Israel intensificó sus ataques en el sur de la Franja de Gaza luego de haberse asegurado el control casi total en el norte, mientras promete una guerra de meses que logre su objetivo de destruir a Hamas. El Ejército israelí anunció que atacó el martes más de un centenar de objetivos, entre ellos accesos a túneles y posiciones militares de Hamas, sobre todo en Jabalia y Jan Yunis. Según el ministerio de Salud de Hamas, 241 personas murieron durante las últimas 24 horas a causa de esos bombardeos.

"Las Fuerzas de Defensa de Israel están a punto de completar el desmantelamiento de los batallones de Hamas en el norte de la Franja de Gaza. Hemos matado a muchos terroristas y comandantes de Hamas, algunos se rindieron a nuestras fuerzas y cientos fueron hechos prisioneros", indicó en conferencia de prensa Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de Israel. El militar aseguró que sus tropas se concentran "en el sur de la Franja, en Jan Yunis", un bastión miliciano donde se cree que se esconden los líderes de Hamas.

"La guerra continuará durante muchos meses más y actuaremos de distintas maneras, de manera que el logro se mantenga en el tiempo. No existen soluciones mágicas ni atajos para el desmantelamiento fundamental de una organización terrorista, excepto la lucha persistente y decidida, y estamos muy, muy decididos", subrayó Halevi. En un artículo en el diario Wall Street Journal, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que "Hamas debe ser destruido, Gaza debe ser desmilitarizada y la sociedad palestina debe ser desradicalizada".

Netanyahu había anunciado el lunes, durante una visita a sus tropas en Gaza, que Israel se estaba preparando para intensificar los combates. La Franja de Gaza, sometida por Israel a un asedio total desde el 9 de octubre, estaba el martes aún más aislada del resto del mundo por un nuevo corte de las telecomunicaciones fijas y de Internet, provocado por "la continuación de la agresión", indicó la compañía palestina de telecomunicaciones.

"Historias desgarradoras"

La guerra obligó a 1,9 millones de personas, un 85 por ciento de la población de Gaza, a abandonar sus hogares según la ONU. Un total de 20.915 personas, en su mayoría mujeres y menores, murieron desde el inicio de las operaciones israelíes en Gaza el 7 de octubre. Israel lanzó su ofensiva tras la incursión de comandos islamistas que mataron en el sur del país a 1.140 personas, la mayoría civiles, según un balance de la agencia AFP. Unas 250 personas fueron secuestradas, de las que 129 siguen cautivas en Gaza de acuerdo a las autoridades israelíes. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que visitó el lunes el hospital de Deir al Balah, en el centro de la Franja, tras un bombardeo en el cercano campo de refugiados de Al Maghazi, dio parte de "historias desgarradoras" sobre familias enteras diezmadas. El bombardeo de Al Maghazi mató a 70 personas según Hamas. El Ejército israelí dijo, 24 horas después, que sigue "verificando el incidente".

La entrada de ayuda humanitaria a Gaza no ha aumentado de manera significativa, pese a la votación el viernes pasado en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución exigiendo el envío "inmediato" y "a gran escala". Naciones Unidas anunció este martes el nombramiento de la actual ministra neerlandesa de Finanzas, Sigrid Kaag, como coordinadora de la entrega de asistencia humanitaria para el devastado territorio palestino.

Israel suspende visas a la ONU

La ONU reiteró su "gran preocupación por los continuos bombardeos israelíes" a la Franja de Gaza, que dejaron más de un centenar de muertos desde la Nochebuena, e Israel respondió que no otorgará automáticamente visas para funcionarios del organismo por ser "cómplices" de Hamas. "Es particularmente preocupante que estos últimos e intensos bombardeos tengan lugar después de que las fuerzas israelíes ordenaran a los residentes al sur del valle de Gaza que fueran al centro de Gaza y a Tal al Sultán, en Rafah", dijo Seif Magango, vocero del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Magango remarcó que la Fuerza Aérea israelí habría llevado a cabo "más de 50 bombardeos" en el centro de la Franja entre el domingo y el lunes, incluidos ataques contra los campamentos de refugiados de Al Bureij, Al Nuseirat y Al Maghazi. "Todas las rutas que conectan los tres campamentos fueron destruidas, lo que obstruye la entrega de ayuda a los que la necesitan mientras refugios y hospitales operan en sus niveles mínimos y se encuentran superpoblados y con escasos recursos", agregó el funcionario.

Magango reiteró la advertencia de la oficina encabezada por Volker Türk acerca de que "todos los ataques deben ceñirse de forma estricta a los principios del derecho internacional humanitario, incluidos los principios de distinción, proporcionalidad y precaución". Por su parte Israel anunció que dejará de conceder de manera automática visados a los empleados de la ONU al considerar que la organización está siendo "socio cómplice" de Hamas.

El vocero de la oficina del primer ministro de Israel, Eylon Levy, acusó a la ONU de encubrir las tácticas de Hamas y anunció que Israel analizará caso por caso cada una de las solicitudes de visado que lleguen desde Naciones Unidas, una decisión que erosiona aún más la relación, que empezó a enturbiarse cuando el secretario general António Guterres endureció su mensaje ante el aumento de los muertos en Gaza. "Israel dejará de trabajar con aquellos que cooperan con la maquinaria de propaganda del régimen de terror de Hamas", advirtió Levy.

Presión por los rehenes

En Israel la presión aumenta para liberar a los rehenes. Familiares de los cautivos interrumpieron el lunes un discurso de Netanyahu en el Parlamento al grito de "¡Ahora! ¡Ahora!". "¿Y si fuera tu hijo?" "80 días, cada minuto es el infierno" se podía leer en algunas de las pancartas. Hamas exige el fin de los combates antes de iniciar nuevas negociaciones sobre un canje de rehenes por presos palestinos. 

Los mediadores egipcios y qataríes buscan alcanzar una nueva tregua, después de la que a finales de noviembre permitió liberar en una semana 105 rehenes a cambio de 240 presos palestinos en Israel, además de la entrada en Gaza de ayuda humanitaria desde Egipto. El Ejército israelí devolvió este martes 80 cadáveres de palestinos muertos en la guerra tras haberlos sacado de fosas comunes o morgues de hospitales en Gaza para comprobar que no se trataba de rehenes.

Bombardeos de EE.UU. en Irak

En paralelo a la guerra en Gaza aumentan los temores de que el conflicto se extienda a la región. Los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, afirmaron que efectuaron un disparo de misil contra un buque carguero en el mar Rojo. Los hutíes, que se declaran solidarios del movimiento islamista palestino Hamas, indicaron en un comunicado que llevaron a cabo "una operación dirigida contra un navío comercial" identificado como "MSC United", y dispararon "drones contra blancos militares" en el sur del territorio israelí.

En la frontera entre Líbano e Israel hay cruces de disparos casi diarios entre el grupo Hezbollah, aliado de Hamas, y el Ejército israelí. Nueve soldados israelíes resultaron heridos el martes en uno de esos duelos de artillería. Israel anunció que se está preparando para "todos los escenarios" bélicos en su frontera con Líbano al recrudecerse los ataques de Hezbollah, que este martes atacó una iglesia griega ortodoxa en el norte israelí y dejó 11 heridos, dos de ellos civiles.

Por su parte Estados Unidos anunció haber bombardeado tres posiciones de grupos proiraníes en Irak. Uno de los ataques fue contra una base del grupo Fuerzas de Movilización Popular en Hilla, capital de la provincia de Babilonia, al sur de Bagdad, indicó un funcionario del ministerio del Interior iraquí. En ese lugar murió una persona y 20 resultaron heridas.