El desprecio de la gestión de La Libertad Avanza por las relaciones diplomáticas con China son una constante. Ahora le tocó el turno al ministro de Defensa, Luis Petri, quien vendió un operativo "inédito" con una corbeta, un helicóptero, dos semirígidos con personal militar y un avión Hércules para detener un barco pesquero chino, que navegaba de forma ilegal dentro de las 12 millas perteneciente a la Argentina. Sin embargo, la embajada del gigante asiático salió a desmentir públicamente a Petri.

"De acuerdo con la información fehaciente que la embajada China maneja, el buque pesquero de nacionalidad china no da indicios de pesca ilegal, y ahora se encuentra en aguas internacionales realizando actividades normales", publicó la Embajada China en su cuenta oficial de la red social Twitter.

La desmentida ocurrió 24 horas después de que varios medios replicaran la versión vendida por el Ministerio de Defensa respecto de la intercepción de un pesquero chino, que supuestamente realizaba actividades ilegales dentro de la Zona Económica Exclusiva del País. La pesca ilegal dentro de las 12 millas marítimas argentinas es un problema de larga data para un país con pocos recursos para dotar a la Prefectura y la Armada de los equipos necesarios para controlar los 4.500 kilómetros de costa Atlántica.

Lo que intentó Petri fue ofrecer una historia con un operativo "inédito" cargado de espectacularidad con una corbeta, un helicóptero, dos semirígidos con personal militar y un avión Hércules. El operativo había dado con el barco chino, según información oficial, a las 22 del martes en la zona ubicada a 500 kilómetros del Golfo San Jorge (Chubut), una zona particularmente conflictiva por la pesca de merluza negra y calamar.

Según la información brindada por Petri, la Corbeta Espora y el Patrullero Oceánico Cordero de la Armada Argentina debieron perseguir varias horas al pesquero que se negó a acatar las órdenes para dirigirse a puerto a ser inspeccionado, algo que habría ocurrido, finalmente, el miércoles por la mañana por parte del Subsecretaría de Pesca. En esas horas, Petri informó que voló en un avión Hércules junto al jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac.

China minimizó el procedimiento y salió a responder desde la cuenta oficial de su embajada. Además de indicar que el pesquero "no da indicios de pesca ilegal" e informar que fue liberado y "se encuentra en aguas internacionales realizando actividades normales"; el mensaje de la diplomacia del gigante asiático señaló que "va a seguir trabajando como siempre con la comunidad internacional, con Argentina incluida, para luchar contra la pesca ilegal".

Cruces con China por mar y por tierra

Este nuevo episodio de tensión entre Argentina y su segunda mayor socio comercial --detrás de Brasil, otro país tildado de "comunista" por el presidente Javier Milei-- se repite a solo seis días de otro cruce en el que la embajada china desmintió al vocero presidencial Miguel Adorni y apuntó contra el Ministerio de Defensa.

Fue después de que Adorni hablara en su conferencia de prensa diaria sobre el arribo de 30 camiones sanitarios chinos al país y falseara la información para apuntar contra la gestión de Alberto Fernández, al sostener que eran para hacer frente a la pandemia de Covid-19. "Han llegado con cierto atraso, lo que marca la gestión de la pandemia durante el gobierno de Fernández", sostuvo Adorni. Una ironía particularmente desafortunada para un gobierno que recién esta semana emitió una primera comunicación oficial en medio de una epidemia de dengue histórica.

Pero la embajada de China se encargó de calificar la información ofrecida por Adorni como "completamente incorrecta" y le subrayó "no conocemos la fuente de la información". Luego, se encargó de señalar la responsabilidad de Petri en el asunto.

"Estos camiones son instalaciones logísticas de hospitales móviles de asistencia gratuita de parte del Ministerio de Defensa Nacional de la República Popular China para la Argentina", explicó la embajada y agregó: "No tienen nada que ver con los supuestos camiones para enfrentar al COVID que han llegado con cierto atraso. El Ministerio de Defensa del actual gobierno argentino tiene muy claro el propósito de este lote de materiales".

Y por aire también

El ministro Petri sumó un tercer cortocircuito con China esta semana. El martes firmó junto a su par danés, Troels Lund Poulsen, un acuerdo para la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea. La operación --pendiente para reforzar el equipamiento de la fuerza argentina desde la gestión de Alberto Fernández-- fue más una jugada geopolítica que la adquisición del mejor equipamiento que el país tenía a su alcance.

Al firmar el acuerdo con Dinamarca, Argentina descartó la oferta de China para la compra de aviones J-17, gestión que se había abierto en la administración del Frente de Todos y que era aceptada por la Fuerza Aérea. Sin embargo, la Casa Blanca estuvo detrás de la compra de los F-16, que son naves fabricadas por la empresa norteamericana Lockheed Martin y que las fuerzas danesas --aliadas de la OTAN como Estados Unidos-- estaban en vía de descartar.

El acuerdo firmado por Petri tuvo detrás al embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, encargado de negociar con la Casa Blanca un préstamo de 40 millones de dólares para el reequipamiento de las naves, que Dinamarca entregará sin armamento. La gestión de La Libertad Avanza selló esta operación tras la visita al país del director de la CIA, William Burns.

Burns se reunió con el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete, Nicolás Posse, para decirles: "Tenemos un problema a corto plazo, Rusia; pero un problema mayor, a largo plazo, China". Posse se sentó junto al embajador de Estados Unidos en el Edificio Libertador a ver la foto de la firma entre Petri y Poulsen.