"No me puedo sacar los anteojos de marxista para escribir sobre las flores de otoño." Esta oración, que parece un textual de una poeta snob o la frase elegida para vender ejemplares de una revista de arte contemporáneo, dista bastante de ser una metáfora y es, en realidad, una confesión concreta que hizo hace un tiempo Eddi Circa. Cantante española nacida en Madrid, a Lara no se le empañan las gafas de académica -se recibió en Física y está cursando su doctorado- por citar en sus letras al real G Ñengo Flow o a El Alfa, el rey del dembow.

Su último disco, EN EL BOSQUE UN CLARO, está inspirado en el libro Claros del Bosque. En él, la filósofa María Zambrano propone una nueva epistemología donde el acceso a la verdad no se da de la mano del método filosófico tradicional sino de modo intermitente. Esta es una de las ideas que más la motiva: que no hay método para acceder a ella, no tiene que ver con teorías masculinas y occidentales, sino con la sospecha, con el misterio, con intentarlo, con la magia. Eddi abre la posibilidad de escuchar el disco y alcanzar algún estado agradable de conciencia en el que de pronto sea posible comprender algo, por pequeño que sea.

  • ¿Dónde buscás el punto de encuentro con ideas aparentemente contrastantes entre sí?
  • Hay un hilo conductor que tiene que ver con el lenguaje, que en ambos casos me atrapa. En la física es importante: las cosas tienen nombres elegidos, seleccionados. Las ecuaciones, los modelos, los fenómenos, las partículas. Pienso en los nombres que me han emocionado desde el principio en mi carrera: catástrofe ultravioleta, horizonte de sucesos, nube de probabilidad, corrimiento al rojo, colapso de la función de onda, teoría cuántica de campos, colores, sabores. Sé que la Física no puede zanjar el mundo, explicarlo mo matematizarlo entero, pero es mi pequeño espacio psíquico de seguridad.

El disco anota su costado más interesante en el péndulo que mueve su bagaje teórico-feminista y las referencias reggaetoneras. Menciona a El Alfa, Don Omar (con una preciosa relectura lésbica de Ella y yo), Ñengo Flow y Rauw Alejandro. También, fuera del disco, hace unos años cantaba en Reggaeton comercial: "Yo escucho reggaeton, no es que solo lo bailo en la disco sin prestar atención". Reversionó Miss Lonely, de Sech, Justin Quiles, De La Ghetto y Dímelo Flow. Hoy pareciera que lo intelectual y el placer son ideas contrastantes. Que el goce es peyorativo y el arte asociado al placer (el reggaeton por antonomasia) algo menor. Como género puede considerarse una forma de democratización del placer, o como se ha dicho: "la música por la que se lleva el corazón en el culo".

  • ¿Qué lectura le das al género y por qué lo elegiste en tantas referencias para armar el disco?
  • Me flipa el reggaeton. Es mi vida. Los géneros que más escucho son flamenco y reggaeton. Llegué tarde a él. Antes estaba distraída, temerosa como todas de la sobresexualización. Pero cuando una entiende que los indies son peor, se entrega sin remordimiento al reggaetonio. Esto en el movimiento feminista del estado español lo aprendimos gracias a las feministas latinas, con su "Si no puedo perrear no es mi revolución". Para mí es lenguaje de amor, ser reggaetonera es como ser feminista; no hago a propósito las referencias, es que las llevo en el cuerpo.

El disco adopta la realidad como el estado cero de composición. Los movimientos laterales que ofrecen los artistas condicionarán su vínculo con la fantasía. Y ese interruptor no tendrá descanso, como tampoco puede tenerlo el cuerpo de alguien que debe someterse a jornadas extenuantes de trabajo. "Pero yo no trabajo ni una puta hora más/ Salir a las seis en invierno, eso es ilegal/ Ilegal, inconstitucional/ Eso va en contra del amor", vocifera en ABAJO EL TRABAJO.

Circa consigue la identificación absoluta sin sonar como una apuesta panfletaria sin gracia. Algo que también logra de manera brillante la argentina Mailén Pankonin en Billetes, la canción que abre su disco, Affaire. El mundo se vuelve más absurdo y es necesario apoyarse en otro lugar que brinde contención. La música acaba siendo ya no un escape sino la certeza de seguir con vida, de sabernos personas.

  • Cuesta mucho que se tomen en serio las canciones que juegan con lo que dicen. ¿Qué pensás del rol que ocupa el humor en la música?
  • Lo adoro. El exceso de solemnidad es un atraso, la vergüenza es un atraso, ¡hay que jugar! Jugar con la seriedad de une niñe que juega. A mí me gusta escribir con humor pero no me gusta mucho la ironía, prefiero la inocencia o la picardía.

Con EN EL BOSQUE UN CLARO, Circa somete su disco a un doble desafío. Por un lado, el producir una obra difícil, en comparación a la vara digerible con que se mide la música mainstream. Requiere atención y predisposición, mientras hoy gran parte de la música entra en un template peligrosamente asimilable, como discurso de derecha. Por el otro, hay una decisión que es más habitual en los artistas españoles y es su talento para el storytelling.

