El presidente Alberto Fernández compartió este miércoles un brindis de despedida con los trabajadores y trabajadoras de la Casa Rosada y, en una nueva defensa de su gestión, destacó que deja "un país en marcha" y con la "tasa de desocupación más baja en muchos años".

El mandatario adelantó su despedida a este miércoles, ya que el jueves viajará a Brasil para participar de la cumbre del Mercosur que se desarrolla en la ciudad de Río de Janeiro, en su última actividad como presidente.

"Me voy con la tranquilidad de haber puesto todo lo que tenía que poner para ayudar en este tiempo, con la tranquilidad de que estamos dejando un país que está funcionando", sostuvo Fernández al comienzo del brindis, que se llevó a cabo en uno de los patios interiores de la sede de Gobierno.

En su discurso, en el que estuvo acompañado de unos pocos funcionarios, entre ellos el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y la portavoz Gabriela Cerruti, el presidente también se ocupó de poner en valor la labor de los trabajadores y trabajadoras estatales “tan injustamente maltratados”, a quienes calificó como “la columna que mantuvo el Estado en marcha”.

“Nada de lo que logramos lo hubiéramos podido lograr sin el apoyo de cada uno de ustedes, de los que están aquí", remarcó el mandatario, al tiempo que admitió que se va “con la tranquilidad de haber recompuesto el salario de los trabajadores estatales, aunque con el enorme pesar de no haber podido resolver el problema de la pobreza”.

En su mensaje de despedida, Fernández hizo además un breve repaso de sus logros de gestión que le permiten dejarle al presidente electo Javier Milei una Argentina "en marcha”. En ese sentido, destacó que el ultraderechista “no tiene que recibir un país que al año siguiente tiene que pagar 19 mil millones de dólares y al otro 18.000", como le pasó a él, y también recordó que Milei asumirá con "la tasa de desocupación más baja en muchos años”.

“Va a recibir 7.000 obras públicas nuevas en el país, 4.000 terminadas, 3.0000 en marcha”, con “140.000 familias que ya no tienen un programa de vivienda porque el Estado se las dio”, a las que se suman otras “95.000 viviendas en proceso de construcción, con lo cual, si sigue, va a haber 95.000 familias nuevas que van a poder acceder a su casa”, precisó el mandatario.

Sobre el final del brindis, insistió con que su partida de la Casa Rosada lo encontrará con la conciencia tranquila. "Me voy por la misma puerta que entré, con el mismo auto con el que entré y me voy a la misma casa de donde salí. Y espero verlos a todos ustedes siempre, poder mirarlos a los ojos porque ustedes y yo sabemos que trabajamos por la gente", expresó. 

Y concluyó: "Brindo por la felicidad de todos ustedes y por la felicidad del pueblo argentino. Brindo para que el futuro sea mejor. Como dice el flaco (Spinetta) en su Cantata de Puentes Amarillos, 'no me hagan decir que todo tiempo pasado fue mejor: mañana es mejor'. Brindemos por ese mañana".