El mayor templo cinéfilo de Buenos Aires, la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, emblema del cine-arte, cumple hoy cincuenta años y para festejarlo exhibirá la versión recientemente restaurada de La pasión de Juana de Arco, de Carl Theodor Dreyer, enviada especialmente desde París por el Instituto Francés, con la colaboración de la Embajada de Francia. Serán dos únicas dos funciones: a las 16.30 horas (con pista sonora  incorporada al DCP) y a las 20 con acompañamiento musical en vivo de Marcelo Katz. La pasión de Juana de Arco fue el primer largometraje que se proyectó en la Lugones, el 4 de octubre de 1967, iniciando una fecunda tarea de revisión de la historia del cine mundial que continúa hasta hoy y a la que se han incorporado también las mejores manifestaciones del cine contemporáneo, nacional e internacional. 

La película del danés Dreyer se estrenó originalmente el 21 de abril de 1928 en Copenhague y el 25 de octubre de 1928 en París. El elenco estuvo compuesto por Renée Falconetti, Eugéne Silvain, André Berley, el poeta Antonin Artaud, Gilbert Dalleu, Jean d’Yd y Louis Ravet, entre otros.  El prestigioso crítico y teórico francés André Bazin escribió al respecto en 1952: “…Dreyer es quizás, con Eisenstein, el único cineasta cuya obra iguala la dignidad, la nobleza, la potente elegancia de las obras maestras de la pintura, no sólo porque se inspira en ellas, sino más en concreto porque reencuentra su mismo misterio en unas profundidades estéticas semejantes. No tengamos ninguna falsa modestia con respecto al cine: un Dreyer se puede comparar con los grandes pintores del Renacimiento italiano o de la escuela flamenca…”

El propio director del film señaló sobre su obra maestra: “Cuanto más familiar me resultaba el material histórico, más ansioso me sentía a la hora de intentar una recreación en forma cinematográfica de los períodos más importantes en la vida de la virgen. Incluso antes de comenzar, era consciente de que este proyecto traía aparejadas demandas específicas”.       

Dreyer también subrayó que rompió con la tradición de construir una  escenografía y que “desde la primera a la última escena todo fue rodado en el orden cronológico. Rudolph Maté, que manejó la cámara, entendió las demandas del drama psicológico de los primeros planos y me dio lo que quería, mi sentimiento y mi pensamiento: misticismo comprendido. Pero en Falconetti, que interpreta a Juana, encontré lo que podría llamar, con una expresión un poco atrevida, ‘la reencarnación de la mártir’…”. Las localidades pueden adquirirse en las boleterías del Teatro San Martín (Corrientes 1530), a $40 pesos la entrada general y $20 para estudiantes y jubilados.