Las lluvias generalizadas en toda la región, y particularmente para este caso, en el Estado Plurinacional de Bolivia, donde nacen los ríos que surcan el norte salteño, vienen provocando crecientes, con algunos desbordes, en el Pilcomayo, el Bermejo y otros ríos menos caudalosos, como el Itaú. Los informes de la zona norte salteña dan cuenta de subidas y bajadas del nivel de los ríos, con la consiguiente zozobra de habitantes de las riberas, que ya han pasado por experiencias de inundaciones. 

Es lo que se viene viendo en el extremo noreste provincial, en jurisdicción del municipio de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, donde varias poblaciones están recostadas sobre el río Pilcomayo. Anteanoche familias de la comunidad indígena Misión San Luis debieron trasladarse, aunque el resto de poblaciones no han debido enfrentar por ahora avances significativos de las aguas y en esta zona ya llegó la asistencia del gobierno de Salta, al menos en parte. 

En cambio, la situación parece más acuciante al oeste, siempre en el límite con Bolivia, donde 26 familias quedaron aisladas en el paraje Campo Largo luego de que una crecida del río Itaú provocara un alud que cerró el camino. Desde ese lugar llegaron ayer pedidos de ayuda y asistencia con alimentos y agua potable, que solo podría llegar por vía aérea.

Medios de comunicación de la zona reportaron que hubo "un gran alud" en Campo Largo, en medio de una fuerte tormenta en toda la región. El barro y la madera que arrastró hicieron desaparecer literalmente el camino y dejaron aisladas a 26 familias. Campo Largo se encuentra cerca de Acambuco, en jurisdicción de la localidad de Aguaray, y limita con Bolivia. De hecho, habitualmente sus habitantes se proveen en aquel país, del que están separados solo por el cauce del Itaú. 

Docentes del Colegio Secundario Rural 5186, de Acambuco, difundieron un pedido de ayuda para estas personas. "A partir de las intensas lluvias el río desbordó, dejando marginadas a las familias", indicaron. Describieron que en la zona no hay red de agua potable: "El agua que tomamos es de vertientes y con las crecidas del río el agua está totalmente turbia", informó el docente Ricardo Luis, que actuó de vocero de la comunidad educativa. Después de pedir alimentos para estas familias, contó que no saben "a quién recurrir pues no se reciben respuestas de nadie". "Como docentes de hace más de 13 años en la zona hemos sido testigos del abandono que sufren las familias, el mal estado del camino, y la poca asistencia que reciben", lamentó. 

Desbordes y traslados 

Si bien el río Pilcomayo estaba en bajante ayer, con 5,45 metros, anteanoche unos desmoronamientos obligaron a familias de la comunidad Misión San Luis a trasladarse a puntos más alejados del cauce. El Ministerio de Desarrollo Social de la provincia indicó que colaboró con este traslado. 

A pesar de ese desborde habitantes de Santa Victoria Este, a cuya jurisdicción pertenece esta comunidad, aseguraron anoche a Salta/12 que por el momento "no hay peligro para la zona". Sin embargo, Alejo Gallardo, de Misión La Paz, expresó preocupación por el estado de los anillos de defensa. Según afirmó, la Secretaría de Recursos Hídricos de la provincia no hizo un relevamiento previo de su estado; personal de esta área llegó recién ayer a la zona. 

Hasta ahora los desbordes no fueron de gran magnitud, pero cada uno genera situaciones de miedo en la gente, explicó un lugareño.

La semana pasada el intendente Rogelio Nerón recorrió las defensas y con la máquina de la municipalidad de Santa Victoria Este se rellenaron las grietas de algunas de ellas. 

Dino Torres, del paraje Santa María, uno de los más septentrionales de la zona, sintetizó la situación de las personas que habitan ese amplio territorio: "Está crecido el Pilcomayo, sube y baja" porque en "Bolivia está lloviendo en las zonas altas, esas aguas son las que llegan". "Por ahora estamos todos tranquilos, pero hay un alerta amarilla en Bolivia por crecida de varios ríos, en la zona céntrica y en la zona sur de Bolivia". 

