La primera Feria del Libro del año puede ser la última que tenga los libros con precio único de venta al público, si se deroga la ley 25.542 que fomenta la actividad librera, como establece el proyecto de Ley Ómnibus. La 4° Feria del Libro de la Costa empezará este miércoles 17 en San Clemente del Tuyú, el jueves 18 y el viernes 19 se instalará en Santa Teresita, el sábado 20 y domingo 21 llegará a San Bernardo para terminar el lunes 22 en Mar de Ajó. Los seis días funcionará de 18 a 0, y participarán editoriales como Sudestada, La Cebra, Cuenco de plata, Milena Caserola, Ediciones Bonaerense, Pupek, Malisia, Eloísa Cartonera, Mil Botellas, EME, Pixel, La Flor Azul, Biblos, Punto de Encuentro, Club Hem y Homosapiens, entre otras. La apertura de esta edición, que se realizará el jueves 18 a las 19 en la Carabela Santa María en Santa Teresita, estará cargo de la socióloga, historiadora y educadora feminista Dora Barrancos. En el mismo lugar, el viernes 19 a las 20, el poeta, editor y artista plástico Washington Cucurto dará una charla sobre la experiencia de edición y difusión de Eloísa Cartonera, editorial que cumple veinte años.

Ana Asprea, de La Cebra, editorial que desde 2006 publica libros de filosofía contemporánea, psicoanálisis y feminismos, recuerda que la ley de fomento a la actividad librera que dispuso el precio único de venta al público favoreció el nacimiento de muchísimos proyectos editoriales. “Es conocida la historia del conflicto que originó la sanción de la ley en 2001: era imposible la competencia de las librerías pequeñas con las grandes superficies, la relación era totalmente despareja”, repasa la editora. “Entre librerías y supermercados no hubo entonces ni habrá en adelante relación de fuerza posible y la compra masiva del material bibliográfico, y su venta a precios irrisorios hacía antes y hará ahora imposible la subsistencia de las librerías pequeñas y barriales. Eliminar el precio de venta único liquidará lisa y llanamente a gran cantidad de librerías, en nombre de una supuesta libertad de mercado, un precepto ideológico que pasa por alto un acuerdo transversal del 99 % de las miles de personas que nos dedicamos día a día hace años a esto. Simplemente, quieren destruir toda esta diversidad bibliográfica, toda la potencia cultural y política que de ahí surge”.

Milena Caserola, dedicada tanto a la narrativa como a la poesía, al ensayo de ciencias sociales y temáticas de feminismo y diversidad, también nació entre 2005 y 2006. El editor Matías Reck subraya que para el mundo del libro el PVP (Precio de Venta al Público) es como la democracia. “En 2023 se festejaron 40 años del fin de la dictadura y 22 años de la regulación que hace que en todas las superficies el libro se tenga que vender a un mismo importe, haciendo que la libertad de mercado se rija por los contenidos y no por la diferencia de precios que pueda haber entre una librería y otra o entre un supermercado y una librería. Cuando el Estado interviene en el mundo del libro (en la Argentina lo hace muy poco) es para favorecer al sector. En el caso de la derogación de la ley 25.542, el Estado argentino interviene con un exabrupto, con algo incomprensible, con una desregulación que no pidió ni Mercado Libre, ni Coto, ni McDonald’s con su Cajita Feliz; es simplemente para meter ruido, distraer, complicar y entorpecer lo poco que nos queda: la lectura”, concluye Reck.