La OTAN e integrantes de la alianza militar señalaron este martes que no planean enviar tropas a Ucrania a pelear contra Rusia, luego de que el presidente francés, Emmanuel Macron, declararan tenerlo bajo consideración y de que Moscú advirtiera que esto agravará el conflicto bélico.
"Los aliados de la OTAN están brindando un apoyo sin precedentes a Ucrania. Lo hemos estado haciendo desde 2014 y lo hemos intensificado después de la invasión a gran escala rusa, pero no hay planes para desplegar tropas de combate de la OTAN en el país", dijo el secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg. Alemania, Reino Unido y España también se mostraron en desacuerdo con la idea, al igual que Suecia, que acaba de superar el último obstáculo para incorporarse a la alianza.
En tanto, Rusia indicó que a Occidente no le conviene enviar tropas a Ucrania. "No le conviene para nada a esos países, y deben ser conscientes de ello", declaró el vocero presidencial, Dmitri Peskov, a periodistas en Moscú. El jefe de la delegación rusa en las negociaciones en Viena sobre la seguridad militar y el control de armas, Konstantin Gavrilov, advirtió que aumentaría el riesgo de un enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia. "Las consecuencias del creciente riesgo de que el conflicto se convierta en un choque directo entre la OTAN y Rusia pueden ser las más impredecibles", explicó Gavrilov, en declaraciones a la agencia de noticias rusa Sputnik.
"Haremos todo lo necesario para que Rusia no pueda ganar"
La advertencia rusa se produjo luego de que Macron anunciara el lunes la creación de una coalición para enviar municiones y misiles de mayor alcance a Ucrania y afirmó que no se debe descartar el envío de tropas occidentales para frenar el avance ruso, aunque admitió que por el momento no había un consenso para eso.
"Hoy en día no existe consenso sobre el envío de tropas, pero no hay que descartar nada; haremos todo lo necesario para garantizar que Rusia no gane esta guerra", declaró Macron durante su intervención en la Conferencia de Apoyo a Ucrania celebrada en París, a la que asistieron líderes de más de 20 naciones europeas, y que también contó con la asistencia de representantes de Estados Unidos y Canadá.
La nueva coalición suministrará misiles y bombas de medio y largo alcance a Ucrania, precisó el mandatario francés y aseguró que la derrota de Rusia es indispensable para la seguridad y la estabilidad en Europa. "Haremos todo lo necesario para que Rusia no pueda ganar esta guerra, y lo digo con toda la humildad que hay que tener cuando nos fijamos en los dos años que acaban de pasar", argumentó Macron.
En ese sentido, se refirió a cinco categorías de acción en las que los responsables europeos acordaron invertir recursos: la ciberdefensa, la coproducción de armas y municiones en Ucrania, la defensa de los países amenazados directamente por Rusia y, en particular, Moldavia; la capacidad para apoyar a Ucrania en su frontera con Bielorrusia y en las operaciones de retirada de minas.
"Debemos hacer más" en lo que respecta al envío de recursos militares a Ucrania, insistíó Macron. "Hay varias opciones sobre la mesa, como la emisión conjunta de deuda; la prioridad de las prioridades es la de las municiones, estamos decididos a llegar al final de las existencias disponibles", agregó.
El retroceso ucraniano
Ucrania está a la defensiva desde el fracaso de una contraofensiva para retomar territorios ocupados por Rusia, seguido de una brusca disminución del apoyo militar que había recibido hasta entonces de Estados Unidos y otros países de la OTAN. Esto permitió a Rusia retomar la iniciativa y en días recientes conquistó la ciudad de Avdiivka, perteneciente a la provincia oriental ucraniana de Donetsk, y poblados cercanos.
El Ejército ruso ocupó más de 300 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano en lo que va de año, según informó el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, en una reunión con las Fuerzas Armadas. "Tras establecer el control sobre el importante bastión enemigo de Avdivka, las fuerzas rusas continúan mejorando sus posiciones en los sectores de Donetsk y Kúpiansk, toman nuevas alturas y posiciones del Ejército ucraniano. Desde el comienzo del año fueron liberados de las fuerzas nazis 327 kilómetros", indicó.
La semana pasada el Kremlin también reivindicó la toma de Pobeda, un pequeño pueblo a unos cinco kilómetros al oeste de la ciudad de Donetsk, y la localidad Krinki, ubicada en la orilla oriental del río Dniéper. "A consecuencia de las intensas y decididas acciones de nuestros militares, se reduce el potencial bélico de las Fuerzas Armadas de Ucrania. El enemigo pierde a diario desde comienzos de año un promedio de 800 efectivos y 120 máquinas de combate, incluyendo las de fabricación extranjera", sostuvo Shoigú.
El ministro de Defensa ruso cifró además en más 444.000 las bajas ucranianas en lo que va de guerra, pocos días después de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, cifrara en 31.000 el número de militares ucranianos muertos en la guerra al cumplirse el sábado dos años desde que comenzó la escalada bélica. "Tras el fracaso de la contraofensiva, la comandancia del Ejército ucraniano intenta estabilizar la situación por medio del envío de las reservas restantes para evitar el colapso del frente", agregó Shoigú, al señalar que Rusia destruye con armas de alta precisión y largo alcance estas reservas en la retaguardia ucraniana.