Este martes Google le dedicó su doodle a la atleta Marlene Ahrens, la primera mujer chilena en ganar una medalla olímpica. 

En los Juegos Olímpicos de Melbourne de 1956, Ahrens fue la abanderada y única mujer de la delegación chilena. El 28 de noviembre lanzó la jabalina a una distancia de 50,38 metros, resultado que le valió la medalla de plata.

Con este logro, sumó la cuarta medalla para Chile en su historia olímpica.

Marlene Ahrens, en los Juegos Olímpicos de 1956. Imagen Ministerio de Deportes de Chile.

Obtuvo además dos medallas de oro en Juegos Panamericanos, cuatro en Campeonatos Sudamericanos de Atletismo y una en los Juegos Iberoamericanos.

Quién fue Marlene Ahrens

Nació en la región chilena del Biobío el 27 de julio de 1933. Hija de un matrimonio alemán que emigró a América Latina. 

Cursó la secundaria en en Viña del Mar. Llegó al atletismo de casualidad. Un día estaba en la playa con mi novio. Él me vio arrojando piedras al mar y tuvo la intuición de recomendarme a los profesores de atletismo del club para que me dedicara a los lanzamientos”, contó.

Su novio  —quien luego fue su esposo—, Jorge Roberto Ebenspeger, era jugador de hockey en el club  Manquehue y la presentó a su entrenador, quien de inmediato notó las aptitudes de la joven como jabalinista.

Debutó en los Campeonatos Sudamericanos en 1954, en Sao Paulo, Brasil. Allí consiguió el segundo puesto con 41,68 metros. 

Tras quedar embarazada de su primera hija, se alejó de los entrenamientos. Retornó al deporte principios de 1956 y el 17 de marzo, en Santiago y durante el Campeonato Nacional, se apoderó del récord sudamericano con 47,64 metros.

En los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 obtuvo la medalla de plata y fue la primera mujer chilena en ganar una presea olímpica. 

En los Juegos Olímpicos de Roma 1960, volvió a ser la abanderada. Fue suspendida por el Comité Olímpico de Chile para asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, tras haber denunciado por acoso sexual al dirigente deportivo Alberto Labra.

A raíz de esa suspensión, su carrera olímpica llegó a su fin. Tras representar a Chile en el lanzamiento de la jabalina, incursionó en el tenis. En 1967 ganó el torneo de Chile en dobles mixtos junto a Omar Pabst. 

Desde 1979, se dedicó a la equitación, primero en salto ecuestre y luego en adiestramiento.

El 2016 fue distinguida por el Ministerio del Deporte por los 60 años transcurridos desde su medalla de plata.


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