La psicóloga y miembra de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), Cecilia Correa, junto a la sociológa María Fernanda Miguel presentaron ayer un informe en la Universidad Nacional de Salta sobre matrimonio y uniones convivenciales infantiles en Argentina. En Salta los departamentos donde se presenta esta problemática con mayor frecuencia son Rivadavia y General José de San Martín, ambos en el extremo norte de la provincia.

FEIM presentó un informe cuantitativo sobre los matrimonios y las uniones convivenciales en Argentina trabajado entre 2020-2021, durante la pandemia de la covid-19, y un índice de predicción de riesgos de uniones tempranas en los hogares (IPRUT). La actividad estuvo organizada por el Instituto de Estudios Laborales y de Desarrollo Económico de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNSa (IELDE).

El matrimonio infantil es aquel en el cual al menos uno de los contrayentes es menor de 18 años de edad. El informe cuantitativo de FEIM realizado entre 2020 y 2021 menciona que los Comités de la Convención sobre todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y de la Convención de los Derechos del Niño señalan que los matrimonios y uniones infantiles afectan sobre todo a las niñas a nivel mundial y constituyen una forma de violencia de género.

"Estos matrimonios infantiles a edades muy tempranas son mucho más comunes de lo que uno piensa", explicó Correa, al comenzar la exposición. Dijo que cuando se habla de esta problemática es común pensar que es una realidad de otros países, y de "cualquier otra parte muy lejana a la Argentina". Sin embargo, en el marco de los estudios desarrollados por FEIM, lograron situar y describir esta realidad a nivel país y aportaron algunos datos específicos de Salta.

Más de 5 mil matrimonios infantiles en Salta

Los principales datos cuantitativos fueron extraídos del Censo de población de 2010, el cual permitió saber que en el país 132.398 niñas de entre 14 y 18 años de edad se habían casado o unido de forma temprana. De ese total, 5.356 son de Salta. 

Esta información se obtuvo a partir de la pregunta del censo: "¿convive en pareja o matrimonio?" y los datos refieren al rango de edad de niñas de 14 a 18 años, ya que no se interrogó a las más pequeñas. Las especialistas señalaron que en el censo de 2022, cuyos resultados se publicaron en 2023, no se introdujo esta pregunta. Correa contó que les fue "muy complicado acceder a data oficial" e "inclusive a edades tempranas no hay un registro oficial" sobre uniones matrimoniales o convivenciales. 

El estudio de FEIM también determinó las frecuencias de casos a nivel provincial y dentro de cada provincia, a nivel departamental. Las mayores frecuencias se observan en la región del Noreste (NEA), le siguen la Noroeste (NOA), la región Centro y la Patagonia.  

En Salta, el "semáforo rojo" está en los departamentos Rivadavia y San Martín, con mayor cantidad de casos, y les siguen Orán, Anta, Guachipas, Cerrillos, Iruya, General Güemes, Molinos y San Carlos. La frecuencia de matrimonios y uniones convivenciales también es una problemática presente, aunque en menor número, en Chicoana, Rosario de Lerma, Cafayate, Rosario del Frontera, Cachi, Santa Victoria, Metán, Los Andes, La Viña, Capital, La Poma, La Caldera y La Candelaria.

Las especialistas trabajaron con 290 encuestas en 6 juridiscciones seleccionadas de Argentina: Chaco, Formosa, Misiones, Salta, Jujuy y CABA, en 2021

Miguel precisó ante Salta/12 que 50 encuestas se hicieron en Salta, 42 de éstas en comunidades indígenas, "fue a partir de algunas referentas que pudimos llegar a hacer algunas encuestas en la provincia de Salta en esas comunidades y en otras localidades que no necesariamente presentaban pertenencia étnica", explicó.

"En Salta, Chaco y Formosa se evidencia un porcentaje mayor de niñas y adolescentes unidas con hijos. Mientras que en estas provincias (Salta, el 63%; Chaco, 55,6% y Formosa, 46,7%) los porcentajes de niñas y adolescentes con hijos superan el 45%, en Misiones, Jujuy y CABA no superan el 25%", dijo.

Las encuestas arrojaron que en general las uniones infantiles son informales. El 15% de las encuestadas, que equivalía a 44 de ellas, tenía de 12 a 14 años de edad y el 85%, equivalente a 250 niñas y adolescentes, tenía entre 15 y 18 años.

