“No les alcanza con balear un banco, un hospital, una comisaría, colectivos, matar gente y amenazar al gobernador. Ahora para llamar la atención también amenazaron a uno de los jugadores más destacados de la selección”. La frase fue pronunciada ayer por el fiscal de balaceras Pablo Socca al momento de acusar a Pablo Acotto, de 35 años, y Sara Gutiérrez, de 23, quienes el 25 de marzo a la una de la mañana dejaron un cartel amenazando con matar a un familiar de Ángel Di María si este regresaba al fútbol de la ciudad. Los acusaron de los delitos de amenazas coactivas calificadas, por uso de arma y por ser anónimas, más la intimidación pública agravada por el uso de arma de fuego en concurso real con tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, todo ello en calidad de coautores. Así Socca argumentó que debían quedar detenidos hasta el juicio, algo que minutos después consintió el juez Pablo Pinto, quien dispuso la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para ambos imputados. 

Acotto y Gutiérrez, fueron los encargados del “trabajito” para “gente de arriba”, tal y como le contó el primero a su pareja, a cambio de la promesa de “cuatro palos”. Ambos fueron imputados y quedaron detenidos por el plazo de ley. A su cómplice, Acotto le ofreció 100 mil pesos, pero no hay registro todavía que los haya cobrado.

La fiscalía enmarcó la intimidación en el clima que vive la ciudad en la que se cometieron homicidios de trabajadores al voleo y a diario aparecen amenazas al gobierno. Todo ello desde que fueron relocalizados presos de “alto perfil” y del endurecimiento de las condiciones de detención en cárceles provinciales, pero también federales, según la hipótesis de la Fiscalía.

Acotto, un transa de Pérez, y Sara Gutiérrez, su prima y cómplice, cayeron el 27 de marzo a las 3 de la mañana, cuando se iban de un departamento temporario y fueron interceptados en Moreno y Rioja por personal de la Policía Federal que trabajaba de encubierto. También fue aprehendido –y luego liberado– un chofer de Uber que los trasladaba, que "curiosamente" intentó escapar chocando con su Renault Duster el vehículo federal que le cerró el paso. En la vivienda de alquiler, además, la policía secuestró una pistola .22.

Cabe recordar que una hora antes, personal del Comando Radioeléctrico (CRE) había dado con el auto Megane gris que Acotto y Gutiérrez habían usado para trasladarse a Funes y dejar el escrito frente al country Miraflores. El coche –al que habían intentado prender fuego– estaba en la zona de Provincias Unidas al 4000.

El lunes 25, el Megane había sido captado por el sistema de monitoreo municipal en su recorrido por Funes, donde sus ocupantes dejaron un escrito frente al barrio privado de Fuerza Aérea al 4200, donde viven los padres de Ángel "Fideo" Di María, el astro de la Selección Argentina. “Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más (…)”, decía la amenaza, que fue acompañada con detonaciones al aire.

La enorme repercusión de la noticia y filtración de imágenes a la prensa pusieron en alerta a Acotto y a Gutiérrez, que buscaron refugiarse en un departamento temporario de Moreno al 900, “frente a la Maternidad”, tal como quedó asentado en las escuchas de un teléfono intervenido.

Policías federales y provinciales

La historia del trabajo conjunto entre federales y provinciales tuvo sus frutos: es que unos pesquisas reconocieron el Megane gris como uno de los vistos en una incipiente investigación sobre un puesto de venta de drogas ubicado en Pérez, en Formosa al 600. El “búnker de Tamara León”, una mujer que mantenía una relación amorosa con Acotto, quien en ese momento era sólo conocido como "Pali" para los investigadores. Ese punto de venta ya fue allanado y la mujer que lo regenteaba, detenida.

De hecho, los detectives de la División Operativa de la PFA recordaron haber visto el Megane el pasado 19 de marzo en el búnker de Tamara. El dato llegó a Socca. Al igual que otra pista que aportó el jefe del CRE de Rosario, cuyo personal había identificado a Acotto en el Megane el 23 de marzo a las 22, tal como recordó un subinspector que participó del operativo de control vehicular. Es más, entre las pruebas recolectadas figura una foto de Acotto mostrando su documento junto a un oficial del Comando que por simple olfato lo detuvo en un control de rutina, lo que lo termino ligando ineludiblemente al auto filmado en las amenazas.