La mesa chica de la Confederación General del Trabajo mantuvo ayer una extensa reunión con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. Los sindicalistas aseguraron que ratificaron su posición de sólo avanzar a través del consenso en cualquier reforma que tenga que ver con lo laboral. Los funcionarios aprovecharon el encuentro para transmitirles la invitación a la convocatoria al diálogo que la presidencia de Mauricio Macri realizó para la próxima semana. Los gremialistas pidieron que también sean invitadas las otras centrales sindicales.

La reunión que duró algo más de dos horas se realizó en el piso 13 del Ministerio que conduce Triaca. Hasta allí llegaron los triunviros Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, y los dirigentes Francisco “Barba” Gutiérrez (UOM), Armando Cavalieri (comercio), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Omar Maturano (La Fraternidad). Según relataron, en la reunión Triaca y Quintana les anticiparon la invitación para el encuentro que presidirá Mauricio Macri en el CCK y que girará alrededor de la institucionalidad, la educación, la producción y el trabajo y una reforma fiscal (ver página 13).

La duda que carcomía a los gremialistas era cuál iba a ser el talante de los funcionarios. No era para menos, habían pasado menos de 48 horas del triunfo electoral del oficialismo. Por si acaso, los sindicalistas se reunieron un rato antes en un hotel cercano para consensuar un discurso uniforme. El desarrollo de la charla permitió que uno de los participantes considerara a la salida del Ministerio que “ha triunfado el gradualismo”. Otro coincidió con esa lectura pero le agregó “al menos por ahora”. 

Tras la reunión Daer aseguró que “las partes ratificaron el método del diálogo y que no habrá ninguna modificación sin consenso. Eso fue muy importante, en especial luego de todo lo que se dijo tras el triunfo electoral del domingo último”. Incluso negó que el ministro de Trabajo haya planteado la posibilidad de modificar los convenios colectivos. El triunviro advirtió que se pretendió avanzar sobre el blanqueo laboral y el fortalecimiento profesional “sobre la base de la evolución de la educación y formación de los trabajadores en actividad y de quienes se incorporan al mercado de empleo”. En realidad el gobierno sigue sin escribir el proyecto y no se conocen los alcances de esta iniciativa. Para algunos de los dirigentes gremiales que participaron de la reunión el proyecto debería incluir el reconocimiento de la antigüedad del trabajador informal y el pago de los aportes patronales correspondientes. Pero eso suena más a una moneda de cambio para la futura negociación que una convicción inamovible.

Los funcionarios sorprendieron a los hombres de la CGT cuando les comentaron que tienen entre sus planes la idea de reducir el aporte previsional de la patronal para aquellos trabajadores que perciban un salario hasta 15 mil pesos. La intención es que el Estado se haga cargo de ese aporte y que el empresario use ese beneficio para incrementar puestos laborales. Los sindicalistas escucharon un tanto descreídos y pidieron más precisiones. Los funcionarios respondieron que por ahora es un plan porque antes el gobierno debe conseguir aprobar en el Congreso una reforma fiscal que, según los ministros, todavía no está delineada. Según los sindicalistas para que esa idea “populista” sea una realidad hará falta tiempo y muñeca política por parte del gobierno.

En un momento de la reunión Daer y Gutiérrez coincidieron en advertirles a los funcionarios que si el gobierno pretende avanzar en algunos proyectos que tengan que ver con lo laboral deberá “jugar con transparencia” como condición imprescindible para poder alcanzar un acuerdo. “Pero si no es así, saben de qué lado nos encontrarán”, dijeron. Todavía no hay fecha para un próximo encuentro pero estiman que será después del encuentro que convocó Macri.