Desde Esquel

La presencia en Esquel de Gonzalo Cané, secretario coordinador con los Poderes Judiciales del Ministerio de Seguridad, obedece a un solo objetivo: embarrar la cancha en la investigación por la desaparición forzada de Santiago Maldonado, a partir de su injerencia en el expediente del habeas corpus. De la lectura del expediente se desprende que fue Cané quien introdujo la hipótesis del “puestero de Epuyen”, quien se opuso dentro de la causa a que Gendarmería sea apartada de las inmediaciones de la Pu Lof (además de defender su accionar en la región) y quien estuvo presente en el rastrillaje del 16 de agosto, el mismo día en que un policía de Río Negro encontró unas vainas y balas de 9 milímetros que no fueron recogidas por el juez Guido Otranto ni la fiscal Silvina Avila. Ese día, Cané tampoco se despegó de Otranto, al igual que en el mega allanamiento realizado el lunes pasado. ¿Habrá sido su orden la de no levantar las evidencias de armas de fuego dentro de la Pu Lof? PáginaI12 pudo saber que, en los próximos días, Cané le presentará a la ministra Patricia Bullrich y al presidente Mauricio Macri un informe en el que intentará refutar las distintas testimoniales de la comunidad mapuche con el objetivo de seguir desviando la investigación por la desaparición forzada de Santiago Maldonado.

A las 9.22 del jueves, Gonzalo Cané caminaba por la calle 25 de Mayo de Esquel hacia el Juzgado Federal de esa ciudad. Entró y salió a los 40 minutos. Además de observar los últimos detalles del expediente del habeas corpus –también revisados por el abogado de la Gendarmería, Manuel Barros–, tuvo tiempo de responder a los requerimientos de más “seguridad” solicitados por Guido Otranto luego de la toma realizada por la comunidad Vuelta del Río. “Paso por el juzgado y te consigo el teléfono de la secretaria, así arreglan todos los detalles, a qué hora vienen a ver el lugar y todo”, le indicó Cané a un colaborador, según pudo saber este diario. A partir de ahora, Otranto podrá ver desde su computadora las cámaras de seguridad ubicadas en la mesa de entradas del juzgado.

Cané no sólo se ocupa de resolverle los “problemas de seguridad” a Otranto, sino que posee injerencia directa sobre el expediente del habeas corpus con el objetivo de desviar las investigaciones sobre la desaparición forzada de Santiago Maldonado. 

  • El 15 de agosto, Cané presentó en el expediente un pedido para investigar lo sucedido con el puestero de Epuyen. Durante dos semanas, el gobierno nacional se cerró en la hipótesis de que Santiago Maldonado podría haber sido herido de gravedad en un enfrentamiento con un puestero de Benetton, el 21 de julio. Para solicitar medidas de prueba, Cané presentó distintas notas de Clarín e Infobae donde se hablaba de un ataque a un puestero. 
  • El 16 de agosto, la ministra Patricia Bullrich instaló el tema del puestero en su presentación en el Congreso, además de dar a conocer el nombre de Ariel Garzí, quien había declarado ante Otranto en calidad de testigo reservado. 
  • El mismo día en que Bullrich concurrió al Congreso se realizó un rastrillaje en la Pu Lof en Resistencia, donde un policía de Río Negro encontró unas vainas y balas que no fueron recogidas ni por el juez Otranto ni la fiscal Avila. Ese día, Cané supervisó todo el operativo, tal como consta en el acta firmada por el inspector Leonardo Adrián Caporaletti, de la subdelegación de Esquel de la Policía Federal. ¿Habrá sido por la hipótesis del puestero de Epuyen que ni Otranto ni Avila ni Cané creyeron relevante recoger dicha evidencia? El secretario Coordinador con los Poderes Judiciales estuvo acompañado por el vocero del Ministerio, Leonardo Neumann. 
  • Unos días antes, el 11 de agosto, Cané defendió de manera explícita y cerrada el rol de la Gendarmería, e incluso sostuvo que debería haber seguido custodiando las inmediaciones de la Pu Lof en Resistencia. “Sobre su respuesta a que Gendarmería no esté apostada en la Lof y se cambie por otra fuerza, contesta que van a evaluarlo por la capacidad logística de otras fuerzas federales. A la fecha no se encuentra acreditado ni existe decisión judicial que haya establecido responsabilidad alguna de ningún miembro de Gendarmería. Por lo que la medida requerida debe ser analizada en el marco general de los dispositivos resueltos por el PEN (Poder Ejecutivo) dentro de su esfera de decisión. Corresponde afirmar y tener en cuenta que GNA (Gendarmería Nacional Argentina) goza de amplia consideración y prestigio entre la comunidad de la provincia de Chubut. Que esto da cuenta de la resolución 51 del Concejo Deliberante de El Maitén donde se requiere la presencia de forma permanente de personal del escuadrón de gendarmería nacional y reforzar su presencia en las demás localidades que conforman la Comarca Andina.”

