Un grupo de jubilados de la provincia de Santa Cruz forma parte de los cien argentinos que permanecen varados en Saint Maarten por el paso de Irma. “Mamá está en la parte más alta del hotel y les queda comida y agua para dos días. Tuvieron que evacuarlos de las habitaciones porque el mar subió 23 metros y no pueden salir porque el aeropuerto quedó destruido”, contó Vilma Varela, desde Río Gallegos.

El centro de jubilados de Santa Cruz había organizado este viaje pagado en cuotas desde marzo. “Lo que era un sueño a cumplir se transformó en el peor viaje de sus vidas” dijo Vilma. 

Los familiares reciben información a través de escuetos comunicados del hotel en el que continúan alojados sus padres y que les llegan por medio del centro de jubilados. Vilma dijo que los damnificados recibieron ayuda de la embajada de Venezuela y que “es cuestión de tiempo hasta que pongan en funcionamiento el aeropuerto para que con aviones militares los trasladen a Panamá”, desde donde emprenderán el regreso a la Argentina.