Con la victoria consumada, el oficialismo ya adelantó algunos de los lineamientos para profundizar el modelo que se propone imponer. Uno de los ejes que varios funcionarios, inclusive el presidente Mauricio Macri, ha marcado como prioritario es la insistencia en el cambio del sistema de votación con la incorporación de la boleta electrónica.

Macri calificó al sistema actual como “arcaico” y “espantoso”, mientras que el secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, confirmó que  el Gobierno insistirá con la boleta única electrónica, que ya fue rechazada en el Senado ante la crítica de los especialistas en seguridad informática. 

La especialista en informática e integrante de la Fundación Vía Libre, Beatriz Busaniche, insistió en que la reforma propuesta por el Ejecutivo es “pésima en todo sentido” y señaló que “resulta inexplicable que salgan a instalar la necesidad de ir hacia ese sistema cuando ayer funcionó todo muy bien, el escrutinio no tuvo mayores inconvenientes”. 

“La pregunta que hay que hacerle al Gobierno es por qué vuelven a instalar el voto eléctronico cuando no hubo denuncias de fraude, el sistema funcionó bien, fue rápido”, dijo Busaniche a Página/12. “Las razones son otras: el macrismo está atrás de esto porque puede ser un gran negocio o tiene la necesidad última de tener la llave electoral: definir quién gana y quién pierde. Es muy grave”, advirtió.

Según dejó trascender el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el Ejecutivo insistirá con la misma reforma que había sido frenada en el Senado, con la objeción de especialistas de todo el país y de expertos informáticos de las universidades nacionales. “Basan sus pedidos en falsedades. Marcos Peña dice que ya no se vota en papel en ningún lugar del mundo. Con una rápida búsqueda en Internet, se desmiente. Es increíble que un funcionario mienta tan descaradamente”, señaló Busaniche.

Macri, por su parte, informó que volverán a hablar con los “gobernadores y con todas las autoridades ya que tenemos que tener un sistema electoral del siglo XXI que simplifique la vida de la gente”. De esta manera, el Presidente desoyó no sólo las fundadas críticas de los expertos, sino también de la celebrada (por el Gobierno) presidenta de Transparencia Internacional, Delia Ferreira Rubio, quien consideró que el voto electrónico “tiene múltiples inconvenientes”, entre los que destacó nada más ni nada menos que la imposibilidad de garantizar "el secreto del voto y la integridad del resultado".

Busaniche recordó que en las rondas de consultas en el Senado, los especialistas dejaron muy en claro que el sistema de voto electrónico impide que el proceso base de la democracia, el voto, pueda ser auditado por cualquier ciudadano de a pie, como sucede hoy. Entre las principales críticas también se señala a uno de los artículos de la reforma propuesta por el Gobierno, que estipula penas de prisión para quienes intenten auditar el sistema sin el aval del Ejecutivo.