Veinticuatro horas antes de que venza el plazo para que Carles Puigdemont informe al gobierno español si el martes de la semana pasada declaró o no la independencia de la región, el presidente Mariano Rajoy insinuó que si la Generalitat adelantara las elecciones para el parlamento catalán, no se aplicará el artículo 155 de la Constitución de España, que contempla la intervención de los tres poderes.

Tras la ambigua declaración de la semana pasada, oportunidad en que Puigdemont informó al Parlament el resultado del referéndum del 1 de octubre y declaró y suspendió en el mismo acto la independencia de la región, Rajoy lo conminó a definir la situación primero el lunes y luego estiró el plazo hasta mañana. Si el presidente de la Generalitat declarara la independencia, Madrid aplicaría el artículo 155, que suspendería la autonomía de la región e implicaría una virtual intervención del poder central. Si la negara, romperá la alianza con los distintos sectores independentistas que acompañaron sus iniciativas separatistas, sobre todo la CUP, el partido más radicalizado. 

Tras el vencimiento del primer plazo, Rajoy le dio a Cataluña 72 horas más para acordar una solución a la crisis política e institucional provocada por el referéndum, agravada por la mudanza de cientos de empresas que decidieron trasladar sus sedes centrales fuera de la región. De allí surgió la alternativa de nuevos comicios legislativos en las cuatro provincias catalanas, que le permitiría a los independentistas ratificar su mayoría parlamentaria y reencauzar las negociaciones con el poder central, que resignaría la intervención contemplada en la Constitución vigente.

Sin embargo, Puigdemont debería convocar elecciones sin reconocer que forman parte de una nueva república independiente para evitar que se aplicara el artículo 155. Desde Bruselas, Pedro Sánchez, líder del PSOE, apoyó la iniciativa y advirtió que, aunque fueran plebiscitarias no se justificaría la intervención del poder central..

Cabe señalar que aunque Rajoy decidiese ir a fondo con el 155, éste no se activaría en forma automática, ya que necesita la aprobación del Senado y en el ínterin los catalanes podrían llamar a elecciones, lo cual descomprimiría la crisis.