Al igual que ocurre en varios países del mundo, la Ciudad de Buenos Aires se suma este martes 26 de marzo al denominado Purple Day, una iniciativa que propone iluminar edificios y monumentos de color violeta para difundir sobre la epilepsia, en el marco del Día Mundial para la Concientización de esa enfermedad.

El Purple Day -o Día Púrpura- es un evento que tiene la intención de aumentar la conciencia sobre la epilepsia y disipar los mitos y temores comunes de este trastorno neurológico. Por ese motivo, el 26 de marzo de cada año, se invita a personas de países de todo el mundo a vestirse de violeta y organizar eventos referidos al tema.

De esta manera, el Obelisco, la Legislatura porteña, la Floralis Genérica de Palermo, la Usina del Arte, la Torre de los Ingleses, el Monumento a los españoles y el Puente de la Mujer, entre otros sitios emblemáticos de CABA, se teñirán de violeta para sumarse a la campaña.

El Purple Day fue iniciado en 2008 por una niña de nueve años, llamada Cassidy Megan, motivada por su propia lucha contra la epilepsia. El objetivo de la chica es lograr que la gente hable sobre este trastorno en un esfuerzo por disipar mitos e informar a quienes sufren convulsiones que no están solos. La Asociación de Epilepsia de The Maritimes se unió en 2008 para ayudar a desarrollar la idea de Cassidy, que ahora se conoce como el Día Púrpura.

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que se da por una hiperexcitabilidad del cerebro que genera una descarga anormal y excesiva, cuya principal característica son las convulsiones recurrentes. Esta dolencia se presenta de diferentes maneras, desde movimientos bruscos involuntarios del cuerpo hasta períodos de ausencia por unos segundos.

Esta enfermedad afecta tanto a varones como a mujeres y en iguales proporciones, es decir, que no hay una predominancia por género. Sus causas son variables y van desde las genéticas o hereditarias, falta de oxígeno al nacer, nacimiento prematuro, golpes "serios" en la cabeza o hasta tumores cerebrales. En tanto, los estímulos que desencadenan las crisis epilépticas son muy numerosos y tales como luces centelleantes, sonidos repetitivos que, en caso de presentar una gran intensidad, pueden provocar convulsiones.

Esta patología neurológica que muchas veces se manifiesta en forma crónica y produce un alto grado de discapacidad e impacto en la calidad de vida, no sólo es responsable de las crisis epilépticas, sino que muchas veces viene asociada a trastornos de ansiedad, del estado de ánimo, a cuestiones de estigmatización y problemas sociales de tipo escolar primero y laboral y económico en la adultez.

Según los especialistas, los síntomas de la epilepsia dependen del área del cerebro en donde inicia la descarga y el área a la cual se propaga, por lo cual no dependen del género del paciente.

Epilepsia en Argentina y el mundo

La epilepsia es la primera enfermedad neurológica más frecuente en niños y la segunda en adultos, luego del accidente cerebrovascular.

Cada año se detectan más de 5 millones de casos nuevos en el mundo y alrededor de 50 millones de personas conviven con este trastorno, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El organismo advierte que su prevalencia es mayor en países de ingresos bajos y medios, donde la tasa de incidencia llega a triplicar la de los países más desarrollados. "Se considera que puede afectar hasta el 1% de la población. En Argentina, a partir de extrapolaciones de cifras internacionales, se estima que habría alrededor de 300 mil pacientes", explica la epileptóloga Valeria Muro (MN 114254), jefa de la sección de Neurología Infantil del Servicio de Neurología del Hospital Británico Buenos Aires.

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