El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad una resolución que establece nuevas sanciones contra Corea del Norte por sus pruebas nucleares, aunque con un texto revisado menos drástico que lo fijado inicialmente por Estados Unidos. Fue en respuesta a la sexta prueba nuclear realizada por el régimen de Kim Jong-un el 3 de septiembre. 

“Se trata de una resolución robusta”, había adelantado el embajador del Reino Unido ante la ONU, Matthew Rycroft, antes de entrar a la sesión matutina del Consejo de Seguridad, previo al debate vespertino para analizar el caso de Corea del Norte. El proyecto, duramente condenado por Pyongyang, fue impulsado por Washington y en su primera redacción fijaba un embargo en las ventas de petróleo, de gas y de productos petrolíferos refinados, pero la nueva propuesta recoge unas sanciones más reducidas. 

El borrador nuevo establece la prohibición de vender al hermético régimen gas natural o condensado y productos petrolíferos refinados que excedan el medio millón de barriles desde el primero de octubre próximo y de 2 millones de barriles a partir del 1 de enero de 2018 y durante doce meses. 

También determina que se congelen las cantidades de petróleo que se vende al régimen norcoreano para que no excedan los montos entregados durante los 12 meses anteriores a la adopción de la resolución que votó anoche, tras mucho debate, el Consejo de Seguridad. Asimismo, determina que Pyongyang no podrá exportar productos textiles.

A horas de que se concretara la votación en la sede de la ONU en Nueva York, Corea del Norte volvió a amenazar ayer a Estados Unidos y advirtió que “pagará el precio debido” si logra imponer nuevas penalidades en el Consejo de Seguridad. Con sus intentos de frenar el programa atómico y misilístico de Corea del Norte, Estados Unidos muestra su “carácter sangriento”, sostuvo una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano difundida por la agencia estatal de noticias KCNA. 

Pyongyang prometió que si la ONU impone nuevas sanciones, como finalmente sucedió, su gobierno infligirá a Estados Unidos “el mayor dolor y padecimiento que hayan atravesado jamás en su historia”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que prefiere resolver la cuestión norcoreana a través del diálogo, pero no descartó una respuesta militar y hasta llegó a amenazar con descargar “fuego y furia” sobre Corea del Norte antes de suavizar su postura, al parecer a instancias de China. Rusia, que tiene derecho de veto en las resoluciones que se votan en el consejo y muchas veces frenó los intentos de Estados Unidos de profundizar la crisis con Corea del Norte, criticó la primera versión de las nuevas sanciones propuesta por Washington, en especial un eventual embargo en la venta del petróleo a Pyongyang. 

Sin embargo, la versión final tiene metas menos drásticas, y, según explicó ayer el embajador británico ante la ONU, es fruto de las gestiones realizadas en las últimas horas para poder lograr que el Consejo de Seguridad llegue a un consenso. “Es un precio significativo para conseguir la unidad del consejo”, afirmó el embajador, adelantando una estrategia que finalmente demostró ser exitosa.

Las nue vas sanciones forman parte de las medidas adoptadas por la ONU a raíz de las pruebas balísticas y nucleares que Pyongyang viene realizando desde 2006.