Nahuel Morandini, docente universitario y padre de dos niñas, y el trabajador independiente Roque Villegas están presos hace más de 50 días por twittear sobre el exgobernador de Jujuy Gerardo Morales. La detención fue totalmente irregular y las familias denuncian torturas durante su privación de la libertad. 

"Nahuel y Roque estuvieron tres días en 'La chancha', que es la celda de castigo, desnudos, en una celda de 3x3, en total oscuridad y comiendo con la mano. Esa fue su bienvenida al penal de Gorriti", relató la cuñada de Morandini, Romina Herrera, en diálogo con AM750.

La detención fue irregular. Morandini fue abordado en su casa el día 4 de enero por una oficial que se hizo pasar por civil, tocó la puerta de su hogar y alegó que "quería cargar el celular". Fue su compañera, Lucía, quien atendió la puerta y le permitió ingresar. Minutos después, la mujer sin identificación comunicó que tenía una orden de detención para la familia Morandi. 

Más tarde, contó Herrera, llegó a la casa de Nahuel un grupo de oficiales, también de civil, que le pidió que se presentara en el área de delitos complejos. Llegaron en un auto sin patente. Por esta razón, Morandi se negó a que lo trasladaran y se presentó por su cuenta. 

"A partir de ese momento quedó detenido hasta el día de hoy. Le pidieron su teléfono celular y le dijeron que lo desbloquee. Nahuel entregó todo", contó Herrera en Branca de Vuelta, y reveló que, en los primeros días de 2024, antes de la detención, circulaban autos sin patente en las inmediaciones de la casa.

Luego de varios días de estar incomunicado, le ofrecieron a Morandini  pasar a la sede del Cuerpo Especial de Operaciones Policiales (CEOP), a lo que el docente accedió. Sin embargo, sin explicación y sin aviso a la familia, fue trasladado días después nuevamente al penal de Gorriti.

"De un día para el otro, el lunes 15 de enero, lo sacan de ahí  y lo devuelven al penal. Fueron horas muy tensas para nosotros porque le fuimos a llevar el almuerzo, no estaba y no sabían decirnos dónde estaba", contó, entre lágrimas, Romina Herrera. 

Por último, la entrevistada reveló que la familia tiene un bozal legal y no puede mencionar a los denunciantes, pero la causa fue iniciada por la esposa de Morales, Tulia Snopek, quien argumenta que las publicaciones en redes sociales lesionaron derechos de la pequeña hija del matrimonio.

La prisión preventiva por 60 días fue dictada por el juez de Control Roberto Assef, a pedido del fiscal penal Walter Rondón. Uno de los delitos que se les imputa a los detenidos es supresión de identidad de menores, una carátula que fue creada en el marco de los juicios de lesa humanidad para enjuiciar a represores apropiadores de bebés. 

"Es importante decir que twittear no es delito y los artículos que se les quieren imputar no constituyen un delito. Todo lo que viene después no tiene sentido. En esta causa dio intervención el CELS y una de sus intervenciones fue que no debería haberse dado curso a esta denuncia porque el delito no existe", concluyó.