La fiscalía de Bolivia acusó al gobernador de Santa Cruz y principal líder opositor, Luis Fernando Camacho, como autor, y a la expresidenta Jeanine Áñez, como cómplice, de forzar la salida del mandatario Evo Morales en 2019.

“Se ha podido identificar que su conducta [de Camacho] se adecua a la comisión de los delitos de financiamiento al terrorismo, cohecho activo, seducción de tropas, incitación pública a delinquir, asociación delictuosa”, dijo el fiscal Omar Mejillones en conferencia de prensa.

El fiscal explicó que el principal delito por el que se acusa a Camacho es por el de terrorismo y que por tal motivo se pide la pena de 20 años de cárcel. Sobre Áñez, precisó que la pena será menor, por ser cómplice.

El rol de Camacho

Empresario de 45 años y gobernador de Santa Cruz, bastión de la oposición de derecha, Camacho fue detenido el 28 de diciembre de 2022, tras la denuncia de promover el golpe de estado contra Morales.

El líder opositor, en esa época, presidía el comité cívico de Santa Cruz y pidió públicamente a Morales su dimisión, tras acusarlo de promover un fraude electoral ese año para quedarse en el gobierno hasta 2025.

Camacho anunció entonces que iría hasta las oficinas de Morales para que firmara una carta de renuncia, que la llevaría en la mano izquierda, y la Biblia en la mano derecha. Según él, la administración de entonces gobernaba alejada de los principios bíblicos.

El gobernador llegó a La Paz el 10 de noviembre de 2019, pero Morales ya había dimitido desde la región cocalera del Chapare, y días más tarde partiría hacia México. Áñez asumiría días después la presidencia.

La acusación contra Yanine Áñez

Sobre la expresidenta Áñez, el fiscal Mejillones informó que es acusada como “cómplice”.

Áñez cumple desde junio de 2022 otra sentencia de 10 años de cárcel por el delito de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.