Dos horas es el tiempo promedio entre cada femicidio que se comete en América Latina, revela el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal): el problema se reproduce en unos 26 países y territorios de esta región. En 2022 se registraron 4.050 femicidios, según cifras oficiales, y más de 400 niñxs perdieron a sus madres o cuidadoras víctimas de femicidio, pero los movimientos de mujeres y diversidades sostienen que el número se queda corto frente al peso de los subregistros.

"Estos asesinatos son la expresión extrema de la desigualdad, la discriminación y las múltiples formas de violencia contra las mujeres y niñas", sostiene el reporte del organismo, que según estadísticas propias en base a una serie de encuestas en 10 países de la región, cerca de 2 de cada 3 mujeres son víctimas de violencias por razones de género en distintos ámbitos, y 1 de cada 3 atraviesa o vivió agresiones físicas y/o sexuales por su pareja o expareja, “lo que conlleva el riesgo de la violencia letal, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Es decir que unas 88 millones de mujeres mayores de 15 años de América Latina y el Caribe, corren riesgo de sufrir diferentes tipos de violencias que pueden causarles la muerte, mientras que en el caso de las mujeres de más de 65 años, "la violencia está comúnmente normalizada e invisibilizada".

Las prácticas nocivas alcanzan también a un 4% de niñas menores de 15 años, lo que incluye matrimonios y uniones infantiles forzadas. Las conclusiones son demoledoras, ya que en la actualidad, sólo 3 de 19 países reportan información oficial sobre denuncias de violencia o medidas cautelares que permitan evaluar la eficacia de la política pública, y apenas en 7 países está regulada la atención e indemnización estatal a hijxs de víctimas de femicidio.