En marzo de 2023, la Selección Sub 20 a cargo de Javier Mascherano fue eliminada en primera ronda del Sudamericano que se realizó en Colombia. Sacó tres de 12 puntos en disputa. “No hay excusas. Fallé y tengo que reconocerlo. Lo Lamento por los chicos, porque no los pude ayudar”, fueron las declaraciones del ex River y Barcelona, luego de aquella frustrada estadía. Ese traspié lo llevó a poner la renuncia a disposición y Claudio “Chiqui” Tapia tuvo que poner paños fríos sobre esta decisión que sorprendió a todos. Lionel Messi y Scaloni también interfirieron para revertir esta determinación.

Las críticas sobre su nula experiencia como entrenador no tardaron en llegar, pero el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino desoyó lo que apuntó el entorno y decidió apoyarlo. Lo convocó a que se quede, con las esperanzas de que el Mundial que iba a hacerse en Indonesia, se realizara en el país y pudiera tener oportunidad de revancha. Y además, para sostener el “proyecto de Selecciones Nacionales” que se rige en la búsqueda de entrenadores jóvenes, involucrados con un ADN albiceleste que desde hace años renueva estructuras pasadas.

Mascherano, entonces, revocó su renuncia. "Es que cuando uno decide seguir en el fútbol después de haber sido jugador lo hace con la ilusión de realizar las cosas de la mejor manera posible y esa era mi intención dentro del fútbol juvenil. Y quiero aclarar que soy consciente de que en el fútbol profesional hay que competir, pero eso no significa que dirigir al seleccionado Sub 20 sea para mí solo un experimento", dijo el ex mediocampista en una entrevista en la televisión, ante las consultas de su intento de alejamiento y su posterior decisión de permanecer.

Y explicó: “Lo que terminó inclinando la balanza para que volviera a dirigir el Sub 20 fue que la gente que estaba en el día a día me dijera que tenía que volver a estar aquí, aunque les aclaré que yo siempre creí que no hay nadie imprescindible en ningún lugar".

De vuelta a los entrenamientos en el predio de AFA, el objetivo primordial estaba puesto en el Mundial en donde la Selección Sub 20 iba a ser local. A la cabeza del Grupo A (que se completó con Uzbekistán, Guatemala y Nueva Zelanda) terminó en la punta de la tabla, pero en los octavos de final se topó con Nigeria y no hubo nada que hacer contra “Las súper águilas”. 2-0 y afuera.

"Lo que siempre dijimos, al final (hay que) entender que en este juego muchas veces el merecimiento no tiene nada que ver con el resultado, ellos tendrán que levantar la cabeza y seguir con sus clubes ahora, la vida sigue. Nos duele en el alma porque hicimos todo para poder seguir en el campeonato, pero me voy con la tranquilidad de que hoy fuimos nosotros, el equipo mostró mucha tranquilidad a la hora de jugar contra un rival muy físico, hicimos el partido que teníamos que hacer y no se pudo dar", fue la reflexión del entrenador argentino, luego de la derrota.

Y aclaró por si acaso: "Antes de volver hablamos con Chiqui y le dije que mi renuncia iba a estar todos los días en su escritorio. Cuando quiera y sienta que no soy indicado, me voy a casa y no hay problema. Mientras él crea que tenga que seguir, aquí estaré",

Volvamos a empezar

Luego de estas experiencias como entrenador, en las que comenzó a rellenar su currículum con torneos de importancia, pero en las que la palabra derrota se empezó a colar cada vez más seguido, la búsqueda de éxitos – porque eso es lo que maneja la vara de si funciona o no, más allá de que haya un proyecto formativo detrás – se volvió la ansiada llave para abrir esa puerta que lo ponga más cercano a los “héroes de Qatar”.

“Nuestra propuesta es ser protagonistas, tener juego asociado y tratar de jugar en campo rival. Sabemos que Argentina, sobre todo en selecciones juveniles, siempre ha sido protagonista y trataremos de ser fieles a eso”, explicó “El jefecito” en una entrevista con el sitio oficial de AFA, a principios de 2022, cuando iniciaba su camino como entrenador. Ese es parte de su proyecto de fútbol, con el que se embanderó desde su llegada a los pasillos del predio de Ezeiza, actualmente conocido como Lionel Andrés Messi. Parte de su propuesta también está vinculada con lo formativo, algo que no negocia en pos de ganar como sea.

“Hay muchos jugadores que ya empiezan a jugar y a saborear el fútbol profesional. Vamos a trabajar en esa transición de estos chicos que están dejando el amateurismo para transformarse en futbolistas profesionales”, aseguró en ese reportaje que sirvió como carta de presentación para un novato entrenador, que en su época de jugador no solo se consagró a la eternidad por sus aptitudes dentro de un campo de juego, sino por dejar una arenga repetida hasta el hartazgo en los momentos decisivos de la alta competencia. “Hoy te convertís en héroe”.

Lo que se viene para Mascherano es el Preolímpico de Venezuela que comienza el 20 de enero, en el que buscará conseguir uno de los dos boletos disponibles para los Juegos Olímpicos de París 2024. En su raid de amistosos frente a Japón, Ecuador y Lanús, lo que se vio fueron ensayos de equipos posibles en los que entusiasman nombres como los de Valentín Barco (ex Boca), Federico Redondo (Argentinos Juniors), Ezequiel Fernández (Boca), Thiago Almada (integrante de la Selección mayor que se consagró en Qatar), Cristian Medina (Boca) y Pablo Solari, entre otros.

La Albiceleste integrará el Grupo B que se completa con Paraguay, Perú, Chile y Uruguay. Los dos mejores de esa zona avanzarán al cuadrangular final con los clasificados del Grupo A conformado por Brasil, Colombia, Ecuador, Venezuela y Bolivia. El debut será el día después de la inauguración del certamen, frente al conjunto guaraní y allí se pondrá en marcha una nueva oportunidad para el ex capitán de la Selección. Será la chance de quitarse esa famosa “mochila” de haber perdido tres finales como jugador y que eso, como dijo alguna vez, se traslade negativamente a los jugadores que les tocara dirigir.

"Personalmente estaba convencido de que era perjudicial mi presencia porque mi nombre va pegado al de la Selección mayor, y sobre todo en los últimos tiempos donde como jugador perdimos esas tres finales. Eso estaba instalado en la gente y era una mochila que no quería pasársela a los chicos", fue lo que dijo Mascherano, cuando decidió dar un paso al costado de su rol de entrenador. Pero lo cierto es que eso ya forma parte del pasado, el presente le renueva los votos para mantenerse en combate frente a la palabra “fracaso” que siempre está al acecho si el éxito no se apresura.

“Deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción: los seres humanos de vez en cuando triunfan. Habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan… Y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando”, explicó Marcelo Bielsa alguna vez. Allá se embarca Mascherano y arriba a Venezuela, en busca de convertirse en la excepción.