Las puertas del Club Bahiense del Norte amanecieron con carteles de apoyo a las familias mientras que la ciudad de Bahía Blanca le dio el último adiós a las 13 víctimas del derrumbe el sábado pasado. Nueve personas continúan internadas. A la vez, varias familias empiezan a dejar los centros de evacuación aunque se siguen necesitando donaciones de alimentos no perecederos, agua potable y velas. La provincia de Buenos Aires, en tanto, solicitó al Gobierno nacional una partida equivalente a 10.000 millones de pesos para paliar los daños. 

En Bahía Blanca, el clima es luctuoso y según afirman los vecinos, "nadie está pensando en la Navidad porque la gente tiene la cabeza en otra cosa". Y es que toda la población, de un modo u otro, intenta recuperarse del shock que causó la tormenta. A los árboles aún caídos se suma el dolor de la comunidad por los fallecidos, por los daños cuantiosos, por el susto que aún no cede. 

Tal es el caso de Tatiana Ortega, que en diálogo con Radio La Brújula contó que había ido al club para ver patinar a su hija. Las dos resultaron ilesas. Ortega recordó "cómo se infló el techo" y aseguró que se salvó de morir aplastada porque se tiró "debajo del escalón de madera" de la tribuna justo cuando se estaba por caer la pared derrumbada.

A las siete de la tarde, ella llegó al club, citada por el profesor Bryan Fernando Ortega, de 26 años, una de las víctimas fatales. El primer síntoma de que las cosas no iban bien fue cuando "empezó a caer agua en nuestras espaldas" tras lo cual pudo ver "cómo se infló el techo y se cae el paredón", ante lo cual atinó a tirarse debajo de la tribuna.  "Se cayó el tablón de la tribuna encima de mi espalda con todos los escombros y cuando abrí los ojos solo respiraba polvo, estaba todo medio oscuro y había mucha agua", contó.

Sin embargo, pudo escurrirse "por las estructuras de las escaleras hasta salir a una de las puntas de la tribuna y poder correr". "Llamé a mi marido que estaba bien y ubiqué a mi hija que vio cómo se me caía todo encima", dijo. Ortega volvió para buscar a su primo, quien estaba sentado al lado suyo, pero "ya estaba sin vida", al igual que otras personas. 

Pilar Noriega, una patinadora de 18 años, estaba preparándose para subir al escenario cuando sobrevino el desastre. En ese momento, la joven escuchó "gritos y un ruido como de un rayo". "A principio pensamos que era el techo, pero era el paredón", comentó la joven al Canal 7. Y agregó que en ese momento se hallaba en un baño próximo a la pista cubierta con un telón; al salir de allí vio "mucho polvo, gritos y gente tirada".

El encargado del buffet del club, Raúl Macari, estaba dentro de su establecimiento, lindero a la cancha de básquet donde iba a realizarse el festival y recuerda haber visto "la gente corriendo despavorida y las nenas gritando por sus mamás mientras corría un viento terrible". "Me trajeron una nenita de 2 años llena de sangre que creo que fue internada después en el Hospital Penna y estuve casi todo el tiempo con ella a upa porque había que tenerla en brazos para mantenerla calentita", contó a Télam. Mientras tanto, "mi yerno, el profesor y otro amigo fueron a sacar gente de entre los escombros" porque en un primer momento "los teléfonos no funcionaban y no podíamos comunicarnos ni con Defensa Civil ni con las ambulancias ni nada".

En tanto, el fiscal de la causa, Cristian Aguilar, aseguró que "prontamente vamos a tener informes preliminares" sobre las causas del colapso, a partir del trabajo de un equipo pericial del que participan ingenieros de la Universidad Nacional del Sur (UNS) y del Colegio de Ingenieros.

"Es la tercera visita que hacemos", dijo Aguilar en rueda de prensa.  De esta tercera inspección participaron "ingenieros de la UNS y del Colegio de Ingenieros", con quienes se conformó "una junta para hacer una pericia muy amplia que permita determinar qué pasó". "Se va a sobrevolar la zona con un dron para obtener una vista aérea de cómo está el techo, las condiciones de la estructura y las medidas de seguridad", explicó el funcionario. El objetivo es determinar si hubo comisión de delito y, en caso de ser así, las imputaciones que podrían corresponder son "homicidio culposo o estrago culposo".

El representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) describió el lugar, al que la prensa no tuvo acceso: "Es una pared lateral de un estadio que está derrumbada a partir de la zona de columnas, en un largo de unos 20 metros", dijo. "Esa pared estaba arriba de la tribuna (dónde había gente sentada) y por eso se produjo el desastre", agregó. Aguilar dijo que aún no se avanzó con la investigación de las habilitaciones o la existencia de salidas de emergencia porque "lo primordial es determinar la mecánica del hecho y si esta tragedia era evitable". También explicó que por ahora la carátula es "averiguación de causales de muerte".

Mientras tanto, el intendente Federico Susbielles encabeza el Comité de Crisis que publica información oficial. El último informe señala que hay un niño entre las nueve personas todavía internadas, ocho de ellas en terapia intensiva y una ya trasladada a sala común. 

El comité remarcó que los centros de recepción de donaciones para las familias afectadas por el temporal necesitan, de manera prioritaria, alimentos no perecederos, agua potable y velas. Otros productos, por ejemplo ropa, no fueron apuntados como una primera necesidad. Las donaciones se reciben en los siguientes lugares: Universidad Nacional del Sur (Avenida Alem 1253), Casa del Pueblo (Saavedra 282), Dow Center (Martiniano Rodriguez 4895. Acceso 1) y Club Argentino (Colón 67).

Por su parte, el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, indicó que la partida presupuestaria pedida a la Nación por 10.000 millones de pesos no solo contempla la zona de Bahía Blanca, sino también Tres Arroyos, Monte Hermoso, Chasicó, Villarino Norte y el Conurbano.