Después de cuatro años de ausencia, el Festival Buena Vibra regresa a la cartelera porteña con el fin de “fortalecer la escena y continuar con el desarrollo de una comunidad cultural que sigue en constante crecimiento”. En esta edición, se presentarán Conociendo Rusia, El Mató a un Policía Motorizado, Usted Señalemelo, Marilina Bertoldi, Peces Raros, El Kuelgue, Nafta, Gauchito Club, Clara Cava, Los Besos, Vinocio, Fonso y Juana Aguirre. "El parate nos vino bien para replantearnos cosas del festival, adaptarnos al crecimiento de la artística y encontrar un lugar donde nos sintiéramos más cómodos", dice Joaquin Speroni, creador y programador del Buena Vibra, que se realizará este sábado 24 de febrero a partir de las 16 en Ciudad Universitaria de Buenos Aires. Para esta edición se esperan 25 mil personas
"La programación está ciento por ciento asociado al momento del artista, no tanto al nombre, en el sentido de que el público está con muchas ganas de verlo en vivo y está encendida la llama del momento: tal vez sacaron un disco nuevo o están muy presentes en las plataformas digitales", dice el programador sobre el espíritu del festival, que siempre apostó por artistas nuevos y emergentes con cierta proyección. “El eje de la programación está puesto en artistas que son amigos de la casa y que encima están atravesando un buen momento, como Nafta, que viene de agotar un Luna Park; o Conociendo Rusia, El Kuelge o Peces Raros, que están creciendo mucho. Entonces, nos interesa ser una plataforma para reunir a estos artistas y para expandir a otros más nuevos”.
El hilo conductor que une a los artistas que forman parte de las distintas ediciones del festival tiene que ver con transitar por un circuito alternativo al mainstream -algunos trabajan su proyecto desde la independencia y la autogestión, como Nafta, Mi Amigo Invencible, El Mató o Los Besos-, pero a la vez se codean con la masividad sin perder identidad o libertad creativa. "El festival los va a ayudando a ellos y ellos también van desarrollando sus carreras en forma paralela. Muchos artistas que en la edición de 2020 tocaban en Niceto o en lugares más chicos hoy están tocando en el Luna Park o el Movistar Arena", dice el productor Fernando Moya sobre el crecimiento a la par entre los artistas y el festival.
Uno de los platos fuertes de esta edición será la presentación de El Mató a un Policía Motorizado, que de a poco se consolida como una de las bandas de rock más relevantes del país. "Es interesante que exista un festival que apunta a la cultura local y a la música nueva. Nosotros ya somos viejos, pero de alguna forma nos asocian a un espíritu juvenil", dice Santiago Motorizado. "Estamos en la gira Súper terror (2023), así que presentamos las canciones nuevas. Pero en este caso hacemos una selección, es un desafío distinto. Me gusta la idea del show corto, contundente y potente. Hay como una discusión con respecto a celebrar los shows largos, como si fuese una virtud en sí, pero es algo para discutir", dice. “La premisa es calidad sobre cantidad”.
El disco Súper terror refleja la incertidumbre actual y la crisis de la humanidad. Y ese humor social aparece en canciones como "Un segundo plan". "Encaja con este presente, fue escrita antes de las elecciones, pero habla un poco del mundo. Y obviamente que nuestra situación política, social y económica no es ajena al devenir del mundo”, explica el vocalista de El Mató. “Si hablamos de política, estas experiencias de ultraderecha que bordean la caricatura y el show televisivo tienen antecedentes con Trump, Bolsonaro y Boris Johnson. Es algo que está sucediendo en el mundo, y es un fenómeno novedoso por la historia y por el papel importante que tienen las redes sociales, que marcan el pulso de cómo nos comunicamos, como entendemos las cosas y cómo discutimos el mundo. En Twitter todo es efímero, todo es chicana, blanco y negro, no hay tiempo para discutir. Tiene que ver con la propia historia del capitalismo, que cada vez se vuelve más voraz, no solo como sistema económico sino como sistema de vida. Entonces, el disco tiene que ver con la época de la Argentina pero también del mundo".
Una de las bandas que pegó un salto importante después de su participación en Buena Vibra en la edición de 2020 fue Nafta, un combo musical que combina soul, funk, hip hop y rhythm and blues. “Estamos muy contentos de ser parte de este festival nuevamente, se podría decir que nos une un lazo afectivo. Hubo una edición en el Hipódromo de Palermo en la que tocamos a la tarde y fue bastante significativo para la banda que estaba emergiendo”, resalta Magamo, cantante de Nafta. “El hilo conductor entre las bandas podría ser que en general son proyectos que vienen emergiendo en este último tiempo, cada uno en su etapa, algunos ya con mucha convocatoria”, dice el vocalista y adelanta una selección de canciones de ambos discos: Nafta 1 y 2.
El festival se realiza en un contexto muy delicado: en el marco de una crisis económica acelerada por las políticas del gobierno actual y en medio de un creciente ataque del presidente a la cultura y a los artistas. “Creo que cada artista asumirá el rol que considere, cada uno tiene su historia y hagas lo que hagas te van a bardear. En lo personal, celebro y comparto como se manifestó la comunidad artística en defensa de quienes vienen siendo agredidos de forma vergonzosa por parte del poder”, enfatiza Magamo. “Hay mucha violencia ya desde el discurso. Eso habilita mucha más violencia y se pone peligroso. Veremos cómo sigue y como se manifiestan los artistas ante los atropellos que vendrán. Esperemos que el foco esté puesto en sacar el país adelante y que también se le exija a quienes se les tiene que exigir”, sostiene.
Juana Aguirre viene de publicar su primer disco solista, Claroscuro (2021), un conjunto de canciones que conjugan elementos acústicos y electrónicos. "El show en vivo es un Claroscuro maduro, porque tocar con la banda es una experiencia bastante distinta a la del disco", dice la cantante, que se encuentra produciendo y grabando su segundo disco. "Hoy en día hay una conformidad por militar en las redes sociales que a mí no me convoca y me parece que lo más valioso es juntarme con la gente que quiero y charlar sobre esto y también salir a la calle a defender los derechos cuando haya que hacerlo, siempre y cuando uno lo haga de una forma honesta", apunta sobre el contexto. “Pero sí creo que es un momento para accionar de la manera en que uno pueda”.
"El artista no está obligado a nada más que a hacer arte. Pero me entusiasma cuando los artistas tienen un pequeño grado de compromiso, una pequeña idea de reflexión sobre el presente y el mundo, porque siguen siendo aún hoy voces de referencia a la hora de pensar la realidad", sostiene Santiago Motorizado. "Es importante entender lo que está pasando. Me tienen anonadados los ataques del gobierno, primero al cine y luego a Lali Espósito. No entiendo a este gobierno, si son medios estúpidos o son inteligentes. Por momentos parecen improvisados y luego me agarra paranoia: ¿estos ataques fueron a propósito o fueron una pequeña trampa?", se pregunta. "La trampa es que parece que está mal usar recursos del Estado, pero no está mal eso, está perfecto usar esos recursos y que haya apoyo estatal para expandir la cultura. Hay que defender la cultura y los fondos estatales".