La resolución de El Maitén a la que alude Cané es del día posterior a la represión en la Pu Lof. Los gendarmes que llegaron a esa localidad fueron alojados en uno de los gimnasios municipales, donados en su momento por Benetton. El intendente, Oscar Currilén suele agradecer en público el aporte de Benetton para poder pagar, en tiempo y forma, los salarios municipales.

Informe interno

Cuando salió del juzgado, Cané se sentó distendido en un bar. Este diario fue testigo cuando ahí mismo le pidió a su colaborador el teléfono de la secretaria del juzgado, Silvina Salvaré, para terminar de solucionar el “problema de seguridad” de Otranto. Resuelto el tema, siguió hablando por teléfono pero ya no de cosas livianas, sino temas bien específicos de su injerencia dentro del expediente.

“Tenemos varias escenas para refutar, cronológicamente o no. Tenemos la escena del río, la casita, la tranquera, del otro lado del río”, manifestó Cané en diálogo con un colaborador. También hizo mención al último testimonio relevante incorporado en la causa por desaparición forzada, el de Ailinco Pilquiman. Ese material de las “escenas” será parte de un informe interno del Ministerio de Seguridad que buscará “contra argumentar” los testimonios brindados por los integrantes de la Pu Lof en Resistencia, sobre todo el de Matías Santana, quien sostuvo que pudo ver cómo tres gendarmes golpeaban a Santiago Maldonado y se lo llevaban en un Unimog y el de Pilquiman, quien narró cómo fue el ingreso de Gendarmería, a los tiros, y pudo observar la entrada y salida del mismo Unimog. 

Este cronista le preguntó a Cané por qué había participado del allanamiento a la Pu Lof del lunes pasado, cuando la Gendarmería y el Estado nacional también son investigados en la causa por desaparición forzada. El funcionario de Patricia Bullrich respondió que eran dos expedientes diferentes (Hábeas Corpus y Desaparición Forzada) y que no importaba que los hechos y las “escenas”, como él definió a los lugares donde ocurrió la represión, fueran los mismos para ambos expedientes.

Pero el informe que están elaborando desde el Ministerio de Seguridad para refutar los testimonios de la comunidad mapuche –que, según pudo saber PáginaI12 sería presentado por Cané ante el propio Macri en una reunión que ya tendrían concertada– indicaría todo lo contrario: el Gobierno sí está involucrado en la causa por la desaparición forzada de Santiago Maldonado y ha puesto los distintos recursos del Ministerio de Seguridad (desde los efectivos que participaron del mega allanamiento hasta los profesionales encargados de redactar dicho informe) para defender, de manera cerrada, a la Gendarmería. 

Cané se fue de Esquel ayer por la tarde pero ya tiene todo arreglado para regresar el próximo lunes, cuando el juez Otranto vuelva a tomar declaración testimonial a los gendarmes que aún no declararon. Esto ocurrirá entre lunes y miércoles. 

“Hoy vuelvo por suerte, todo tranquilo, me subo a la camioneta, puede estallar la bomba atómica que no miro para atrás”, le dijo Cané a su colaborador del otro lado del teléfono. La persona que estaba con él en Esquel, que lo acompañaba a todos lados, de nombre Juan Manuel, hizo un llamado a la PSA para que los pasaran a buscar por el hotel y llevarlos al aeropuerto. “Hay una runfla de pelotudos detrás de Pablo (Noceti) que se creen que descubrieron el derecho”, exclamó Cané, que por un segundo perdió la calma. Su colaborador agarró su teléfono celular y le leyó una frase que pronunciada por un funcionario del Ministerio de Seguridad, de donde depende Gendarmería, es siniestra: “Los valientes nunca sienten la muerte sino solo una vez (Shakespeare)”.