Las copiosas lluvias y los desbordes en la alta cuenca, en territorio boliviano, afectaron el 2 de enero a pobladores de La Victoria, paraje ubicado en la frontera con la Argentina, en jurisdicción de la ciudad de Villa Montes. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de Bolivia emitió una alerta naranja que se mantendrá hasta el 6 de enero, porque las lluvias podrían ocasionar la salida de cauce de varios ríos, entre ellos, el Pilcomayo, y su consecuente crecida en la cuenca baja, del lado argentino. 

Trabajos de la Municipalidad sobre los anillos.

El niyat(cacique) de la comunidad La Puntana, Pablo Solís, lamentó que cada año se repitan estos inconvenientes. "No es prioridad para el gobierno y el intendente de darle solución a esta problemática", cuestionó. Pasa lo mismo con los caminos, en mal estado casi siempre, a pesar de que "se lo planteamos a diferentes organismos del gobierno que los arreglen". Pasan los años y "todo sigue igual. No somos escuchados. Más en estos tiempos de lluvias, muchas veces nos quedamos aislados, no podemos salir en los casos de emergencias", describió antes de expresar su deseo de que "esta vez, con la recorrida de esos funcionarios del gobierno, se haga algo".

Reunión del COE hoy 

El ministro de Desarrollo Social, Mario Mimessi, y el secretario de Asuntos Indígenas, Luis Gómez Almaras, estuvieron en Santa Victoria Este. El gobierno informó que junto al intendente Nerón recorrieron los trabajos que se ejecutan en la ribera del Pilcomayo para evitar inundaciones ante las precipitaciones de la temporada estival. 

Los funcionarios empezaron la recorrida en el límite con Bolivia, el Hito 1, y bajaron viendo los anillos de contención en los parajes La Puntana, Santa María y Pozo la Yegua. En esos lugares Recursos Hídricos reforzará las defensas. Se indicó que para tratar de morigerar los efectos de las crecidas "se realizarán tareas de ensanchamiento del muro de contención del anillo de Pozo la Yegua, que es el sitio que se acerca más al cauce del río Pilcomayo y tiene mayor riesgo de inundación. Allí se instalarán dos máquinas retroexcavadoras, una pala cavadora, una pala retroexcavadora de apoyo, con personal técnico del Municipio y operarios de Recursos Hídricos de la Provincia. La reparación de este sector demandará entre 8 a 10 días", precisó el gobierno.

Está previsto que hoy se reunan en Santa Victoria Este referentes de las distintas áreas del gobierno que integran el Comité de Emergencia (COE) junto a Defensa Civil e integrantes de Asistencia Crítica para consensuar la forma operativa de proceder en esta época estival, que se presenta lluviosa, con las consiguientes consecuencias. 

Según se informó oficialmente, el ministro de Desarrollo Social se reunió también con los concejales de Santa Victoria Este y el intendente para informar sobre el protocolo de acción previsto para afrontar la temporada de lluvias y también sobre la conformación de un equipo interdisciplinario que llegará este jueves "para articular los trabajos de contención y asistencia a la población".

El intendente destacó que esta modalidad de trabajo se mantendrá por “dos meses, entre enero y febrero", con el propósito de "evitar que la emergencia climática afecte a las comunidades" indígenas, que constituyen la mayor proporción de habitantes de ese territorio. 

Por otro lado, la directora de Protocolo, Gabriela Locuratolo, informó que "se está monitoreando el camino que va a Rancho el Ñato", que tiene "bastante agua" pero aùn "las personas se pueden movilizar a caballo y en moto sin mayor dificultad", sostuvo.

Desprendimientos de rocas en la ruta 33.

Sobre el otro gran río que atraviesa el norte salteño, el Bermejo, se informó que está crecido pero con tendencia a la baja. Sobre todo "se mantiene informada a la población ribereña en el tramo comprendido entre las estaciones Embarcación y Sauzalito", sostuvo el gobierno.

En otras partes de la geografía salteña las lluvias siguieron provocando contratiempos. Ayer la Subsecretaría de Defensa Civil de Salta advirtió que en los Valles Calchaquíes, en la ruta provincial 33, a la altura de la Cueva del Gigante, se debía transitar "con mucha precaución por desprendimiento de rocas". Esta ruta conduce al turístico pueblo de Cachi.