El mail que el Gobierno le envió a Verónica Godoy no deja dudas: “Le informamos que usted viajó al exterior”, dice sobre el motivo por el que el ministerio de Capital Humano le suspendió el pago del Potenciar Trabajo. ¿Dónde dice que viajó? A Noruega.
Pero Verónica nunca, en su vida, salió del país. Vive en un barrio del Cruce de Varela, con dos hijos adolescentes. Trabaja en una huerta comunitaria y como contraprestación percibe el Potenciar. Los fines de semana tiene un segundo trabajo, vendiendo perfumes y cosméticos Millanel en una feria. Aún así, no le alcanza para cubrir la comida; por eso uno de sus chicos, de 14 años, empezó a trabajar: va a lavar camiones, los sábados. Y ahora le dicen que viajó a Noruega. “Ni siquiera tengo pasaporte”, cuenta.
El ministerio de Capital Humano que encabeza Sandra Pettovello está haciendo un recorte brutal de los planes Potenciar Trabajo. Los presenta como resultado de entrecruzamientos y auditorías, destinados combatir la corrupción. Que se realicen controles es necesario, sin dudas, y si existen irregularidades el Estado debe corregirlas, pero en este caso los entrecruzamientos están teniendo errores groseros. A su vez, la cantidad de equivocaciones es llamativamente alta.
En enero, el ministerio dió de baja del Potenciar a 25.444 personas. Al mes siguiente admitió que se había equivocado con 8.826, y debió devolverles el beneficio. ¿Cómo puede un entrecruzamiento tener más de un 34 por ciento de errores?
El dato se puede comprobar en un documento de circulación interna del Ministerio al que accedió Página/12. El término "Retro" alude a los casos revertidos debido a bajas “por equivocación”.
Capital Humano viene haciendo sus bajas con un arco amplio de argumentos. En enero hubo una tanda por incompatibilidades variadas (25.444 casos); luego siguió con la tanda de febrero (otras 22.501 bajas) por viajes al exterior. Como viajar a países limítrofes no es legalmente incompatible con el programa, las organizaciones sociales plantean que quienes tienen familiares en Bolivia, Paraguay, Uruguay u otros países limítrofes no deberían perder el derecho a visitarlos. Y presentarán un amparo para intentar revertir las bajas.
En enero, de cada 100 casos suspendidos, 34 fueron bajas “por equivocación”. Ese 34 por ciento de las suspensiones fueron revertidas por personas que pudieron hacer el reclamo y demostrar el error, lo que no es para nada sencillo. Por esto, se puede deducir que el porcentaje de “equivocaciones” podría ser aún mayor en los meses subsiguientes.
En la segunda tanda de bajas, de febrero, por viajes al exterior, estuvo el caso de Verónica Godoy y su vuelo a Noruega. Este diario entrevistó a otras afectadas, aunque en la nota se contará sólo este, a modo de muestra.
¿Pueden los responsables de entrecruzar datos no corroborar algo tan básico como que una persona suspendida por viajar a Noruega nunca tuvo pasaporte? El cruce se realiza entre bases de datos de Migraciones, AFIP y del porpio ministerio de Pettovello. ¿Cómo se están haciendo los entrecruzamientos?
El reclamo lleva tiempo, y dinero
Dentro del Ministerio circulan versiones sobre que los casos de viajes mal atribuidos llegarían al menos a 7 mil y se deberían, en principio, a un error informático. Todavía es un dato a confirmar.
Sin embargo, ya existen señales de que los errores de febrero también fueron masivos. Uno a la vista: la cola que todos los días se estuvo formando en la puerta de una de las oficinas que toma reclamos, en 25 de mayo al 600. “Adentro es un desastre porque el Gobierno aún no designó muchos cargos. No saben cómo dar respuesta a las quejas, hubo días que hasta llamaron a la policía para atender con custodia”, contó un trabajador despedido del programa.
Por instrucción del Ministerio de Capital Humano, a las organizaciones sociales ya no les permiten tramitar los reclamos (lo que les permitiría juntar casos para presentarlos de una sola vez), sino que cada afectado debe hacerlo por su lado (como dice Pettovello, “individualmente y con DNI”). A las personas que fueron dadas de baja las tienen yendo de un lugar al otro.
Milagros Díaz, de 23 años, trabajadora de una cuadrilla de limpieza urbana, contó su recorrido.
