Seis días después del referéndum independentista de Cataluña, reprimido por la policía, y de la fractura social que en los últimos subió la tensión en toda España, se realizaron manifestaciones en las principales ciudades en reclamo por la unidad del Estado. Madrid ha sido el punto de mayor convocatoria.

"España es mejor que sus gobernantes. ¿Parlem? ¿Hablamos?" fue el lema elegido para una movida que se motorizó a través de las redes sociales, con mensajes en celulares. "Carles, Mariano, a ver si nos hablamos", fue el cantito más escuchado, en alusión a Puigdemont y Rajoy, los líderes en pugna, frente al ayuntamiento madrileño.

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Frente al Ayuntamiento madrileño se reclamó por el consenso entre Rajoy y Puigdemont.

Con todo, la mayor movilización fue la de los críticos de la independencia que no quieren diálogo. Con consignas como "Puigdemont a prisión", "Rajoy haz algo" o "No se dialoga con terroristas", los opositores al proyecto de la independencia catalana también coparon el centro de la capital española. La convocatoria corrió por cuenta de la Fundación Denaes, con el apoyo de grupos como Convivencia Cívica Cataluña, Hazte Oír o el Foro de Guardias Civiles, en defensa de "la Nación, la Constitución y el estado de derecho". Desbordaron la Plaza de Colón, con unos 50 mil asistentes, varios miles más que los partidarios del diálogo.

Denaes había convocado el sábado pasado a la marcha que reunió a unas 10 mil personas en la víspera del controvertido referéndum lanzado por el presidente de la Generalitat de Cataluña. Carles Puigdemont. En esa marcha se cantó el himno nacional español con la letra escrita durante el franquismo, suprimida en democracia, hubo saludos fascistas y grupos que entonaron “Cara al sol”, el himno fascista de la Guerra Civil.

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Los opositores a un acuerdo con Cataluña coparon Madrid en nombre de la unidad española.

Barcelona también tuvo su marcha a favor de un entendimiento. La ciudad donde con mayor intensidad se vive la cuestión independentista fue el escenario de una concentración en la Plaza de Sant Jaume. La convocatoria fue para pedir que haya canales de diálogo entre Puigdemont y el gobierno de Mariano Rajoy. Entre los asistentes al acto, unos 6 mil, estuvieron  la alcaldesa Ada Colau y Miquel Iceta, líder de los socialistas catalanes. “Las calles son de todos” y “Queremos paz” fueron las consignas más coreadas. También se destacaron pancartas que decían "Ni DUI ni 155", en alusión a las dos herramientas legales que Puigdemont y Rajoy tienen para usar y que llevarían la crisis a un nuevo e impredecible escenario.

DUI es la Declaración Unilateral de Independencia, el instrumento que el presidente catalán podría poner en marcha tras el resultado del referéndum, en el que el 90 por ciento de los asistentes (algo más de dos millones de catalanes) votó a favor de la desconexión de España. Para informar de la votación al parlamento regional había convocado a una sesión para este lunes. Esa sesión fue suspendida por orden del Tribunal Constitucional, y la sospecha era que allí se habría proclamado la independencia.

El artículo 155 de la Constitución de España es el que habilita al gobierno central a suspender la autonomía de una región si esta se aparta del estado de derecho. Rajoy no es partidario de embarcar al Partido Popular en ese camino e insiste en que aun no se justifica usarlo, pese a la insistencia de, entre otros, el ex líder conservador José María Aznar.

Otras ciudades con marchas a favor del diálogo fueron Valencia, Sevilla, Granada, Valladolid, Pamplona, Bilbao, San Sebastián y Vitoria. En esos puntos, hubo llamamientos al entendimiento entre Madrid y Barcelona, mientras la tensión acumulada en la última semana ha llevado a que diversas empresas barajen la posibilidad de mudarse de Cataluña, incluidas las instituciones financieras, que han sufrido fuertes retiros de depósitos desde el inicio de la crisis.