Israel advirtió que la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza continuará "a lo largo" de 2024, después de una Nochevieja marcada por incesantes ataques al territorio palestino asediado y lanzamientos de cohetes contra Tel Aviv.

Casi tres meses después del inicio de la guerra, el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, anunció a las tropas que algunos reservistas harían una pausa para prepararse para "combates prolongados". El ejército "debe planificar con anticipación, ya que se nos pedirá que realicemos tareas y combates adicionales a lo largo de este año", señaló.

La guerra aún durará durante "numerosos meses", advirtió la semana pasada el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. El ministro de Seguridad Interior, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, pidió este lunes un retorno de los colonos israelíes en Gaza después del conflicto e "invitó" a la población palestina a emigrar fuera de la Franja.

Netanyahu comprometido ante la Justicia

Al mismo tiempo, la política interna israelí se siguió fracturando: el Tribunal Supremo infligió un duro revés al gobierno de Netanyahu al invalidar una medida clave de la controvertida reforma judicial, que ya había provocado una oleada de protestas entre enero y septiembre en Israel. El ministro de Justicia, Yariv Levin, criticó que el Supremo tomara esta medida en plena guerra, "lo que va en contra de la unidad necesaria en estos días para el éxito de nuestros combatientes en el frente".

En el sur de la franja de Gaza siguieron los combates: se reportaron disparos de artillería y ataques aéreos contra las ciudades de Rafah y Jan Yunis en Nochevieja. Al menos 24 personas murieron según el ministerio de Salud de Hamás. Además, 15 cuerpos de una misma familia fueron recuperados bajo escombros de una casa bombardeada el domingo por la noche en Jabaliya, norte de Gaza. "Cada día es como el anterior: bombardeos, muerte y masacres", lamentó Sami Hamouda, de 64 años, quien dijo que era la casa de su primo la que habían destruido.

También había desolación en Deir al Balah --centro de Gaza-- donde los habitantes y miembros de los servicios de emergencias intentaban sacar a los heridos de debajo de los escombros. En varias partes de Israel, las sirenas de alerta sonaron al comenzar 2024. Periodistas en Tel Aviv vieron a los sistemas de defensa interceptar cohetes en el cielo, llevando a algunas personas que celebraran a correr en busca de protección.

Los planes de limpieza étnica

Itamar Ben Gvir, ultraderechista y ministro de Seguridad Nacional del Gobierno israelí, instó este lunes a promover la emigración de la población palestina de Gaza para que los colonos judíos que se fueron de la Franja en 2005 puedan volver. "Debemos fomentar la migración de los residentes de Gaza. Es una solución correcta, justa, moral y humana. Tenemos socios en todo el mundo a los que podemos ayudar", declaró Ben Gvir, sumándose a las peticiones hechas por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que apeló a medidas similares para los 2,3 millones de gazatíes.

"Promover la migración de los residentes de Gaza nos permitirá traer a casa a los residentes" de asentamientos como Gush Katif, dijo Ben Gvir, en referencia a una de las colonias en Gaza que Israel desmanteló en 2005, cuando se retiró de dentro del enclave.

Mientras las autoridades israelíes han dicho hasta ahora que el desplazamiento interno de 1,9 millones de gazatíes -el 85 % de habitantes de Gaza- era una cuestión temporal, desde grupos de ultraderecha israelíes se va insistiendo en la necesidad de que los palestinos salgan de la Franja para recolonizar el territorio.

Esta apelación ha ido ganando peso entre grupos procolonización, y Smotrich y Ben Gvir, colonos ellos mismos y dos de los principales ministros ultraderechistas del Gobierno de Netanyahu, se han ido haciendo eco de ello los últimos días. “Necesitamos fomentar la migración desde allí. Si hubiera entre 100.000 y 200.000 árabes en la Franja y no dos millones, toda la conversación sobre el día después sería completamente diferente”, dijo Smotrich.

“Quieren irse. Llevan 75 años viviendo en un gueto y están necesitados”, añadió, y subrayó: "No creo que haya nadie en Israel que no quiera ver asentamientos judíos en todas partes" de Gaza. El ministro de Finanzas realizó hoy declaraciones parecidas, y aseguró que "Israel controlará permanentemente la Franja de Gaza".

"El peor año de mi vida"

En la Franja de Gaza, según la ONU, el 85 por ciento de la población ha sido desplazada. "Las condiciones de vida resultan desesperantes", dijo Mostafa Shennar, vendedor de café de 43 años refugiado en Rafah. "El año 2023 fue el peor de mi vida", lamentó Ahmed al Baz, de 33 años, quien tuvo que abandonar su casa en Ciudad de Gaza y vive en un campamento improvisado en Rafah, en el sur del territorio. El asedio impuesto por Israel dejó a los gazatíes con una escasez de comida, agua, medicamentos y combustible, aliviada solo por camiones de ayuda que entran con cuentagotas. Unos 120 entraron el domingo.

En el otro enclave palestino, en Cisjordania ocupada, la violencia se recrudeció desde octubre y, según la oenegé israelí Yesh Din, las agresiones de los colonos judíos alcanzaron niveles récord, con al menos 10 muertos.

Los mediadores internacionales continúan los esfuerzos por alcanzar una nueva pausa en la guerra. Una delegación de Hamás visitó El Cairo el viernes para discutir un plan egipcio de treguas renovables, liberación escalonada de rehenes a cambio de la liberación de presos palestinos, y el fin de la guerra, indicaron fuentes cercanas a Hamás.

El conflicto también acentuó las tensiones en Oriente Medio, tanto en la frontera entre Israel y Líbano como en el mar Rojo. Una embarcación iraní entró este lunes en esa zona marítima, donde los rebeldes hutíes de Yemen, afines a Irán, multiplicaron los disparos contra barcos comerciales vinculados a Israel. Estados Unidos, junto con otros países occidentales, patrulla por esa zona para proteger el tráfico comercial y los intereses israelíes.