El primer ministro de Haití, Ariel Henry, renunció a su cargo este martes en medio de la ola de violencia que escaló en los últimos días y que no le permitió volver al país caribeño, debido a que coincidió con una gira oficial internacional. Su gobierno se mantendrá hasta la instalación de un Consejo Presidencial de Transición y el nombramiento de un primer ministro interino.

"Quiero agradecer al pueblo haitiano por la oportunidad que me brindaron de servir con integridad, sabiduría y honestidad. Ningún sacrificio es demasiado grande para nuestro país", declaró Henry a través de un vídeo pregrabado desde Puerto Rico y compartido a través de sus redes sociales en las primeras horas del día. También lamentó que desde hace más de once semanas Haití experimentó un aumento de los actos de violencia, que afectó a la población, mediante asesinatos, ataques, saqueos y destrucción de edificios públicos y privados.

"Haití necesita paz, estabilidad, un desarrollo duradero", destacó el primer ministro, quien pidió calma a la población y hacer todo lo necesario para recuperar cuanto antes la paz y la estabilidad y reconstruir las instituciones democráticas. "Que Dios bendiga a Haití", concluyó.

La composición del Consejo

Horas antes, el mandatario de Guyana y presidente de turno de la Comunidad del Caribe (Caricom), Irfaan Ali, había informado de la renuncia después de una sesión extraordinaria en Jamaica sobre la situación en Haití con representantes de varios países. "Tomamos nota de la dimisión del primer ministro, Ariel Henry, la creación de un Consejo Presidencial de Transición y el nombramiento de un primer ministro interino. Quiero hacer una pausa para agradecer a Henry su servicio al pueblo haitiano y su compromiso personal en favor del desarrollo del país", declaró Ali durante la conferencia de prensa de cierre de la reunión de alto nivel.

El mandatario explicó que el consejo, que ejercerá la autoridad específica de la Presidencia durante la transición, estará compuesto de siete miembros con derecho a voto de varios grupos sociales (Collectif, Acuerdo 21 de diciembre, RED/EDE, Lavalas, Montana, Pitit Dessalines y el sector privado) y dos observadores sin derecho a voto, representados por un miembro de la sociedad civil y uno de la comunidad interreligiosa.

En este organismo estará excluida cualquier persona que se encuentre actualmente acusada o haya sido condenada en cualquier jurisdicción, bajo sanciones de la ONU, que se oponga a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU o con intención de presentarse a las próximas elecciones. "El Consejo Presidencial de Transición seleccionará y nombrará rápidamente a un primer ministro interino", afirmó Ali, al tiempo que precisó que el consejo tendrá poderes presidenciales durante el periodo de transición, hasta que se establezca un Gobierno elegido en Haití, y deberá tomar las decisiones por mayoría.

Las autoridades de transición también deberán continuar los intentos de llevar la paz al país caribeño. "Las partes también asumen compromisos individuales específicos con respecto a los principios de inclusión, integridad, restauración de la paz y transición ordenada del poder. Estos compromisos compartidos e individuales pueden representar pasos importantes para facilitar un mayor acceso humanitario para ayudar a aliviar el sufrimiento del pueblo haitiano", subrayó el presidente guyanés.

Las primeras reacciones

El secretario general de la ONU, António Guterres, se expresó sobre la renuncia del primer ministro y los dichos de Ali. "Guterres manifiesta su aprecio a Caricom y a otros socios internacionales por facilitar un camino para resolver la crisis política en Haití, y llama a todas las partes haitianas a actuar responsablemente y dar pasos hacia la implementación del acuerdo para restaurar las instituciones democráticas del país mediante unas elecciones pacíficas, creíbles, participativas e inclusivas", precisó un comunicado de Naciones Unidas.

La ONU aseguró que seguirá apoyando a Haití en su camino hacia las elecciones, después de años marcados por el vacío institucional, especialmente a raíz del asesinato en julio de 2021 del entonces presidente, Jovenel Moise. Guterres también reiteró su "solidaridad inquebrantable con el pueblo haitiano, que necesita seguridad, refugio, comida y ayuda médica, y vivir su vida con dignidad".

Estados Unidos celebró la dimisión de Henry y la formación de unas autoridades de transición. El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Matthew Miller, dijo en una conferencia de prensa que esto "allana el camino para una transición pacífica del poder, la continuidad de la gobernanza y un plan de acción centrado en seguridad a corto plazo".

"Felicitamos al primer ministro Henry por su habilidad política al poner a su país en primer lugar y aceptar dimitir", resaltó Miller, que espera que los miembros del Consejo de Transición sean designados en los próximos dos días. "No puedo fijar un cronograma para el nombramiento de un primer ministro interino, excepto decir que esperamos que suceda en un futuro cercano", indicó.

Se aplaza la ayuda keniana

Por su parte, Kenia anunció que retrasará el despliegue de la fuerza policial keniana que iba a abanderar la llamada "Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad" (MSS) para contener la ola de violencia criminal en Haití. "Hubo un cambio fundamental en las circunstancias como resultado de la dimisión del primer ministro", declaró a los medios locales Korir Sing'oei, el viceministro keniano de Asuntos Exteriores.

"Sin una administración política en Haití, no hay ancla sobre la que pueda apoyarse un despliegue policial, por lo que el Gobierno de Kenia esperará al establecimiento de una nueva autoridad constitucional en Haití antes de tomar más decisiones sobre el asunto", añadió Sing'oei, que reiteró el compromiso de su país en el liderazgo en la MSS.

El hambre crece

En tanto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas alertó que necesita desesperadamente financiación para poder seguir dando comidas calientes en Haití, que atraviesa una crisis de hambre al compás de la escalada de la violencia. "Nuestra operación humanitaria en Haití se está agotando y los fondos para comidas calientes están a punto de acabarse en dos semanas. Necesitamos que los donantes den un paso al frente hoy para que podamos afrontar la creciente ola de hambre y detener la caída en el caos", indicó en un comunicado Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA.

"Haití necesita algo más que botas sobre el terreno. Los esfuerzos para restaurar la ley y el orden deben ir acompañadas de una respuesta humanitaria igualmente eficaz para satisfacer las crecientes necesidades. Necesitamos desesperadamente financiación para responder a esta crisis en gran medida olvidada", explicó McCain.

Haití, el país más pobre de América, sufre una de las crisis alimentarias más graves del mundo: cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza. Pese a la situación de violencia, el PMA informó que desde el 1 de marzo ayudó a más de 280.000 personas en operaciones que incluyeron la entrega de 62.000 comidas calientes servidas a 14.000 desplazados por la violencia. Además, en los diez primeros días de marzo esta agencia realizó distribución de alimentos, transferencias de dinero por celular y entrega de comidas en las escuelas.