Tras las amenazas recibidas en los últimos días por el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, su par bonaerense, Axel Kicillof se comunicó con él para solidarizarse y ponerse a su disposición. De acuerdo a información difundida por fuentes del Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires, se detectaron "conexiones" entre bandas de ambos distritos.

De acuerdo a lo informado, "el equipo del Ministerio de Seguridad bonaerense está colaborando con la provincia de Santa Fe y en varios hechos de la provincia de Buenos Aires se logran establecer conexiones con bandas que operan desde Rosario". Además, ambos mandatarios convinieron mantenerse "en contacto para abordar cuestiones relacionadas tanto con la seguridad como demás problemáticas en común".

Desde el entorno de Kicillof destacaron la importancia de "poder siempre coordinar los trabajos para que no se trunquen en los cambios de jurisdicciones y la burocracia no arruine las investigaciones".

Los hechos

El pasado lunes, en Rosario, un hombre de 55 años fue asesinado a balazos en la vía pública por dos personas que le dispararon desde una moto. Antes de huir, los atacantes dejaron en el lugar una nota con amenazas dirigidas a Pullaro. En el texto cuestionaban las políticas implementadas por la gestiona santafesina en materia de narcocriminalidad. Ese mismo día fue hallada una amenaza dirigida al gobernador en una oficina del Ministerio de Desarrollo Social de esa ciudad. Además, entre el viernes y sábado últimos fueron reportadas otras tres amenazas en su contra en las paredes de dos escuelas públicas y en un centro de salud municipal. En los tres casos realizadas con aerosol color rosa y el mismo texto: "Pullaro narco, con los presos no se jode".

Las pintadas y notas forman parte de una seguidilla de amenazas realizadas contra Pullaro quien, tras asumir su mandato el 10 de diciembre pasado, implementó, con apoyo del Ejecutivo Nacional, diferentes medidas contra el crimen organizado vinculado al narcotráfico. 

El propio Pullaro informó que, debido a las intimidaciones recibidas, su familia ya no reside en la ciudad de Rosario.