El debate sobre las “fallas” en la comprensión lectora de los estudiantes de las escuelas primarias y secundarias de la Argentina es uno de los tópicos reiterados que suelen potenciar los medios hegemónicos de comunicación. En ese plano, la instalación del discurso neurocognitivo ha ganado relevancia en las agendas periodísticas desde la asunción de Mauricio Macri y la divulgación de su perspectiva educativa. Por esta razón, la proliferación de nociones que legitiman el conocimiento neurocientífico en el universo de la educación encuentran puntos de continuidad en el discurso de la información y también de la publicidad mediante gacetillas, notas de opinión/análisis, dossier y reportajes, por ejemplo. 

Al respecto, puede destacarse el tratamiento mediático que se le brindó a la visita de Doris Sommer, profesora de Lenguas y Literaturas Romances y de Estudios Africanos y Afroamericanos de la Universidad de Harvard, durante la primera quincena de agosto. En dicha cobertura, tanto Infobae como Clarín, por ejemplo, destacaron que la docente fue invitada por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires y el programa Arte en Barrios para transmitir conocimientos novedosos y hasta enriquecedores. A partir de ese plano, la construcción informativa resaltó las funciones del “programa pedagógico Pre-textos”, conducido por Sommer y orientado a la promoción de un pensamiento dispuesto a “solucionar los problemas de la vida real”. 

El proyecto mencionado, que tiene como objetivo capacitar a docentes en temáticas de analfabetismo, lectura y comprensión de textos, fue incluido estratégicamente en la agenda y vinculado con la propia búsqueda educativa del gobierno de Cambiemos: el acto de pensar la comprensión y la producción de textos desde una instancia neurológica, placentera y aplicable más allá de los contextos. 

En función de esto, la diagramación de la noticia se forjó a partir entrevistas en los que se subrayaron los puntos nodales de la perspectiva Sommer: la idea de una pedagogía lúdica, vinculada a la “diversión” y la “alegría”; la concepción de un maestro conductista; y la profundización de un esquema planteado desde la entretención y enlazado con la satisfacción y el “progreso”. 

En rigor de este alcance, el discurso de la información ubicó a esta mirada neurocognitiva en un lugar que, a simple vista, convoca distensiones y nuevos modos de encarar una manifestación educativa. Por tanto, la construcción de esta dimensión se articuló desde una instancia de apertura progresista y de equidad coyuntural, llevada a cabo por un proceso de curiosidad y ligazón artística que, más allá de sus intenciones, no tiene intenciones de profundizar ni desarrollar estrategias de entendimiento de cada estudiante. 

Por tanto, el desarrollo de esta perspectiva de comprensión lectora –que hoy se articula tras la figura de Doris Sommer– tiene una correlación constante en las coberturas de los medios hegemónicos. El caso de Infobae es interesante porque lo plantea semanalmente –desde su web– a escala continental y, en relación con Clarín, se focaliza la perspectiva de la neurociencia con opiniones y consideraciones de “especialistas”. Siguiendo esta línea, la “educación de calidad” funciona como palabra clave que acompaña esta estrategia discursiva y entiende al aspecto educativo como un semillero de potencialidad económica. De hecho, sin ir más lejos, Sommer lo detalla específicamente en el reportaje publicado por Clarín: “las inversiones no tienen sentido si no nos ocupamos de la calidad educativa”. 

A raíz de ello, la contemplación del “empoderamiento” está relacionada con un contenido que se adquiere y se deposita en todos los lugares por igual, más allá de sus escenarios, complejidades y particularidades. El fundamento, que se construye a partir de la ponderación mediática, es que los estudiantes “leen menos” y que no se constituyen sujetos críticos que puedan reclamar por sus derechos. Ahora bien, con estas cartas sobre la mesa, el interrogante recae sobre lo decible y lo no decible que intervienen esos discursos mediáticos de empoderamiento. 

Asimismo, sobre la conformación de los propósitos de la enseñanza, también surge otra cuestión ligada a la heterogeneidad postulada tanto por la narrativa mediática como por los especialistas de voz legítima en ese mercado lingüístico. En ese tránsito, se pretende incluir una homogeneización de la pedagogía y empalmar un mensaje de integración y de lógicas operativas que dialogan con las ópticas corporativas y también financieras de la educación. 

* Doctor en Comunicación. Docente FPyCS-UNLP. 

Twitter: @cristianseculG