Un nene de diez años internado en estado delicado en el Hospital Materno Infantil es el segundo paciente con síndrome urémico hemolítico (SUH) que se registró en la provincia en lo que va del año. 

La primera consulta del paciente fue el 12 de febrero pasado. El niño sufrió síntomas como ictericia, vómito, diarrea, palidez, anuria, trombocitopenia (nivel bajo de plaquetas) y anemia. El diagnóstico fue confirmado por criterio clínico y el 16 de febrero se enviaron muestras de sangre y de materia fecal al Instituto Malbrán que esperan ser procesadas para obtener los resultados de laboratorio.

El primer registro del SUH en la provincia fue el 26 de enero en una niña que vive en Tierra del Fuego y circunstancialmente se encontraba en Salta. La nena, de 7 años de edad,  ya recibió el alta médica.

Frente a este segundo caso en la provincia, y el alerta que genera la situación en Córdoba, donde 9 personas se enfermaron y tres menores de siete años ya fallecieron, desde el Ministerio de Salud Pública de Salta se convocó a maximizar las medidas preventivas.

El registro de la Dirección General de Coordinación Epidemiológica da cuenta de que en 2023 se notificaron 12 casos confirmados de este síndrome en la provincia.

Sobre el SUH

El síndrome urémico hemolítico es una enfermedad grave, pero prevenible, que se transmite, principalmente, por alimentos contaminados por varias cepas de la bacteria escherichia coli, que produce una toxina que suele encontrarse en la materia fecal de animales y humanos.

Se caracteriza por daño agudo de los riñones, asociado a alteraciones en las células de la sangre como reducción de plaquetas y anemia. Es la principal causa de insuficiencia renal aguda en lactantes y niños y la segunda de insuficiencia renal crónica en la población argentina. Además, ocasiona el 20 por ciento de los trasplantes de riñón en niños y adolescentes.

Se transmite a través de los alimentos, el agua y de persona a persona por el contacto con las manos. Tambiénm a través de aguas recreacionales. Los alimentos que pueden portar la bacteria son: carne, hortalizas crudas y lácteos. También otras preparaciones como arrollado de carne y salame.

La jefa de Nefrología Pediátrica del Materno Infantil, Mariana Saurit, solicitó a personas adultas a cargo de niños y niñas, evitar darles alimentos preparados preparados con carne molida, sobre todo en el caso de infancias menores de cinco años. Entre ellos apuntó a la empanada, de la que dijo que muchas veces tiene menor cocción de la necesaria para que la bacteria que genera la enfermedad sea erradicada.

También recomendó evitar las aguas servidas o de piletas sin clorar, dado que la bacteria puede estar en las heces, y ante la falta del control total de esfínteres de los más pequeños, estas pueden contaminar las aguas cuando asisten a las piletas para fines recreativos.

Síntomas

El SUH se manifiesta principalmente con diarrea, vómito y dolor abdominal. En casos más severos, puede manifestarse con fiebre, heces con sangre y fétidas, irritabilidad, debilidad y letargo, escasa orina, palidez, distensión abdominal, hematomas, hemorragias subcutáneas, convulsiones y piel amarillenta.

Ante la presencia de estos síntomas en menores de cinco años, se recomienda la consulta inmediata con un médico.

Mientras los síntomas persistan, se debe evitar la manipulación o preparación de alimentos y concurrir al hospital o centro de salud.

Medidas preventivas

Para evitar la contaminación a través de la carne, se la debe cocinar bien, hasta el punto en que desaparece el jugo rosado, sobre todo cuando se trata de carne picada.

Los vegetales y frutas a consumir crudos deben lavarse con agua segura.

Se debe evitar consumir jugos y leche no pasteurizados, o productos elaborados con leche sin pasteurizar.

Corroborar la fecha de vencimiento de los alimentos elaborados y verificar la integridad de los envases.

Se recomienda adquirir los productos de origen animal y vegetal en establecimientos que reúnan condiciones de higiene y habilitación.

Lavarse las manos con agua y jabón siempre, y especialmente después de usar el baño, cambiar pañales, tocar animales, manipular carne y vegetales crudos, antes de cocinar y comer.

Utilizar utensilios de cocina diferenciados, para carne cruda, carne cocida y vegetales.

Los alimentos crudos, en especial las carnes, no deben entrar en contacto con los cocidos o listos para consumir.