La muerte de Umma conmocionó a todo el país. Dirigentes políticos de todos los signos expresaron su repudio, enviaron sus condolencias y subrayaron que no hay partidismos ante el asesinato de una niña. Sin embargo, la senadora provincial de Juntos por el Cambio Florencia Arietto, utilizó la muerte como un portal directo y sin escalas hacia la mentira.

En un canal afín a su ideología (de hoy), Arietto apuntó de lleno contra el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Con el silencio del entrevistador como impulso, la abogada penalista formuló un monólogo que recreó sus dichos a Viviana Canosa, y "entró en la Provincia con metra", pero en esta ocasión, tan sólo disparó municiones infundadas.

La vecina de Recoleta, que nació en el partido bonaerense de Salto, primero hizo foco en que "la política de seguridad de gobierno tiene que ver en qué lado te parás". Ella, que en 2017 cuestionó a Patricia Bullrich por la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado a manos de "gendarmes desbocados y armados", que se manejaron con "absoluta ilegalidad", y que a los doce meses retornó a la cartera de Seguridad nacional bajo las órdenes de la misma Bullrich, dijo el martes por la noche que "la provincia de Buenos Aires está a merced de los delincuentes".

Sin embargo, la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Julio Conte Grand, indicó en cuanto a los homicidios dolosos, un estadística imposible de modificar, que durante 2022 hubo 750 homicidios, un 22 por ciento menos que en 2019, cuando hubo 905, y un 10 por ciento menos con respecto a 2021. Según indicaron las estadísticas, el descenso de los números se reproduce en toda la serie de homicidios registrados.

El 15 de diciembre, a 202 años de la creación de la policía bonaerense, Kicillof dijo que recibió "una fuerza policial devastada en sus capacidades logísticas, sus recursos materiales, su instrumental de trabajo y su equipamiento". Recordó que el parque automotor se encontraba destruido en su mayoría, obsoleto y deteriorado, lo que convertía a los patrulleros en un "depósito de chatarra", aseguró que el armamento se encontraba en mal estado y que los chalecos antibalas estaban vencidos.

Arietto, que meses atrás fue denunciada ante el Colegio de Abogados de Lomas de Zamora por ligar a los laboralistas con una supuesta "industria del juicio" y una presunta "mafia sindical", afirmó a los gritos que "Kicillof viene destruyendo la autoridad", y que "la policía bonaerense tiene la tropa diezmada, con sueldos bajo la línea de pobreza y sin entrenamiento en tiro".

La "tropa diezmada" a la cual hace referencia la senadora macrista, sufrió la baja de más de 5 mil efectivos bajo la gestión provincial de María Eugenia Vidal, que integra el mismo partido político que (hoy) integra la abogada. En cuanto a los sueldos que menciona Arietto, bajo la gestión de Vidal, a la policía bonaerense le recortaron 30 puntos al salario real, y fue el actual gobierno bonaerense el que cristalizó las mejoras salariales al equiparar los ingresos de los agentes provinciales con los de la policía nacional.

"Sin entrenamiento de tiro", se queja Arietto. A Vidal no le gustará oírla, porque fue bajo su gestión que se dieron de baja ésas prácticas, sumado a las prácticas de manejo. De hecho, la Provincia creó en 2022 la Escuela de Conductores, donde se especializaron 51.204 efectivos sólo durante ese año.

Arietto asegura que Kicillof "viene destruyendo la autoridad", pero el gobernador señaló que bajo su gestión se adquirieron 4600 patrulleros cero kilómetro, 400 mil nuevos uniformes, 77948 chalecos antibalas, importaron 500 motos BMW, camiones, móviles y micros, sumado a que se cuadruplicó el Grupo de Prevención Monitoreado. Dijo que se formaron casi 12 mil agentes, se capacitaron 43 mil efectivos en cursos de ascenso, dictaron carreras que cursaron 3037 alumnos y repararon tres aviones y dos helicópteros que estaban fuera de servicio.

Además, el gobierno encabezado por Kicillof multiplicó por siete el monto en concepto de uniforme para los oficiales, invirtió al rededor de 5.500 millones de pesos para refaccionar comisarías, y los municipios de la Provincia de Buenos Aires cuentan con el Fortalecimiento de la Seguridad Bonaerense, un programa que les transfirió a los distritos más de 6 mil millones de pesos en 2022 y que, en 2023, alcanzó los 11 mil millones.

