Una muerte inquieta a los vecinos del country La Delfina de Pilar. El viernes pasado, Roberto Wolfenson Band, un jubilado de 71 años, fue hallado muerto dentro de su casa al no responder al llamado de su profesor de piano que iba a darle clases. Y si bien en un primer momento se creyó que había sufrido un infarto, ya que tenía antecedentes cardíacos, la autopsia determinó que fue asesinado.

El médico forense que revisó el cadáver, en base a los datos aportados por la esposa de Wolfenson Band acerca de que su marido tenía problemas cardíacos, indicó que el deceso se había producido por un infarto de miocardio porque padecía arritmias.

Sin embargo, el fiscal Andrés Quintana -el primero que acudió a la escena del crimen y que participó de la investigación del crimen de María Marta García Belsunce, también acontecido en un country de Pilar- ordenó el traslado del cadáver para la autopsia, cuyo resultado preliminar provocó un vuelco en la investigación. 

El informe sostuvo que el hombre había sido asesinado por "estrangulamiento a lazo", con un elemento compatible con un cordel, cable, soga o hilo muy delgado, que le dejó un surco de ahorcadura y cortes en la parte posterior del cuello, sobre la nuca.

"La muerte se produjo por ahorcamiento, pero además tenía un corte en la parte posterior del cuello, hematomas internos por el ahorcamiento y signos de defensa en las manos y brazos", sostuvo un investigador a la agencia Télam. El elemento con el que fue ahorcado todavía no fue hallado ni identificado, por lo que se cree que el asesino se lo llevó o lo descartó.

Los investigadores no descartan que haya sido un crimen en ocasión de robo, aunque el único faltante sería el celular de la víctima y ningún acceso a la vivienda estaba forzado. La causa quedó a cargo del fiscal Germán Camafreita, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Pilar, y el foco está puesto en si Wolfenson Band recibió visitas el día previo a su muerte.

El ingreso al country de Pilar donde ocurrió el crimen del jubilado. Foto: Google Maps


La cronología de los hechos, según la investigación

El hombre vivía en la casa con su esposa, quien no estaba en la casa en el momento del crimen ya que se había ido de viaje la semana previa con amigas y al regresar se fue a lo de una de sus hijas, en el barrio porteño de Villa Devoto.

A las 17 del viernes, el profesor de piano alertó a los guardias de seguridad que el hombre no respondía a sus llamados. Los custodios llamaron a la mujer, quien los autorizó a ingresar a la vivienda. Entraron junto al profesor de piano y un vecino de confianza y hallaron el cuerpo sin vida. 

Las primeras en la vivienda establecieron que no había signos de violencia en los accesos a la casa y que todos los ambientes se hallaban en orden y con todos los objetos de valor en su lugar. "El único faltante que se pudo establecer fue el teléfono celular del hombre fallecido. En la casa había una caja de seguridad que tenía en su interior el dinero intacto", explicó el investigador.

Para eso, se ordenó un relevamiento de cámaras de seguridad de las casas vecinas y de la guardia, y un análisis de los ingresos y egresos del barrio. También se pidieron informes a las empresas de telefonía. Según los registros de la línea, la última vez que el celular tuvo actividad fue el viernes a las 14. 

Otro elemento de investigación es una sábana que encontraron lavada en el lavarropas, que la empleada doméstica aseguró que no manipuló. La mujer declaró que el jueves, un día antes del hallazgo del cuerpo, Wolfenson Band le pidió que limpiara la casa porque iba a recibir visitas”, lo que motivó a determinar si las personas que el jubilado esperaba llegaron o no al domicilio y si estuvieron implicados en el crimen.

De acuerdo a las últimas reconstrucciones, el hombre había pasado unos días solo la semana pasada, ya que su esposa se había ido de viaje con amigas y al regresar fue a lo de una de sus hijas. 

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