En la mitad de los casos la diferencia de edad con la pareja es de 0 a 4 años; en un 31%, de entre 5 y 9 años y en el 8%, de más de 10 años de diferencia. En el resto de los casos no se obtuvieron datos.

El 26% de las niñas y adolescentes respondió que convive con su pareja o hijos e hijas solamente. Es decir, constituyen hogares biparentales. El 75% conforma hogares compuestos, convive generalmente con su familia de origen o la de su pareja (padres, hermanos, tíos, abuelos)

Las encuestas indagaron también en el consentimiento. El 92% de las niñas y adolescentes dijo que la decisión de unirse fue propia. Sin embargo, las especialistas señalaron algunos aspectos que podrían estar condicionando esas uniones tempranas como la ruralidad, el poco acceso a servicios, la pertenencia étnica, la religión, las condiciones de vida, la pobreza, la desigualdad de género, la educación de padres y madres y la trasmisión intergeneracional.

La ESI para prevenir

Consultada por las recomendaciones que realizarían a funcionarias y funcionarios para abordar la problemática de las uniones tempranas y matrimonios infantiles, Miguel señaló la importancia de profundizar la Educación Sexual Integral. 

"Hay muchos niveles de recomendaciones, algunas tienen que ver con aspectos más legales que involucran decisiones y modificaciones legislativas a nivel nacional. Otras tienen que ver con intervenciones más concretas, de abordajes que ya se hacen, todo lo que tiene que ver con la educación sexual integral, profundizar y específicamente desde la primaria", manifestó. 

Miguel insistió en la necesidad de la ESI, del trabajo en la prevención con información vinculada a la salud sexual y reproductiva y el proyecto de vida. Dijo que se requiere "fortalecer todo lo que tiene que ver con los sistemas de salud y respuesta en la salud sexual y reproductiva: formación, métodos anticonceptivos, consejerías, porque una de las causas del matrimonio infantil es la maternidad temprana, aparece el embarazo adolescente y aparece la alternativa de la unión para poder continuar con ese embarazo que en muchos casos, no son embarazos consentidos, intencionales o planificados", sostuvo.

"Hay contextos que se nos escapan que tienen que ver con contextos de pobreza o de poca accesibilidad a la educación, pero también pensamos que en esos contextos es importante pensar en sostener esas trayectorias educativas", dijo la socióloga. Explicó que es necesario retener a las niñas y niños adolescentes en las escuelas "porque de esa manera también se accede a otros derechos, el derecho a la ESI, a la información, el derecho a conocer los derechos".

Asimismo, evaluó que la implementación de la ESI "es muy dispar", debido a que en muchos casos se abordan determinados contenidos y no otros, también "hay comunidades donde esto cuesta instalar un poco más o cuesta instalar en niveles educativos inferiores como la escuela primaria". "Se piensa que es para secundaria y con un contenido estrictamente biológico y no tanto social, que es un poco lo que propone la ESI", advirtió. 

Destacó que hay educadores y educadoras bilingües que comenzaron a trabajar la ESI, pero hay materiales a los que no tienen acceso aún. "En algunas comunidades es algo novedoso pese a que la ley tiene 10 años y en otras hay resistencias de las familias, hay muchos mitos armados alrededor de la ESI, también hay que trabajar un poco eso, el significado de la ESI, poder explicar a los padres de qué se trata", afirmó. 

Miguel también aportó su opinión sobre la ESI en el marco del contexto político actual, a nivel nacional y provincial, en el que hay dirigentes que la cuestionan. "Nos preocupa que determinados discursos antiderechos terminen calando en esos espacios, (...) que a pesar de que todavía existe la ley, existe ese derecho, haya actores que por ahí legitimados por algunos discursos contrarios a la ESI se nieguen a seguir trabajando con esto". 

Además recalcó que "darle sólo un contenido biológico (a la educación sexual) quita la posibilidad de que en las escuelas se hablen de abusos, violencias, (y) derechos, cuestiones que están todas vinculadas al matrimonio infantil".

Ante la posibilidad de retrocesos, "lo que pensamos es fortalecer a la ciudadanía, la vigencia de las leyes, la apelación también a marcos internacionales que están avalando que podamos tener esto todavía vigente y el accionar de las organizaciones sociales que vienen trabajando en esto un montón, incluso en contextos adversos, seguir difundiendo la legislación y seguir trabajando con la ciudadanía", dijo.