El fin de semana Mar del Plata experimentó sus primeros días de calor intenso antes del verano y las playas se llenaron de gente. Sin embargo, el frente costero fue también escenario de una visita inesperada y molesta: miles de insectos voladores dominaron el la costa en la zona céntrica, generando malestar e intriga entre la multitud que estaba aprovechando el clima favorable. Para colmo, al otro día las orillas amanecieron repletas de bichos muertos, agregando a lo ocurrido en la víspera una postal desagradable.

El fenómeno comenzó el sábado por la tarde, cuando las temperaturas rondaban los 25 grados y las principales playas del centro marplatense como La Perla, Punta Iglesia, Bristol y Varese se habían llenado de locales y turistas. Hasta que, de repente, una horda de insectos de cuerpo negro y cabeza marrón comenzó a posarse sobre los cuerpos de los bañistas, generando incomodidad y confusión, ya que al desconocerse la peligrosidad de estos bichos muchos optaron por retirarse. Otros, en cambio, se rascaban con celeridad.

Esta invasión se prolongó durante media hora, justo cuando el viento había cesado y los insectos encontraron menos resistencia eólica para volar. Además se presenció una numerosa cantidad de vaquitas de San Antonio, repitiendo lo que ya había sido noticia en octubre, curiosamente también el fin de semana siguiente al de las elecciones.

Según narró el biólogo Darío Porrini, del Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, al sitio Ahora Mar del Plata, se trató de Dilophus pectoralis, una especie “inofensiva” que no pica ni inocula al humano, más allá de la molestia e incomodidad que pueda ocasionar su presencia en cantidades tales como las vistas el sábado. Se las conocen también como “moscas picudas de primavera” y tienen un rol polinizador de relevancia. Su sugerencia fue tomarse su presencia con calma y no rascarse, aún a pesar de la pequeña comezón que pueda generar a contacto con el cuerpo humano.

Más allá de este fenómeno que es descripto como natural y propio de estas épocas del año, al otro día el frente costero marplatense amaneció con una postal desagradable: gran parte de las playas céntricas exhibían largos cordones con cuerpos de estas moscas muertas, ordenados en hileras que parecían dispuestas por la acción del mar sobre las orillas.

Tal como muestra el video registrado por Página/12, los insectos yacían durante el domingo en cantidades a lo largo de metros y metros de arena. La imagen se conjuga con otra postal aún más alarmante: la cantidad de basura y especialmente colillas de cigarrillos amontonadas alrededor de las moscas muertas, escena que se profundizó durante la jornada, habida cuenta de que la temperatura trepó a los 30 grados y eso abarrotó los distintos balnearios públicos de Mar del Plata.

Este escenario hizo recordar al que se observó un mes atrás en Villa Gesell, cien kilómetros al norte, especialmente el lunes 24 de octubre, cuando sus costas amanecieron repletas de pescados y colillas de cigarrillos. La imagen de las playas geselinas en aquel entonces eran simulares a las que ahora mostraron las marplatenses: cuerpos y basura arriados por la acción del mar en la línea de la orilla.