La actividad económica registró una caída de 6,0 por ciento interanual en febrero, acumulando en el primer bimestre una contracción del 5,6 y un crecimiento del 0,1 frente a enero, de acuerdo al Indicador General de Actividad elaborado por la consultora Orlando Ferreres.

De esta manera, la actividad continúa reflejando una retracción a nivel interanual, pero con la leve suba mensual, por el impulso del campo y la minería. En cambio. la industria manufacturera anotó en febrero una dura contracción del 8,1 por ciento interanual, cerrando el primer bimestre con un descenso del 7,5.

En el detalle sectorial, todas las ramas industriales presentaron números negativos en la medición interanual, con excepción de la producción de alimentos, impulsada por la molienda de oleaginosas, que se compara con los niveles bajos presentados el año pasado por la sequía. Dentro de las bajas más importantes se destaca la retracción de los metales básicos y de los minerales no metálicos.

Pasada la sequía, el sector rural fue clave para disimular la caída en picada que registra el resto de la economía. El sector experimentó la mejor cifra de febrero, arrojando una suba en la medición anual del 18,4 por ciento, gracias a los buenos datos que aportó el sector agrario (+31 por cinto), mientras que la ganadería tuvo niveles de actividad menores a los de hace un año (-2,1). En el acumulado de los primeros dos meses el sector observa un avance del 18,1 por ciento.

Desde la consultora proyectaron que "para los próximos meses esperamos que la tendencia actual se mantenga y hacia mitad de año podríamos comenzar a ver alguna mejora en los sectores deprimidos, si es que el ordenamiento macroeconómico que está intentando aplicar el gobierno tiene éxito y comienza a recomponerse el ingreso de las familias y el consumo".