Esta herramienta es inseparable del pop español, donde se puede encontrar tranquilamente letras de ciencia ficción (como los bangerazos de La Prohibida, que describen aventuras de electrones y desechos de amor que orbitan el espacio), las fantasías de Hidrogenesse o la pátina que da la rutina, como el tema que Zahara le dedica a su portera, Ramona. Es como si hubiese menor temor a perder solemnidad o mejor aún: la convicción de que en lo cotidiano también puede habitar lo extraordinario.

"Nunca había considerado el tono narrativo como algo especialmente español", admite Circa. "Me encanta y de hecho para mí es algo de la bachata dominicana y puertorriqueña. Siempre he adorado que las historias de la bachata sean tan narrativas. El reggaeton bebió un poco de ello, de hecho creo que las mejores piezas de reggaeton son las más narrativas. Hablar del acontecimiento que acompaña un sentimiento lo retrata mejor que una descripción del propio sentimiento. Es bello decir 'pienso en ti', pero no es suficiente. Yo lo que quiero decir es que, por ejemplo: he mirado tu horario para saber qué estarás haciendo en este instante, estarás trabajando, te imagino; estás en un vuelo Madrid-París, ¿estarás cansada? Yo estoy conduciendo, paso por la cárcel de Alicante, me acuerdo de cuando me dijiste…"

Más cerca de un impulso que de una tradición, la música contemporánea puede encontrar múltiples ejemplos de obras inspiradas en históricas figuras u obras icónicas de artistas mujeres. Obras también hechas por mujeres. La colombiana radicada en Alemania Lucrecia Dalt, con su disco No era sólida, que parte de Un soplo de vida, de la autora brasileña Clarice Lispector. En Chile, Florencia Lira y su Alejandra, creado alrededor de la obra de Pizarnik. En Argentina, Cazzu, con su sensacional Una niña inútil, como parte del homenaje a Alfonsina Storni.

"Cuando personas de colectivos oprimidos descubren el sistema de opresión atraviesan dos momentos. El primer momento es la pena de no figurar en la Historia, de creer que efectivamente el régimen patriarcal o colonial no nos permitió estar. El segundo momento es la Búsqueda y el Darse Cuenta: la Búsqueda desesperada de escritoras, científicas, directoras. El Darse Cuenta de que sí estuvimos, pero no pasamos a la Historia", desarrolla Eddi.

"Operan entonces dos violencias: la del pasado, que dificultó el acceso de las Nadie a la cultura y demás esferas de belleza y saber, y la del presente, por sepultar en el vertedero de la historia a las que consiguieron entrar. En el primer estado una grita: ¡qué rabia! ¡no pudimos hacer! En el segundo estado una grita ¡sí pudimos hacer! ¡las voy a buscar y las voy a encontrar! Recuperar a las Nadie de la Historia es un deber personal y político de toda mujer, de toda negra, de toda gitana y de toda bollera. Sí estamos, estamos por todas partes. A ellas no las aprendemos en el colegio, tenemos que encontrarlas por nuestra cuenta. No estudié la filosofía de María Zambrano en el colegio, sólo estudié subjetividad masculina y blanca."

Eddi tiene entre sus planes dos objetivos: usar la palabra como resistencia ("Lo conmovedor es que podamos estar ilusionadas una semana laboral de nuestras vidas por una palabra que nos hace feliz") y encontrar las hendijas por donde alcanza a colarse eso que llamamos verdad. En una época primordialmente visual, donde cada vez se valora menos y hasta se llega a repudiar la palabra escrita, su postura resulta contundente. Con el mismo fervor de una sonrisa infantil que se sabe capaz de sortear cualquier tipo de penitencia, la española radicalizó su aprendizaje para expandir el desorden que implica habitar este mundo.

"Además de Zambrano he investigado filosofías hermanas como la de Helene Cixous, Simone Weil y Gilles Deleuze y he experimentado un cambio. Me lo dijo una amiga: nosotras no sabíamos que a la Verdad se accedía así. Ahora ya lo sabemos. Nuestra vida cambió, porque no era un cambio meramente epistemológico, es decir, que afecta sólo a nuestra manera de entender el acceso a la Verdad, sino que era ontológico, porque comprender distinto es una forma de existir distinto. Sin explicar necesariamente, sin zanjar."

  • En el disco dedicás un tema a Gata Cattana. ¿Quiénes dirías hoy por hoy que continuaron su legado en España?
  • El legado de Gata lo continuamos entre todas. Todas las que la escuchamos y conocimos la llevamos dentro, su nombre aparece en muchas canciones de las troncas de la nueva ola. Para mí en el tono irreverente y chulesco de Tribade y de Elvirus está parte del legado. Mis favoritas en rap español ahora mismo son las Free Sis Mafia, finísimas. Es un poco verdad que los pavos en el underground llevan haciendo la misma canción desde 2017, así que escuchar cosas frescas y raras es un gusto.


  • Encontrá más notas del NO acá, o suscribite a nuestros newsletters acá abajo ↓ para recibir todos los artículos, la agenda de shows, música nueva y los recomendados, directo en tu email.