un enorme Smart TV en Aeroparque. “Volviendo de SCL me encuentro a @sergiobergman en el avión. ¿Le parecerán caros en Argentina los TV? Se trajo 2 de Chile!!!”, comentó la usuaria de Twitter que subió las imágenes a esa red social. Tras el escándalo, el rabino ensayó una explicación: aseguró que el televisor era una donación para la fundación Mish- kan, un centro de espiritualidad judía del que forma parte y que ayer inauguraba un seminario de formación. Lo que no pudo explicar el ministro es por qué no compró el electrodoméstico en Argentina y prefirió favorecer el consumo chileno.

Bergman había viajado al país vecino para participar de un congreso sobre derecho ambiental realizado por la Organización de Estados Americanos (OEA). Al regresar, se lo vio colocando en el carrito del aeropuerto un Ultra High Definition TV de 55 pulgadas fabricado por una importante marca surcoreana. Una periodista de Radio Nacional que compartió vuelo con él  capturó el momento. Inmediatamente la imagen se viralizó, lo que obligó al funcionario a dar explicaciones. Hasta el conductor de ShowMatch y dirigente del mundo futbolístico, Marcelo Tinelli, criticó al rabino. “Por qué no los compró acá? Es un ministro que debe apoyar el comercio argentino”, afirmó Tinelli.

Los primeros en dar una versión oficial fueron los voceros del ministerio. Señalaron que se trataba de una donación y que “no tenía tiempo de comprarlo en otro lado y se había comprometido a ir con la donación, por eso lo compró allá”. Aclararon, además, que se habían pagado “todos los impuestos que corresponden”. 

Posteriormente salió el propio Bergman a tratar de explicar el hecho. “Yo tenía el compromiso de apoyar y además de dirigir lo que va a ser el centro de educación a distancia de la formación rabínica y tomé la decisión, con mis propios recursos y mis propias manos, de comprar el Smart TV que es imprescindible para las teleconferencias ya que estamos conectados con centros de formación en Estados Unidos”, sostuvo el ministro en declaraciones a Infobae. El televisor costó, según dijo, 475.000 pesos chilenos, lo que equivale a “seiscientos y algo de dólares”. Además, dijo que pagó el correspondiente arancel y el monto extra por llevar un bulto de gran tamaño.