En febrero la suspendieron. Se enteró porque el día 5 no le depositaron los 78 mil pesos del Potenciar. El 6, como seguía sin cobrar, llamó al 0800 de Desarrollo.
“Me atendió una chica y me dijo que la baja era por viajar al exterior. Yo nunca salí del país, así que le pregunté «¿Cuándo dicen que viajé?», pero la chica me dijo que ese dato no aparecía. Sólo veía que el viaje había sido entre el 2021 y 2023. Me dijo que si no era así, fuera a Migraciones a pedir el comprobante”. El trámite cuesta mil pesos por cada año a consultar.
Por la tarde Milagros volvió a llamar al 0800. Le explicó a una segunda operadora que ya había entrado a la página web de Migraciones, que puso su nombre y el dni, pero que la página le pidió otro número y se trabó. “No sé si el pasaporte, que no tengo. Era un número distinto que el dni”.
La operadora le habló de otra vía: que hiciera una declaración jurada sobre que no había viajado al exterior, la firmara y la enviara a un gmail de Desarrollo Social. “La mandé, pero no me contestaron. Entonces, el miércoles me fui a Migraciones”.
“Llegué a las 12, había mucha gente en la cola. Tuve que esperar pero por suerte el señor que me atendió fue muy amable, me buscó en el sistema y me hizo una impresión de la pantalla donde se veía que nunca salí del país. No, no me cobraron. El señor me explicó que podía pedir el comprobante por internet, pero que tarda 90 días y hay que pagarlo. Me comentó que mucha gente había ido a pedir lo mismo”, cuenta Milagros.
“Con la fotocopia de Migraciones salí y fui directamente a Capital Humano. Ahí la persona que me atendió no sabía del tema, me dijo que el trámite no se hacía en Capital Humano, que tenía que ir a Desarrollo Social, a la calle Moreno, no sabía en qué piso. Sólo me dijo ‘hasta las 12 está abierto’ y como ya era de tarde y Desarrollo Humano iba a estar cerrado me volví a mi casa. Al otro día fue la tormenta, en mi barrio nos inundamos, hoy siguió lloviendo. El lunes voy a tratar de llevar el papel y reclamar personalmente, porque por gmail siguen sin contestarme”.
El caso de Milagros Díaz, mamá de una niña de 3 años a la que cría sola, da pie a preguntarse cuántos llegan a iniciar el reclamo, y cuántos logran darle seguimiento hasta revertir la baja.
Pedido de amparo
Los movimientos sociales presentarán en los próximos días un pedido de amparo para las bajas arbitrarias en los viajes. Su planteo está centrado no en los “errores”, sino en el criterio mismo de suspender el Potenciar a quien viajó a un país limítrofe, porque esa no es una incompatibilidad. “La prohibición de viajar no está estipulada en la reglamentación del Potenciar. El 63 por ciento de quienes cobran el programa son mujeres, muchas de ellas son migrantes que aún tienen familiares en los países vecinos. Si un familiar se enfermó, si alguien les mandó el pasaje o las ayudó a juntar el dinero para ir, incluso si fueron de vacaciones tienen derecho a hacerlo sin perder el programa”, indican.
Al margen de esto, está claro que la campaña anticorrupción de la ministra de Capital Humano viene cometiendo “equivocaciones” al por mayor. ¿Es por falta de conocimiento, por el apuro en achicar el gasto, o por una necesidad de mostrar que están poniendo orden? Misterio. Las bajas en el Potenciar son acompañadas de una feroz campaña de estigmatización contra los movimientos sociales, dirigida a mostrarlos como intermediarios que se quedan con el dinero de los pobres (aunque los Potenciar están bancarizados), o que hacían plata con los alimentos destinados a los comedores, o incluso que son organizaciones “interesadas en que haya cada vez más pobres porque ese es su negocio”.
Cada embate mediático anticipa una nueva tanda de bajas. En lo que va del gobierno de Milei son ya 50 mil. Las bajas se llevan adelante en momentos de agravamiento de la pobreza. En los primeros cien días de gobierno mileísta, según acaba de revelar un informe de Unicef, la pobreza infantil escaló y llegaría al 70 por ciento para el primer trimestre de este año, mientras que la indigencia infantil tocaría un máximo del 35 por ciento. Los más afectados son los hogares monomarentales, es decir la franja que mayoritariamente trabaja con un Potenciar.