Arietto en su exposición televisiva nombró diversos municipios, gesticuló y dibujó en el aire un mapa imaginario, al que acompañó de acusaciones contra el "narcotráfico de bolivianos, paraguayos y peruanos". En un dejo de lucidez, acompañado por cierto grado de obviedad, la abogada dijo que "cada territorio tiene sus particularidades, y que no es lo mismo trabajar la seguridad en San Nicolás o en Florencio Varela".

En eso, el gobierno bonaerense coincide con la reflexión de Arietto. La provincia de Buenos Aires es la más grande del país, tiene 300 mil kilómetros cuadrados y en ella viven 17 millones de personas, lo que genera que la naturaleza del delito no sea homogénea, ya que existen ámbitos urbanos, sectores medios, vulnerables, carenciados y ámbitos rurales.

En busca de desandar una nueva forma de intervenir en el territorio, enfocando el abordaje según la fisonomía de cada delito, las características del terreno y las condiciones socioeconómicas y demográficas en las que se desarrollan, durante la primera gestión de Kicillof y junto al ministro de Seguridad de aquel entonces Sergio Berni, el Estado provincial creó las Fuerzas Barriales de Aproximación (FBA), un cuerpo que pertenece a la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) y que opera en 16 bases creadas en el conurbano, con casi 8 mil efectivos. En 2019, al término de la gestión macrista, la UTOI tenía 636 efectivos. Hoy tiene más de 8 mil.

Si bien Arietto enfocó sus críticas al conurbano, el delito también se desarrolla en el interior de la provincia más grande del país. Por ese motivo, la Provincia creó el Cuerpo de la Policía Rural, que atiende las particularidades concretas que tiene el delito en zonas campestres. El ministerio de Seguridad creó una escuela especial para la formación rural, con un nuevo método para buscar a los agentes. El reclutamiento fue un trabajo conjunto con las organizaciones de los municipios, para que los 3667 agentes rurales se queden en el territorio.

A ellos se les entregaron motos y equipamiento específico, ya que generalmente se desenvuelven en zonas anegadas que impiden un correcto desplazamiento. Además, se entregaron 470 camionetas 4x4 y se adquirieron 10 dones de largo alcance, de alta autonomía y de última tecnología, que realizan funciones vinculadas a la prevención y al combate de delitos rurales. Éstos artefactos cuentan con bases móviles que permiten desplegar la fuerza donde sea necesario, y los agentes que los manejan fueron especialmente capacitados.

Arietto explica a los gritos cómo combatir el delito pero su currículum no la acompaña. En 2011 desembarcó en Independiente de Avellaneda bajo la gestión de Javier Cantero como jefa de Seguridad. LLegó para combatir a la barrabrava pero no cumplió sus objetivos, ya que dos meses después de su renuncia, Independiente descendió a la B por primera vez en su historia y las facciones de la hinchada del 'rojo' tomaron las riendas del poder con más fuerzas que antes. Hubo divisiones, aumentaron los conflictos internos y externos, y las familias optaron por quedarse en su casa y ver el partido por televisión.

La abogada menciona la superpoblación de las cárceles, pero no cuenta que la provincia de Buenos Aires llevó adelante el Plan de Infraestructura Penitenciaria más grande que se registre hasta la actualidad, y que otorgó casi 12 mil plazas para internos. En 203 años de historia, en Buenos Aires se construyeron 24 mil plazas penitenciarias, por lo que el gobierno actual construyó el cincuenta por ciento en sólo cuatro años. Arietto quizá no lo sepa, pero la reincidencia bajó del 46 al 24 por ciento.

Arietto se queja porque "en la provincia liberan presos" y dice que el culpable es "el kirchnerismo". Sin embargo, ése tipo de decisiones es potestad del Poder Judicial, el mismo al cual el propio Kicillof le pide, cada vez que puede, que "asuman el compromiso y hagan su parte". El gobernador aseguró en más de una ocasión que "me cansa que digan que el gobierno libera presos", y hace hincapié en que si los jueces no hacen su trabajo, nada tiene sentido.

En un país donde parece no haber otro camino que fijarse "de qué lado de la mecha te encontrás", la tragedia recuerda que hay lugares comunes donde los actores públicos pueden levantar la bandera blanca por un par de horas y lamentarse desde la sinceridad. Arietto eligió otro camino.