Continúan los alegatos en el juicio que ante el Tribunal Oral Federal Criminal N° 2 de Salta se lleva a cabo por la muerte de 43 gendarmes en un siniestro vial en 2015. Este viernes alegó el fiscal Carlos Amad y solicitó 5 años de prisión efectiva para los cuatro comandantes acusados.

Amad sostuvo las acusaciones contra los comandantes Juan Carlos Germán, Juan Carlos Bordón, Elio Rafael Méndez y Ramón Antonio Maidana por estrago culposo con resultado de muerte, y pidió 5 años de prisión para cada uno.

En cuanto al suboficial Ricardo Ernesto Villasanti, que falleció durante la feria judicial, en el transcurso del juicio, el fiscal dijo que corresponde el sobreseimiento por extinción de la acción penal, pero consideró que "es una parte que no se puede escindir" y por ello lo nombró en su exposición. "Si bien es cierto que esta persona no está presente, nada me impide que yo mencione algunas circunstancias o actuaciones a su respecto", sostuvo.

Los hechos que se juzgan se remiten al siniestro vial del 14 de diciembre de 2015 a la madrugada, cuando un bus del Destacamento Móvil 5 de Santiago del Estero de la Gendarmería Nacional que se dirigía a San Salvador de Jujuy, volcó y perdieron la vida 43 gendarmes en cumplimiento de sus funciones, eran 41 varones y dos mujeres. Esto ocurrió en el puente del arroyo Balboa (que estaba seco), en Rosario de la Frontera; el colectivo que pertenecía a la fuerza de seguridad se precipitó luego de que se reventara uno de sus neumáticos delanteros, cayó al vacío y quedó dado vuelta, con las ruedas para arriba.

Hubo sólo 7 sobrevivientes: Mario Rafael Cáceres, Franco Eduardo Delgado, Hugo Hernán Sanabria, Emanuel Corbalán, Juan Jorge Alberto Fernández, Sergio Lizondo y Alfredo Fabián Rojas.

Los y las gendarmes habían recibido una llamada de la fuerza el 13 de diciembre mediante la cual se les convocaba a la sede del Destacamento Móvil 5 para salir en comisión. Se presentaron entre las 20 y 22 horas y salieron a la ruta a las 23.15. La columna estaba integrada por 7 vehículos, entre éstos iban dos colectivos de la fuerza y uno contratado a una empresa privada de transporte. El encargado del operativo era el comandante Bordón, que viajaba en una de las camionetas.

"Es complicado resumir el horror pero vamos a tratar de hacerlo", dijo Amad, al inicio de su alegato. El fiscal cuestionó que los superiores no compraran dos cubiertas nuevas, ya que consideró había dinero para contratar un colectivo a una empresa civil. También comparó que el bus civil de la empresa contratada tenía la revisión técnica realizada, mientras que los de la fuerza no. "Este es el contrasentido que yo marco", dijo.

Para Amad, hubo un “claro abandono de la tropa” por parte de los acusados, ya que incurrieron en una negligencia en el cuidado del medio de transporte, sin que haya excusa de falta de recursos, porque de las pericias contables surgió además que contaban con más de 360 mil pesos para hacer el cambio de los neumáticos.

El fiscal citó diversos testimonios, prueba documental y pericial. Consideró probado que el siniestro vial se produjo por el reventón de la cubierta delantera derecha que se encontraba desgastada y que por irresponsabilidad de los acusados no se había cambiado pese a que los choferes informaron con anterioridad que esto provocaba vibración en la dirección y la inestabilidad en el vehículo, dado que ya habían tenido inconvenientes en viajes previos.

Dos de los choferes que aseguraron haber informado sobre el estado del vehículo fueron Osvaldo Cenic y Hugo de Oliveira. Ambos viajaron aquella noche del siniestro en otro colectivo, luego de que De Oliveira se negara a conducir el bus que tenía las cubiertas en mal estado, advirtiendo el riesgo que esto generaba.

Amad consideró que los superiores de las víctimas no estuvieron a la altura de la situación debido a que no cumplieron con su responsabilidad de tener en condiciones el parque automotor. Reprochó que los imputados ni se inmutaron en hacer ese mínimo arreglo, el recambio de cubiertas, en resguardo del personal.

Aseguró que “para nada hubo impericia del chofer del micro", en referencia a Orlando Díaz, el conductor que falleció en el siniestro vial. “Esto tampoco fue una fatalidad, pues si se hubiera obrado de manera diligente, el accidente no habría ocurrido. Aquí hubo causa y efecto”, añadió.

Para la fiscalía, la conducta de los imputados causó la multiplicidad de muertes. “Esto sucedió por la desidia de los acusados”, sostuvo. Además, consideró que familiares de las víctimas y sobrevivientes no recibieron la atención psicológica e integral que necesitaban.

Al repasar los testimonios de sobrevivientes del siniestro, Amad dijo que mediante el relato de Corbalán, "podemos vivenciar sólo una parte de la crudeza que han vivido las víctimas". "Me pareció tremendo el testimonio, no sólo desde lo semiótico sino desde lo humano", expresó.

