El primer mes de 2024 se ha cerrado, a nivel mundial, como el enero más cálido desde que hay registros, con una temperatura media de 13,14 °C, según los datos publicados por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea.

La temperatura media a escala global se mantuvo 0,70ºC por encima del promedio de los últimos 30 años, (1991-2020) y 0,12ºC por encima del anterior mes de enero más cálido, registrado en 2020. Si se compara con el promedio de las temperaturas preindustriales (1850-1900), las temperaturas de están 1,66ºC por encima.

Los datos de Copernicus, además, mantienen una tendencia de récords preocupante para la comunidad científica que estudia la crisis climática, pues este ha sido el octavo mes consecutivo que se ha registrado como el más cálido a nivel histórico.

El boletín publicado por el C3S detalla además que en los últimos doce meses (de febrero de 2023 a febrero de 2024) la temperatura media ha sido la más alta nunca registrada, 0,64ºC por encima del promedio de 1991-2020 y 1,51ºC por encima de la temperatura preindustrial.

Respecto a las temperaturas de la superficie marítima, en enero se alcanzó un récord de 20,97ºC. De esta forma, las aguas del planeta han estado un 0,26ºC por encima de las temperaturas más altas que se habían registrado hasta la fecha, en enero de 2016. Es, además, el segundo valor más alto para cualquier mes, sólo superado por el récord de temperaturas superficiales marinas de agosto de 2023 (20,98ºC).

Evolución de la temperatura diaria del mar.

Por lo que se refiere a los niveles de hielo en el Ártico, los datos revelan que en enero se registró la extensión más alta desde 2009 para esta época del año. En algunos puntos, como Groenlandia o el Mar de Okhotsk, las concentraciones de hielo estuvieron por encima del promedio.

En el Polo Sur, el hielo antártico dejó datos preocupantes, con una extensión un 18% por debajo del promedio y con el sexto peor dato desde que hay registros. Destacan los resultados negativos en los mares de Ross y Amundsen, el Mar de Weddell y en la costa Antártida Oriental.