Asimismo, recalcó que tanto Corbalán como los otros gendarmes que sobrevivieron, "contaron que nadie (de la Gendarmería) los fue a ver, no tenían ropa, que un tercero a su actividad tuvo que acercarles elementos de higiene, ropa". Es más, tuvieron que ir a retirar sus pertenencias, que estaban "aún manchadas con la sangre de sus compañeros".

"Estamos hablando de personas que tienen formación militar, su vida está regida por la disciplina. El que tienen a la par es un compañero de armas, al que confían su vida todos los días", dijo Amad. Sin embargo, consideró que la conducta de los superiores "es como si hubieran abandonado el mando". "La tropa sigue siendo tropa hasta el último día", afirmó y recalcó que este tipo de conductas no habrían sido aceptables por los próceres de la patria como José de San Martín y Manuel Belgrano.

Que se abran otras investigaciones

Por otra parte, el fiscal Amad solicitó al Tribunal la extracción de copias de algunos testimonios para evaluar si es posible investigar a otros funcionarios y funcionarias. Entre ellos, nombró primero a Ana Clara Banegas, segunda comandante de la Gendarmería y médica psiquiatra.

La profesional declaró que participó del rescate, que realizó certificados de defunción. Dijo que estaba a cargo de examinar a los sobrevivientes para determinar si se encontraban en condiciones de retornar a la fuerza después. Aseguró que asistió al suboficial Villasanti por un cuadro de angustia en 2016 y al comandante Germán por un cuadro ansioso, y que a ambos les indicó tratamiento farmacológico.

Banegas sostuvo que se brindó asistencia psicológica y psiquiátrica a sobrevivientes y familiares de fallecidos; sin embargo, Amad afirmó que los testimonios de estas personas dieron cuenta de una situación distinta. Asimismo, resaltó que la psiquiatra "no evaluó al trauma" cuando atendió a los gendarmes para que pudieran reinsertarse al servicio.

"Yo le creo a las víctimas", dijo el fiscal. "Creo que esta señora vino a romantizar la situación que no tiene nada que ver con lo que pasó", manifestó. Consideró que es una de las primeras personas a las que se debe requerir "para investigar su conducta por el abandono" que ejercieron después del siniestro vial.

También requirió que se investigue al entonces titular de la Gendarmería, Gerardo Otero, en base a las declaraciones que brindó durante este proceso desligándose de algunas responsabilidades.

En ese sentido el fiscal subrayó que Otero justificó no realizarle la revisión técnica vehicular a las unidades del parque automotor. Consideró que planteó excepciones que no eran tales. "La lógica elemental del miserable. El jefe de la Gendarmería, el señor Otero, es quien dice, 'animémonos y vayan'", cuestionó Amad, citando a Arturo Jauretche con esa última frase. "Mandó a su propia tropa (...), todos los vehículos, sin revisión técnica obligatoria", reprochó.

"Es una vergüenza esto (...) desde el momento uno. (...) Estamos hablando de 43 vidas humanas", añadió sobre la conducta de Otero. "No llevaban ganado, llevaban funcionarios públicos" que han muerto, "abandonados por sus jefes" y en cumplimiento de funciones. Mencionó que los gendarmes que "cuidan" a la población, "fueron descuidados por las personas que los tienen que cuidar a ellos".

Las víctimas fatales

En su alegato el fiscal nombró a cada una de las víctimas fatales del siniestro vial en cuya memoria se realiza este juicio. 

Son Emilio Matías Torrez, Cosme Alejandro Yáñez, Víctor Daniel Ruiz Díaz, Sergio Roberto Gallardo, Mauro Alexis Agonil, Jorge Ramírez Sena, Alejandro Javier Frías, Edgardo Raúl Pereyra, Adolfo Adrián López, Sergio Ariel Baricheval, Fabián Ignacio Martínez, Oscar Alfredo Aguilar, Mario Alejandro Barcos, Javier Ernesto Centeno, Mariano Alejandro Rodríguez, Ernesto Rodolfo Brugger, Claudio Patricio Gómez, Franco Martín Alderete, Ignacio Nicolás Giménez, Diego Argentino Núñez, Enzo Iván Costilla, Daniel Alejandro Llanos, César Antonio Garay, Víctor Hugo Cuesta, Luis Gabriel Vera, Félix Levi Ahumada, Hernán Manuel Zárate, Ricardo Emilio Villasanti, Rodolfo Sánchez Fernández, Matías Javier Gómez, Selva Rosario Florentín, Silvia Beatriz Hidalgo, Marcos Esteban Suárez, Elisandro Stanechuk, Fernando Javier Ferreyra, Eugenio Ricardo Pineda, Juan Carlos Guerrero, Rodrigo Emanuel Costa, Guillermo Federico Guitián, Avelino Orlando Díaz, Roberto Oscar Delgado, Oscar Daniel Manrique y José Luis Jaldín Villarroel.